Salud Mental en los Adolescentes Equipo De Redactores, 3ºESO Aunque a veces parezca que las personas que sufren trastornos mentales son lejanas al entorno que nos rodea, muchas veces no nos damos cuenta de que personas queridas sufren a diario alguno de estos trastornos. La mayoría de las personas que los padecen son adolescentes, más comúnmente en las mujeres. Muchos estudios intentan hallar las razones por las que surgen estos trastornos y la mayoría coinciden con las redes sociales. Estas nos idealizan una realidad que no todos pueden llegar a alcanzar, por lo que esas expectativas que queremos lograr nos hacen más vulnerables. Los trastornos alimenticios son condiciones muy complejas que surgen de la combinación de conductas presentes por un largo tiempo, como factores biológicos, emocionales, psicológicos, interpersonales y sociales. Si en algún momento de tu vida alguna vez has padecido estos tipos de trastornos habrás oído frases como “pero si estás muy guapa”, “no has comido nada”, “estás haciendo daño a las personas que te quieren”, “has cambiado” etc. Desgraciadamente, vivimos en una sociedad en la que existen unos cánones de belleza inalcanzables y un entorno en el que se valoriza a la gente en base a su apariencia física y no a sus cualidades y virtudes internas. Esto provoca inseguridad, depresión, enojo sin razones que lo causen, sentimientos de insuficiencia o autoaislamiento de tus amigos, familia, etc. Factores que pueden influir a desarrollar estos tipos de trastornos son relaciones familiares problemáticas, baja autoestima, haber sido ridiculizado. Muchas veces nos parece imposible que una persona que admiras y que piensas que lo tiene todo, pueda tener inseguridad por alguna razón, pero lo cierto es que cuanto más te acercas a esos cánones de belleza, menos capaz eres de mostrar que hay ciertos defectos que te hacen único. Los trastornos de conducta son el principal motivo de consulta en el campo de la salud mental. Dichos trastornos son, normalmente, dados en varones adolescentes. Además, estos trastornos tienen un enorme impacto en diferentes áreas de funcionamiento del menor, como lo podría ser el rendimiento académico, las relaciones sociales o la propia familia a la que pertenece. Aunque suelen iniciarse en la infancia, los síntomas se agravan en la adolescencia por lo que ahí surgen las primeras consultas.
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