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Capítulo 6: Diseño de la biodiversidad

Diseño de la biodiversidad

Si pensamos en la biodiversidad como parte de la naturaleza, ¿cómo podríamos desarrollar nuestro entorno urbano mejor para que se integre con el mundo natural? ¿Cómo podemos diseñar nuestra infraestructura para soportar ecosistemas sanos y diversos; para dar a la biodiversidad un punto de apoyo adecuado, por pequeño que sea, y así tenga oportunidad de crecer y extenderse a lo largo de carreteras, azoteas, jardines infiltrantes, patios traseros, campos de flores silvestres; para proporcionar corredores verdes que conecten espacios naturales; para proporcionar puentes o túneles sobre o debajo de las carreteras y corredores ferroviarios; para construir hábitats artificiales que permitan dar nuevos refugios a los animales; o para diseñar edificios y estructuras que hagan más visibles sus vidrios y así se reduzcan las colisiones de las aves? Las intervenciones en el hábitat y los corredores estratégicos tienen la capacidad de articular mejor el sistema de patrimonio natural y la red de espacios abiertos de la ciudad y de contribuir a un ecosistema urbano más biodiverso y resiliente. La manera como se diseñe y construya la forma urbana de las ciudades podrá ayudar a promover la conservación y el desarrollo de la biodiversidad.

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Diseño Urbano

A través de la historia de las ciudades, la mayoría de los intentos por aumentar la biodiversidad urbana se ha limitado a la gestión ciertas áreas naturales o a la conservación y restauración de ciertos hábitats en el centro de la ciudad. El principal objetivo de estas actividades era, inicialmente, el de proporcionar áreas recreativas a los residentes urbanos, como parques urbanos y franjas verdes, en lugar de mejorar la biodiversidad urbana. Como resultado, la mayoría de los procesos de planeación y de las políticas de gestión del uso de la tierra urbana se basaba en problemas inmediatos de desarrollo y de la forma urbana, pero estos procesos hacían caso omiso de los patrones ecológicos mas amplios y la conectividad dentro de las áreas urbanas.

Biodiversidad a nivel de ciudad

Existe un gran interés en determinar de qué manera el desarrollo urbano impulsa los cambios en el uso de la tierra y altera las redes biológicas a causa de la extinción de especies locales y otros cambios en las densidades de población. Cada vez se pone más atención a los efectos de estos cambios sobre la ciudad a gran escala, es decir, ¿de qué manera se ve afectada la biodiversidad por las características generales de la ciudad?

Contexto de la ciudad

La biodiversidad autóctona de una ciudad es inevitablemente un subconjunto de un grupo de especies que existen en el área circundante es por esto por lo que la ubicación de una ciudad puede influir de manera considerable en su biodiversidad. La zona climática en la que se encuentra la ciudad también influye en las respuestas de la biodiversidad frente al desarrollo urbano. Las ciudades ubicadas en regiones áridas probablemente tendrán reducciones menos marcadas en su biodiversidad que aquellas localizadas en otras regiones. lvi En parte, esto puede derivar de la hipótesis de selección de hábitat que sugiere que las especies nativas locales se adaptan mejor al

entorno urbano cuando dicho entrono crea hábitats similares a los hábitats nativos de dichas especies. La naturaleza abierta de los parques y jardines urbanos tiene más similitud con los hábitats abiertos que dominan las regiones áridas, que la vegetación densa que existe normalmente en los mesohábitats.

La calidad del hábitat y otros factores que determinan la variedad del grupo de especies en el área que rodea la ciudad, así como el tamaño de las poblaciones de estas especies, pueden influenciar la diversidad de las especies existentes dentro de las áreas urbanas. A pesar de que existe una tendencia hacia una menor proporción de especies regionales dentro de las ciudades, a medida que la cantidad de estas especies aumenta en las ciudades, también aumenta la riqueza de la biodiversidad debido a que existen más espacios con el potencial de ofrecer un refugio a nuevas especies.lvii

Tamaño de la ciudad

El tamaño de la ciudad es otra característica que varía de manera significativa entre áreas urbanas, y que influye potencialmente en las configuraciones bióticas que pueden subsistir en el entorno urbano. Dependiendo del tamaño de una ciudad, se pueden determinar con exactitud ciertas características de la misma, tales como el uso de la tierra, el flujo de recursos y la productividad económica, mediante el análisis simple de una ley de potencias. Estos dos elementos, tamaño y espacio verde, varían según densidades, tanto del entorno construido como de las personas. Las ciudades grandes de baja densidad pueden diferenciarse enormemente de las ciudades pequeñas con alta densidad. Además, el tamaño de la ciudad y su densidad pueden verse influenciados por la naturaleza de sus sistemas de planificación y regímenes jurídicos, los cuales pueden tener un gran impacto sobre cómo se articula la expansión urbana y la biodiversidad.lviii

Las condiciones medioambientales y las presiones de selección que surgen de la urbanización son con frecuencia más intensas en las grandes ciudades. Las grandes áreas urbanas tienden a tener un mayor número de islas de calor, mayores cambios en su precipitación y más contaminación que las pequeñas áreas urbanas. Se pueden reducir los efectos negativos sobre la biodiversidad asociados con el tamaño de las ciudades, si se cuenta con una mayor proporción de espacios verdes que generen un aumento en la conectividad entre las poblaciones urbanas y rurales.lix

Antigüedad de la ciudad

El tiempo transcurrido desde el inicio del desarrollo urbano de una ciudad, es decir, su antigüedad, puede determinar el número y tipo de especies existentes mediante una serie de mecanismos diversos vinculados a las tasas de colonización y extinción locales. Las áreas urbanas más antiguas han tenido más tiempo para que los impactos adversos de su urbanización tengan efecto, es decir que una mayor proporción de su deuda de extinción ya se habrá consolidado, y habrá un número menor de especies nativas en el área; por otro lado, ese lapso transcurrido también implica que las especies sobrevivientes se han adaptado a las presiones de selección urbanalx o que hay nuevas colonias de vegetación en dichas áreas. Esto último es de gran importancia para las especies que

requieren de vegetación madura (teniendo en cuenta el tiempo que necesita la nueva vegetación para madurar).

Diseño Ecológico

Biodiversidad al interior de la ciudad

La investigación sobre la biodiversidad que considera a las ciudades en su conjunto, es un campo de investigación emergente que resalta claramente las características que influyen en las configuraciones de especies. La distribución de la biodiversidad al interior de una ciudad y la variación espacial a escala fina en la composición de las configuraciones de especies urbanas depende, en gran medida, de la variación espacial local de factores como el uso de la tierra y la cantidad de tierra cubierta dentro de las ciudades.

Tamaño de los parches

Los espacios verdes urbanos se caracterizan por ser espacios (o parches) altamente fragmentados, pequeños y aislados; en el Reino Unido, por ejemplo, solo el 13% del arbolado urbano (o vegetación leñosa) se da en parches de un tamaño mayor a 0,25 hectáreas. El efecto positivo de los espacios verdes urbanos sobre la riqueza de especies ha sido ampliamente documentado; los estudios realizados sobre una gama de taxones demostraron la importancia de los espacios verdes urbanos como factores determinantes de la biodiversidad.lxi Aunque no está claro cuál debería ser el tamaño de estos parches individuales, la evidencia sugiere que el tamaño y la calidad del parche son factores importantes para las poblaciones de plantas y animales en las ciudades.lxii

Otro desafío que se presenta al evaluar el impacto del tamaño de los parches sobre la biodiversidad tiene que ver con la cercanía de estos parches de espacios verdes a superficies duras, y la composición de la matriz urbana. La capacidad de los espacios verdes para soportar la biodiversidad puede disminuir dependiendo de la intensidad y la estructura urbana. Por ejemplo, los espacios verdes en el centro de la ciudad pueden no soportar la misma cantidad de especies que los espacios verdes en matrices suburbanas. Sin duda, es necesaria una mejor comprensión del tamaño de los parches y del alcance de las redes de parches de múltiples taxones para que las iniciativas de conservación puedan ser más efectivas.

Flujo genético y cuellos de botella

Se prevé que la urbanización afectará fuertemente la deriva genética, lo que producirá cambios estocásticos en las frecuencias de alelos entre generaciones. La deriva genética es más visible en poblaciones pequeñas y aisladas y, por lo tanto, su influencia evolutiva dentro de las ciudades aumenta cuando la urbanización produce una reducción en el tamaño de la población o un mayor aislamiento de una especie. Esta reducción se puede dar de múltiples maneras, incluyendo la pérdida del hábitat natural causada por la fragmentación, los efectos fundadores asociados con el establecimiento de nuevas poblaciones urbanas, y cuellos de botella importantes como consecuencia de presiones de selección directa causadas por los humanos (tales como pesticidas). Se prevé que estos escenarios generarán pérdidas de diversidad genética dentro de las poblaciones, al igual que una creciente diferenciación entre las mismas.

Las zonas urbanas pueden tener diversos efectos en la dispersión de individuos de una especie y de sus alelos (flujo genético). Las características de los paisajes urbanos que impiden el flujo genético (como carreteras, edificios y ríos) pueden facilitar la divergencia genética entre las poblaciones de lados opuestos de una barrera, en combinación con la deriva o selección genética. Incluso las barreras incompletas, como carreteras más pequeñas o espacios verdes bien cuidados, pueden restringir la conectividad entre las poblaciones urbanas. Por el contrario, las condiciones urbanas que incrementan el flujo genético (tales como corredores de hábitat) pueden homogeneizar las frecuencias de alelos, aumentar la diversidad genética dentro de las poblaciones y disminuir sus diferencias. Muchos de los ejemplos urbanos de deriva genética resultan de las barreras, especialmente de las superficies lisas como carreteras o edificios, que restringen el flujo genético entre fragmentos de hábitats urbanos. En este contexto, los corredores que conectan parches de biodiversidad urbana con entornos periurbanos más continuos son extremadamente importantes.

Zonas periurbanas

Las zonas periurbanas tienen un enorme potencial para desempeñar un papel positivo en la mejora de la sostenibilidad urbana a nivel mundial. Esto se debe a que las ciudades de todos los países deben hacer frente a los desafíos que plantea la expansión urbana. Existe un sinnúmero de definiciones para las zonas periurbanas. La característica común de los diferentes espacios considerados periurbanos es que son espacios de transición con cierto grado de mezcla entre usos urbanos y rurales. Existe una diferencia particularmente notoria entre las zonas periurbanas de los países en vías de desarrollo, que se caracterizan por la contaminación de las tierras y las vías fluviales, la pobreza y los asentamientos informales, y aquellas de los países desarrollados de Europa, caracterizadas por niveles bajos de movilidad, actividades económicas, integridad de sus paisajes y calidad ambiental. Es igualmente importante que ambos mundos reconozcan la naturaleza variable de su territorio y de sus áreas periurbanas.lxiii

Las zonas periurbanas son por lo general territorios afectados por fuertes procesos expansivos de las ciudades, escasamente afectados por actividades agrícolas marginales, pero con expectativas e intereses muy altos por parte de la comunidad. Por esto mismo, tienden a poseer una mezcla caótica y fragmentada de funciones urbanas y rurales y en estas zonas se suelen desarrollar actividades que no siempre son bienvenidas por las comunidades – centros de negocios, grandes construcciones de entretenimiento y centros comerciales. Las estrategias y políticas de planificación de zonas periurbanas deben tener en cuenta su variedad y comenzar por el conocimiento específico de las dinámicas y oportunidades de desarrollo de cada zona. Las políticas y las intervenciones se beneficiarían de las experiencias de otros lugares, en especial de la evaluación de enfoques innovadores.

Azoteas y muros verdes

En muchas ciudades alrededor del mundo se están utilizando azoteas y muros verdes para mejorar la biodiversidad urbana y atraer financiación y apoyo del público para su construcción. La conservación de la biodiversidad de la Tierra es esencial. Debido a que este desafío es complejo, las soluciones para aliviar el ritmo actual de pérdida de la biodiversidad deben ser creativas, coordinadas e intencionadas. Con este fin, la comunidad de arquitectos, ingenieros, planificadores urbanos y científicos tienen en sus manos una oportunidad única para impulsar la futura

infraestructura de azoteas verdes y alcanzar múltiples objetivos. Un esfuerzo mancomunado tiene el potencial de mejorar los beneficios que proporcionan las azoteas y muros verdes, yendo más allá de los beneficios normales que brinda la construcción eficiente, y contribuyendo así al mejoramiento de la biodiversidad dentro del paisaje urbano. Algunos estudios recientes sobre ecología urbana sugieren que, aunque los pequeños parches de hábitat en las ciudades están sujetos a factores ambientales de tensión extremos, también tienen el potencial de soportar muchos elementos de la biodiversidad y no debería ignorarse su valor conservacionista. Las azoteas y muros verdes representan hábitats novedosos en el entorno urbano y pueden contribuir a alcanzar los objetivos de reconciliación ecológica aumentando la disponibilidad de espacios vitales para una gran variedad de organismos. Al instalar cubiertas y muros verdes, se crean hábitats únicos en espacios que de otro modo serían inutilizados. Estos sistemas novedosos proporcionan una diversidad de beneficios ambientales incluyendo la captación y el mantenimiento de aguas pluviales, disminución de la contaminación, aislamiento térmico de edificios y reducción de las islas de calor urbanas gracias a la refrigeración por evaporación. Igualmente, las azoteas y los muros verdes pueden soportar organismos y proporcionar un refugio natural y único dentro del entorno urbano. Las condiciones en las azoteas verdes son más calurosas, secas y aireadas que a nivel del suelo. Por lo tanto, el ecosistema en las azoteas verdes representa un extremo de condiciones locales que pueden beneficiar a un subconjunto de especies locales. Al albergar pequeñas comunidades, las azoteas y muros verdes son un componente importante de una metacomunidad heterogénea más grande, aumentando la riqueza y diversidad de las especies que pueden hacer uso del paisaje urbano. Actualmente, las azoteas verdes están diseñadas para imitar hábitats naturales que comparten propiedades ambientales igualmente severas, con la esperanza de que proporcionen alternativas para la conservación in situ de algunas especies. Este tipo de diseño permite que las azoteas verdes puedan albergar especies de plantas y animales únicas que de otra modo no existirían en entornos urbanos. Si se diseñan teniendo en cuenta objetivos ecológicos específicos, las azoteas verdes tienen el potencial de albergar una diversidad aun mayor de organismos nativos y procesos ex situ, desacelerando de esta manera la pérdida de biodiversidad. Dado que las azoteas verdes son hábitats creados totalmente por la ingeniería humana, cada paso en el proceso de su diseño debe ser evaluado para garantizar la máxima efectividad de las funciones que cumplen. Hoy en día, las azoteas verdes se construyen alrededor del mundo pensando en objetivos ecológicos más amplios tales como la conservación de la biodiversidad. Ciertamente, no hay un método único y adecuado para el uso de azoteas verdes; por el contrario, existe una infinidad de maneras de mejorar el ecosistema, las especies y la diversidad genética. Los beneficios que aportan las azoteas y muros verdes se analizan en mayor detalle en el Anexo 1. A medida que el número de azoteas y muros verdes aumenta alrededor del mundo, también aumenta el potencial de esta tecnología para apoyar la biodiversidad local y global. Los esfuerzos de conservación que mejoran la biodiversidad en azoteas verdes individuales pueden ayudar en los esfuerzos colectivos y sistemáticos para conectar hábitats y alentar la diversidad genética, de especies y del ecosistema en las ciudades. Al igual que se necesita para la conservación de la biodiversidad en todos los hábitats, los planificadores urbanos y tomadores de decisiones deberán

fijar objetivos específicos a corto y largo plazo que garanticen el sostenimiento de la biodiversidad en el futuro. Las necesidades de cada ciudad son únicas, pero la conservación de la biodiversidad se puede lograr en azoteas y muros verdes si su diseño y gestión se incluye en la planeación a diferentes niveles con la participación de múltiples partes interesadas.lxiv

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