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Destino Interlaken

AVENTURA EXTRAORDINARIA Volando sobre el Thunersee, Suiza

Fotos: Marcus King

Destino Interlaken

Ed Ewing y Marcus King se van de caminata a Suiza con el equipo Advance y sus cuatro pilotos de la Red Bull X-Alps, Toma Coconea, Patrick von Känel, Aaron Durogati y Chrigel Maurer

EL SENDERO Subiendo al refugio Brunni por las laderas del Morgenberghorn (2249m)

Hay ciertas cosas a las que uno no puede negarse, así que cuando nos llegó la invitación para ir de caminata con el equipo Advance cerca de Interlaken, Suiza, no lo dudamos ni un minuto.

“¿Me recomiendan un hotel barato?” Le pregunté a mis nuevos amigos en Interlaken.

“Chicos, me gustaría poder acomodarlos”, Sebas Ospina respondió diplomáticamente. Sebas es piloto biplaza profesional y durante la temporada, vive en una casa rodante pequeña cerca de uno de los aterrizajes.

“Yo vivo en una van”, escribió el piloto de ala delta biplaza Luke Nicol.

Para no seguir perdiendo tiempo, terminamos reservando en un motel barato, para Suiza, cerca del lago. Llegamos tarde - bajo la lluvia.

Sin embargo, el día empezó glorioso. Montañas grandes, lagos cristalinos y un cielo azul hermoso. Nos ganamos la lotería.

La invitación no solo era para hacer paramontañismo, sino para hacer paramontañismo con cuatro pilotos del equipo Advance de la Red Bull X-Alps Advance: Patrick von Känel, Toma Coconea, Aaron Durogati y Chrigel Maurer. Advance pensó que sería una buena forma de celebrar su victoria y de reunir a los distribuidores, amigos y familia de vuelo. Éramos unos 50.

Nos encontramos en el estacionamiento del pueblo de Aeschiried (1000m) sobre Thunersee. Si dabas una vuelta veías los atletas X-Alps. Estaba Aaron en su van relajado; Toma estaba en el estacionamiento sonriente; Patrick llegó a la 1:55pm volando y aterrizó entre los autos con un prototipo de una EN-A de Advance desde Niesen, un pico de 2362m. Me quedé impresionado. ¿Subiste a pie desde aquí? Pregunté. Ah no, habían subido en teleférico. Estaba claro que las reglas de la X-Alps no aplicaban esta tarde de paseo.

Chrigel Maurer llegó y se veía relajado. Todos estaban relajados. Nos reunimos en torno a uno de los chicos de Advance para un briefing antes de empezar a caminar. “Por favor, asegúrense de haber pagado bien el estacionamiento”, dijo. “Es muy importante.” Verdad. Buscamos rápidamente cinco francos suizos para el parquímetro y arrancamos.

Ajusté mi ritmo al de Sebas Ospina y Aaron Durogati, que se conocen de volar en Brasil. Ambos terminaron entre los primeros 10 del XContest este año, Sebas quedó de tercero y Aaron, de noveno. “Ah, Michael [Sigel] ganó, ¿verdad? Hizo un triángulo de 280km desde Fiesch a finales de agosto, nadie podrá alcanzarlo”, dijo Aaron mientras discutía quién ganaría la temporada.

El tema de conversación pasó rápidamente a los vuelos de distancia en Brasil. Empieza la cacería por los 600km. Ambos pilotos iban al noreste brasilero, con operadoras diferentes, a intentar romper el récord mundial.

Se hacían preguntas uno al otro. ¿Qué es lo más temprano que has despegado? (“6:30am”). ¿Cada cuánto comes? (“Cada hora. Nueces, geles, barras, fruta deshidratada. Los refrigerios son importantísimos.” ¿Vuelas en grupo? (“Sí, es difícil volar con alguien todo el tiempo, pero es esencial para volar rápido.”) ¿Quién es el líder? (“El que está más bajo en la térmica se va primero.” ¿Cuál es el punto decisivo? (“Si no hemos hecho 300km a la 1pm, no tiene sentido, no lograremos hacer el récord, así que aterrizamos.”) Después de caminar dos horas, llegamos a nuestro destino, el pequeño pero perfecto refugio Brunni (1650m). Nos recibieron con vasitos con jugo de manzana, salchichón y queso rebanado, y recuperamos el aliento. Le comenté a Sebas que me gustó la charla de los dos gurús del cross. Soltó una risita vacía. “No creo que puedas mencionarme a mí y a la palabra ‘gurú” con esta compañía.”

¡WHISKEY! Sonriéndole a la cámara en el refugio Brunni antes de bajar volando

Kari Eisenhut, excampeón de la Copa del Mundo (1999) y campeón europeo (2000) hizo sonar una copa y nos llamó para una reunión. Estaba nublado, dijo, como podíamos ver, pero se iba a despejar. Si no se despejaba, bajaríamos un poco y despegaríamos desde más abajo.

Había que aterrizar en el jardín del Finel Leissingen, una posada pequeña de montaña. “Es un aterrizaje fácil”, dijo Kari, “Simplemente aterriza viento de cola, contra la ladera, evita los cables, árboles, y obviamente, la posada y no pasará nada.”

Toma Coconea fue el primero en prepararse en lo más alto, mientras los demás nos preparábamos y nos resbalábamos sobre la hierba húmeda y tupida, y nos preguntábamos cuándo los prometidos agujeros aparecerían en la nube. Nadie quería resbalarse y abortar un despegue entre bostas rodeado de una compañía tan ilustre, así que fue un alivio que todos hayamos despegado sin problema.

El representante de Reino Unido, Tim Pentreath remontaba por la ladera enfrentada al viento, mientras que muchos despegaban del otro lado. Todos volamos dentro de la nube o entre huecos, y me alegró tener la brújula de mi semana en El Hierro mientras apuntaba al norte y contaba los (19) segundos hasta que salí de la oscuridad y pude ver el lago.

La tarde nos permitió jugar 20 minutos en térmicas suaves, girando sobre un afloramiento escarpado de rocas y pinos con Tim y Patrick y después fuimos a aterrizar en la posada. Tim barrenó debajo de mí mientras yo recordaba las instrucciones de Kari y me aseguré de aterrizar con precisión. Nadie quiere arborizar con tan ilustre compañía, etc.

Nos reunimos debajo de un roble enorme, con una vista hermosa del sol que se ponía sobre el lago. Kari nos dio la bienvenida al hogar de Advance y nos presentó a los cuatro pilotos clave para que los aplaudiéramos. Después entramos a la posada para unas charlas de su experiencia en los X-Alps: dos antes de la cena y dos después.

Las charlas fueron en inglés para el público internacional y Patrick, de 25 años y el más novato entre los cuatro, habló acerca del desarrollo de la Omega X-Alps 3: desde volar frente al Eiger a más de 4000m hasta tomar las últimas decisiones entre dos prototipos casi finales en Tenerife.

Durante su intervención, la camaradería entre Sepp Inniger y su asistente de la X-Alps era obvia. Mientras mostraban un video del equipo discutiendo mientras subían una ladera nevada,

Patrick detrás de Sepp, Patrick reía. “Cuando vimos el video pensamos que era genial, ¡porque es así como trabajamos siempre!” explicó. “Le pregunté a Sepp, ‘¿Dónde estamos?’ “Sepp respondió, ¡¿Cómo?!’ “Le dije, ‘¡¿Dónde estamos?!’ “Sepp dijo, ‘¿Te refieres a la altura?’ “Le dije, ‘¡No, ¿Dónde estamos?!’ “Sepp dijo, ‘¡Ah, estamos cerca del collado!’” “Somos nosotros. Yo estaba exhausto y quería saber cuánto faltaba hasta la cima. Y Sepp siempre sabe, ‘¡Estamos aquí!’”

Aaron Durogati sonrió durante su presentación con la actitud relajada que tuvo durante los X-Alps de este año. Con sus rodillas a las que “no les gusta caminar en plano”, compartió las estadísticas de la carrera que mostraron que había caminado “un total de menos de 40km sobre asfalto en plano”. Sí que caminó en montaña y voló.

“Después que me operaron la rodilla el año pasado, me di cuenta que tenía que tener un enfoque diferente. El plan era, por primera vez, no correr. Hice toda la carrera sin correr ni un paso.” La decisión lo llevó a un momento gracioso durante el Prólogo, la carrera de calentamiento de un día antes de la X-Alps, contó. Mientras todos corrían al principio, se encontró caminando detrás de todos - rodeado de espectadores. “Al principio, tuve que pedir que me dieran paso y después los chicos que te muestran el camino pensaban que era un turista. Así que cuando les pregunté por dónde ir, ¡me mandaron al teleférico!

“Pero cuando llegué al teleférico me dijeron, ‘No, tú eres atleta, ¡tienes que ir por allá!’”

Entre tanto, Toma Coconea nos contó del día que llegó a 6000m en los Alpes. Debido a la alta presión en los Alpes (el día del aterrizaje masivo sobre el Mont Blanc), su asistente descifró que el límite de altura legal al que podría llegar ese día era 6040m.

“La verdad es que no estaba pensando en eso y no estaba bien vestido, pero cuando pasé el Monte Viso estaba a 5000m y pensé que podía llegar más alto”, explicó.

“Iba subiendo a 6m/s, casi a 6000m y estaba viendo la altura GPS y sabía que estaba llegando al límite. Así que metí el ala en pérdida.”

Después tenía “mucho, mucho frío” y se estaba escapando de un frente de ráfaga cerca de la siguiente baliza. Sin embargo, había mucha turbulencia - “Hice bastante SIV” - tomó la decisión de devolverse y aterriza en un lugar más seguro. Dijo que eso fue lo que le costó tiempo y distancia y la razón por la que no llegó hasta Mónaco. Seguía sonriendo.

Por último, Chrigel Maurer nos llevó a través de su viaje personal de niño piloto a sexacampeón del Red Bull X-Alps. Al principio, cuando quería empezar a competir, dijo, se compró un ala de competencia. “No servía mucho y de hecho era bastante peligrosa. Tuve suerte que los mejores pilotos del mundo estaban entrenando en mi zona y me ayudaron a conseguir otra ala.”

“Era una Omega 4, un ala de competencia vieja, pero buena motivación para aprender a volar rápido. ¡Me sorprendió lo bien que funcionó!”

Después, los transportes de la escuela de parapente Chillout Paragliding de Kari Eisenhut llevaron a los piloto de regreso a buscar sus autos y los que se quedaron se sentaron en la terraza bajo la luz de la luna y brindaron con schnapps. Más tarde, el dueño de la posada insistió en abrir otra botella de vino tinto. Como dije antes, hay ciertas cosas a las que uno simplemente no puede negarse.

EQUIPO X-ALPS ADVANCE Aaron Durogati, Toma Coconea, Patrick von Känel y Chrigel Maurer. Todos volaron con la Omega X-Alps 3 durante el Red Bull X-Alps de este año

MIRA EN LÍNEA

Video de Tim Pentreath de la fiesta de Advance tinyurl.com/y67f7hvz

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