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LECCIÓN DOS

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LECCIÓN CINCO

LECCIÓN CINCO

• Puente de glúteos: es un ejercicio fácil, que nos permite desarrollar fuerza en nuestro centro y los glúteos, nos da equilibrio. Acostados con las piernas flexionadas y pies en el suelo, se hacen elevaciones de la pelvis, apretando los glúteos, se pueden trabajar diferentes variaciones.

• Parada de manos o handstand: poder elevarnos e incorporarnos sobre nuestras manos, es uno de los ejercicios más exigentes de la calistenia, que de lograrlo, desarrollaremos fuerza, equilibrio y control corporal. • Misceláneos: combinación de todos los ejercicios anteriores, en circuitos secuenciados, medidos por un ritmo y tiempo.

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Tabla de ejercicios. 1. 10 x 3 squats, 10 x 3 push ups; 5 x3 pull ups; 5x3 elevaciones de piernas; paradas de mano. Se pueden trabajar en circuitos, y en la medida que vayamos tomando fuerza subir el número de repeticiones.

2. Sesión de planchas de 5 posiciones, cada posición se hará primero con 1 minuto por posición, luego 30 segundos, y por ultimo 15 segundos cada posición.

3. Miscelánea de ejercicios llevados a cabo en forma de circuito.

Observación

Debes tener presente el cuido de la postura corporal en cada ejercicio, de esta manera evitaremos lesiones o accidentes en su realización, por otro lado, tienes que buscar el apoyo de tus compañeros y compañeras, buscar el ajuste y el cuido entre unos y otros.

¡Reto!

En esta ocasión, busca construir tablas diferenciadas, con nuevos desafíos y más exigencia en los ejercicios que desarrolles, buscando variaciones a los diferentes ejercicios y buscando el trabajo de zonas musculares que no has alcanzado.

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LECCIÓN DOS

Registro y reconstrucción de la memoria corporal. ¿Qué es la memoria corporal?

En primer lugar, debemos saber que la memoria corporal es en su esencia una herramienta que contiene nuestro cuerpo de forma congénita, que nos permite adaptarnos al mundo que nos rodea.

En cuanto al trabajo del actor, la memoria corporal se convierte en una especie de caja repleta de sentimientos, que cuando un estímulo golpea los perceptores sensoriales, lleva a traducir la información recibida en un movimiento concreto.

¿Para qué el actor o actriz necesita despertar la memoria corporal?

Si algo resulta difícil de decir es aquello mudo instalado en el cuerpo. Al adentrarnos en la escena contemporánea para seguir sus huellas tenemos por resultado un viaje en el tiempo que arrastra consigo lo material. Pues el tiempo, para hacerse visible, “busca cuerpos y, en todas partes, donde los encuentra, se los apropia para mostrar en ellos su linterna mágica” (Deleuze, 1972).

Nos proponemos trabajar la memoria, no por lo que puede emerger de ella, sino como material donde sumergirnos para visitarla ante la presencia física y material del territorio del teatro. Resultante de ello, una paradójica condición del teatro: ser presente y, al mismo tiempo, presentar el pasado. No es que en el cuerpo se conserve el recuerdo, ni que el cuerpo sea depósito de éste, sino más bien, es desde el cuerpo que “volvemos a llamar” al recuerdo, tejemos la memoria desde los vestigios dejados en él.

Como herramienta, la memoria corporal nos permitirá, registrar y tener una biblioteca llena de tomos y tomos de movimientos registrados a lo largo de nuestra vida que, constituidos en nuestra corporeidad, muestran en escena una rica gama de gestos y movimientos como fuentes de creación artística y emocional.

Así, el actor o actriz que logra recuperar la primera memoria de su vida; definiendo a está, como aquella que se encuentra registrada en las experiencias del cuerpo, haciendo que se manifiesten, a partir de la toma de consciencia de donde salen todas las huellas de la vida o del entrenamiento corporal alojado en este; mostrará en escena la viva imagen de su niñez.

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¿Has escuchado hablar de la cinestesia?

Todos tenemos esta habilidad, unos más desarrollados que otros, pero todos tenemos está capacidad. Se trata de un conjunto de sensaciones de origen muscular o articulatorio que informan al cerebro acerca de la posición de las diferentes partes del cuerpo en el espacio. Desarrollar nuestra inteligencia kinestésica, nos permitirá el reconocimiento y toma de consciencia de los movimientos de nuestro cuerpo.

¿Qué tiene que ver el tiempo en todo esto?

El tiempo se vuelve subjetivo, te puedes preguntar ¿cómo esto es posible?, a decir verdad, el tiempo no es solo la medida que nos da un reloj, esa convención no abarca la totalidad filosófica que implica el tiempo como una condición de existencia.

Para el caso de nuestra materia de memoria corporal, el tiempo depende de condiciones estrictamente internas del actor o actriz, es decir que depende de su capacidad para reencontrarse en su memoria el fluir de una acción, para llegar a la organicidad al mismo tiempo que el movimiento se convierte en una expresión artística.

“La memoria no está en nosotros, somos nosotros quienes nos movemos en la memoria.” Gilles Deleuze

Tal como el planteamiento anterior, no se trata de que estemos recordando todo el tiempo como una acción mental, o por el contrario pasar pensando en cómo recordar equis movimiento; de lo que se trata es de descubrir con los movimientos los recuerdos que han quedado grabados como huellas en nuestras capacidades locomotoras.

Y, por otra parte, también te puedes encontrar con la imagen de estar presentando la memoria, como una remembranza del pasado, que se trae al presente y que se vuelve un tiempo vivo, que en escena existe gracias a la interacción entre el público, tal como Paula Fredjkes lo plantea en el siguiente enunciado:

“Narrar un pasado, narrar la memoria en la escena teatral conlleva un cuerpo presente y a la vez vibrante, despierto al pensamiento, a una conciencia que lo solicita y lo invoca. Y de ello participan cuerpo del actor y cuerpo del espectador: cuerpos inmersos en la memoria, cuerpos con huellas y vestigios del tiempo.”

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