Lo Realmente Importante José Luis Sáez Hernández
Secretario General de la Real e Ilustre Cofradía de N. P. Jesús Nazareno (Marrajos)
El pasado 11 de marzo de 2020, segundo día de Triduo, se celebraba una junta de mesa extraordinaria para informar acerca del horario del Encuentro. En el acta de la sesión quedó reflejado el “preocupante aumento de contagios por el coronavirus” que habían llevado al gobierno regional a “suspender todos los actos públicos que congreguen a más de 50 personas hasta el 31 de marzo”. Pocos podían anticipar lo que se nos venía encima. Dos días después, se declaraba el estado de alarma y España se encaminaba hacia un duro confinamiento domiciliario. La pandemia nos sorprendió a todos, cambiando la vida familiar, el trabajo, la vida en la cofradía, dejando a su paso enfermedad y muerte, penurias económicas y distancia social. En la época del coronavirus, todo es diferente, todo parece menos humano. El mundo se ha detenido, en silencio, en medio del Sábado Santo, ese día sin consuelo y sin perspectivas. Vidas rotas, dolor persistente. Pero aún queda el gran mensaje de la resurrección. Esa palabra escandalosa y provocadora. Debemos por tanto tener esperanza, esperanza en el Nazareno, en su palabra, en Él está la fuerza para enfrentarnos a los momentos difíciles como el que vivimos, en Él está el modelo de cercanía al prójimo, amor y servicio. La pandemia ha sacado lo mejor y lo peor del ser humano. En estos tiempos inciertos, muchos nos hemos cuestionado sobre qué es lo realmente importante y necesario. En relación con nuestra Cofradía, ¿no debería ser nuestra hermandad un modelo de comportamiento más humano, solidario, en comunión entre sus hermanos, desprendida hacia los demás? El Papa Francisco, en su libro "Comunión y Esperanza", nos invita a dejarnos contagiar por el amor, no por el virus, y nos llama a todos a la "solidaridad" y al "servicio". Tengamos presentes las palabras del Santo Padre y dejémonos acompañar y alentar por la presencia de Jesús Nazareno, donde están las raíces de nuestra vida, no sólo durante este tiempo de Cuaresma y la próxima Semana Santa, hagámoslo siempre y demos la importancia que merecen las cosas importantes. Es por ello por lo que os invito a la reflexión y os invito a rehusar los debates estériles y los enfrentamientos con nuestros hermanos en Cristo, prestando la debida atención a quienes sufren la precariedad, la enfermedad o la muerte de un ser querido, a estar en comunión con nuestros hermanos, a valorar las cosas en su justa medida y prestar atención a lo realmente importante. Sólo de esta manera habremos sacado algo positivo de la pandemia, algo que debe estar en el ADN del cristiano. “Otra vez os digo, que si dos de vosotros se pusieren de acuerdo en la tierra acerca de cualquiera cosa que pidieren, les será hecho por mi Padre que está en los cielos”. (Mateo 18:19)
Libro "Comunión y Esperanza"
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