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Capítulo 8: Una caja de herramientas de biodiversidad para las ciudades

Capítulo 8: Una caja de herramientas de biodiversidad para las ciudades

Una caja de herramientas de biodiversidad para las ciudades de América Latina

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Las ciudades difieren entre sí. Todas están construidas de manera diferente: varían en tamaño, demografía, cultura y tienen climas y paisajes regionales únicos. Debido a esta variedad, simplemente no existe una fórmula o solución de "talla única" para la gestión eficaz de la biodiversidad urbana. Afortunadamente, existen muchas alternativas que cada gobierno local puede utilizar y adaptar para la conservación de la biodiversidad dependiendo de cuáles sean sus metas y objetivos. En esta sección se presenta una caja de herramientas de diez pasos con acciones prácticas y realistas que los alcaldes y gobiernos municipales de América Latina pueden implementar para promover la biodiversidad en su ciudad. La caja de herramientas sobre la biodiversidad se ha elaborado con el fin de ayudar a los alcaldes y tomadores de decisiones de América Latina y el Caribe a promover la biodiversidad en sus ciudades e impulsar iniciativas para lograr un paisaje urbano sostenible y resiliente ante el cambio climático. En este capítulo se presenta una hoja de ruta de diez pasos para que los tomadores de decisiones puedan diseñar estrategias que generen beneficios tangibles desde la conservación de la biodiversidad en las ciudades de América Latina y el Caribe. Cada paso contiene un enfoque riguroso y metódico que facilita el diálogo, la comprensión y la justificación de la conservación de la biodiversidad y ayuda a ampliar y a financiar diversos proyectos e iniciativas para proteger y mejorar la diversidad biológica urbana.

Paso 1: Hacer un perfil de la biodiversidad de la ciudad

El primer paso es hacer un mapa de los activos de biodiversidad autóctona de la ciudad para establecer un punto de partida y entender lo que está en juego y por qué es importante proteger la biodiversidad local e integrarla en el paisaje de la ciudad. El perfil se basa en el Índice de la Ciudad, o Índice de Singapur, un instrumento de autoevaluación para que las ciudades evalúen y supervisen el avance de sus esfuerzos de conservación de la biodiversidad en relación con sus propios parámetros o líneas de base. Como se describe en el capítulo 5, el índice comprende lo siguiente: § El Perfil de la Ciudad, que proporciona información de fondo sobre la ciudad (ubicación, características físicas, demografía y parámetros económicos) e identifica aquellos ecosistemas en los que existe biodiversidad (ecosistemas en zonas urbanas y periurbanas); e § Indicadores que miden la biodiversidad autóctona, los servicios de los ecosistemas y la gobernanza y gestión de la biodiversidad. A partir de este ejercicio de cartografía deben surgir dos productos: el primero es un Mapa de los Ecosistemas en las zonas urbanas y periurbanas; el segundo es un Mapa de Conectividad de la Biodiversidad que muestra los conectores a nivel regional, nacional e internacional. Esto nos lleva al segundo paso, que es trazar un mapa del estado de los servicios ecosistémicos en la ciudad.

Paso 2: Mapear el estado de los servicios ecosistémicos

En el segundo paso se identifica qué servicios proporcionan los ecosistemas naturales y cuál es su estado actual a nivel de la ciudad y sus alrededores. También se identifica cómo estos servicios pueden ser impactados debido a presiones sociales, ambientales, culturales, políticas y/o económicas. El producto de este paso es un mapa del estado de los servicios ecosistémicos.

Paso 3: Identificar las cuestiones críticas que tienen un impacto sobre la biodiversidad

Los ecosistemas saludables pueden proporcionar una importante protección y resiliencia frente a los fenómenos meteorológicos extremos y los desastres; por ejemplo, la colocación estratégica de árboles en las zonas urbanas puede enfriar el aire entre 2℃ y 8℃. Cada ciudad tendrá un conjunto único de cuestiones críticas para la protección de la biodiversidad y los servicios de los ecosistemas que deberá abordar de manera adecuada. Con este objetivo en mente, hay que identificar estas cuestiones, incluidas las brechas que impidan su resolución, para lo que será necesario consultar debidamente a todas las partes interesadas (gobiernos municipales, líderes de opinión y habitantes de zonas urbanas) y elaborar una lista unificada de cuestiones fundamentales que actuará como un punto de referencia para lograr un consenso sobre cómo abordarlas. Este consenso se puede lograr por diversos medios: foros comunitarios, reuniones individuales, grupos de discusión, cuestionarios y encuestas y a través del sitio web municipal.

Paso 4: Definir Objetivos, Metas y Proyectos

Una vez priorizadas las cuestiones críticas, el siguiente paso es formular programas y proyectos para asegurar el cumplimiento de los respectivos objetivos y metas. Idealmente, este paso se debería materializar en un portafolio de programas y proyectos de aplicación a corto, mediano y largo plazo. Lo más recomendable es identificar objetivos específicos, mesurables, aplicables, pertinentes y de duración definida (conocidos como objetivos SMART por sus siglas en inglés).lxxii

Paso 5: Definir Acciones y un Cronograma

Es importante definir acciones clave para la elaboración de un plan de acción sobre la biodiversidad; éstas se pueden desglosar en cuatro o cinco pasos: § Desglosar las acciones en un conjunto de entregables bien definidos § Definir un marco de tiempo para cada entregable § Establecer acuerdos con los tomadores de decisiones y la comunidad en cuanto a la aplicación de estos entregables § Identificar cómo se producirán las acciones - ¿cuál es su secuencia? § Definir un itinerario con los plazos acordados El recuadro 1 presenta sugerencias para elaborar un Plan de Acción sobre la Biodiversidad.

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