PAMPLONA
Redactado por: José Jorge Dajil Palomino Pasante del programa
un lugar aislado en medio de las montañas
MIRADOR DE PAMPLONA Pamplona, aislada por el Covid-19: Fotografía por José Jorge Dajil Palomino, Pasante Comunicación Social.
cuatro días después de la medida de aislamiento, estuvo a reventar, pues con tanto frio en Pamplona en ese momento, la soledad en medio de una pandemia no sería una buena compañera para fortalecer la mente y luchar contra este virus para los estudiantes, por lo que viajar era su principal preocupación, aun así sabiendo el riesgo que corrían de contagiarse en medio del viaje que querían emprender.
Por su ubicación geográfica este municipio se encuentra al nororiente colombiano en medio de las montañas de la cordillera oriental, lo cual es un atractivo en épocas normales para muchas personas en el país; tanto así que la Universidad de Pamplona recibe miles de estudiantes cada año para formarse como profesionales. Aunque Pamplona cuenta con casi 59.000 personas según el DANE del año 2019, por este tiempo todas sus calles parecen desmentir esta cifra tan alta, pues debido a que la situación de la actual pandemia mundial del Coronavirus (Covid-19) se expandió tan rápido, las medidas de prevención y mitigación por parte del gobierno hicieron pasar a este municipio de un lugar lleno de gente en las calles, diversión, estudio y demás, a un estado de soledad y asilamiento que pareciera una pausa sin fin en el tiempo.
Todo empezó a verse oscuro, por esos días las nubes sellaron el cielo, poco a poco las calles fueron quedando solas, las ventanas de las casas eran los únicos ojos que se veían en medio de tanto miedo e incertidumbre. Después de unos días la ciudanía atendió el llamado a quedarse en casa y mantener las medidas de prevención, todo parecía ir bien sin ningún problema, los policías salían a controlar el tránsito por las calles, evitando aglomeración de gente para no tener el riesgo del contagio del virus.
El desespero de muchos estudiantes por regresar a sus lugares de origen a pasar la cuarentena con sus familias sintiendo el calor de sus padres, tíos, primos o abuelos, no se hizo esperar, pues el terminal de trasportes día y noche durante casi
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