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17 Minutos Sobre El K2

ESCALADA HELADA Volando frente al K2. La ruta clásica de escalada sube por la arista del lado derecho. Max despegó desde el campamento 4, sobre la ladera nevada dentro de la nube

Foto: Juan Carlos San Sotero

17 MINUTOS SOBRE EL K2

60Max Berger voló desde 8000m en el K2 en julio. Adi Geisseger cuenta la historia

Max Berger, 50, es bien conocido como montañista en su Austria natal. Sus incontables expediciones lo han llevado a los lugares más remotos como escalador y, últimamente, como guía. En julio, hizo del paramontañismo más extremo al escalar y volar desde el K2 sin oxígeno.

Max vive y trabaja en Grünau, Austria. Escala desde niño - su padre era guía de montaña - y el deporte corre por sus venas. Este guía de montaña calificado también trabaja de gerente de país para Petzl, el fabricante de equipo de escalada.

En julio, llevó a su primera expedición comercial a los picos gigantes del Karaórum y guió a sus clientes al Broad Peak (8047m) y al segundo pico más alto del mundo, el K2 (8611m). Mientras que el Broad Peak está considerado como un ocho mil “accesible” para los escaladores, el K2 tiene reputación por ser el más técnico y potencialmente mortal. A diferencia del Everest, en el que llegan docenas de expediciones y cientos de clientes con guías cada temporada, el K2 es menos congestionado.

Al ya no poder subir a la cumbre, Max bajó de la forma más rápida. Despegó desde una ladera a 8000m y bajó volando al campamento base a unos 5000m en 17 minutos.

SOBRE EL K2 Max Berger, a la izquierda, en la montaña y con su ala

Escalar y volar

“Mi primer contacto con el parapente fue cuando salieron las primeras alas”, me contó, desde Austria. “Debe haber sido a mediados de la década de 1980. Volé unos años, pero después lo dejé. Hace diez años, empecé a volar de nuevo y desde entonces hago tres o cuatro vuelos a la semana, cuando tengo tiempo”.

Escalar la montaña era la prioridad para Max y la posibilidad de bajar volando era secundario. “La idea original era escalar el K2 y fue después que se me ocurrió la idea de despegar desde la cumbre.”

Explicó, “En realidad no me gustan mucho las expediciones a los ocho miles. Hay demasiada gente y tanta gente hace que el riesgo sea mayor. Si alguien provoca una avalancha, puede matar a mucha gente muy rápido”.

Pero el K2 era diferente. Lo tenía en mente desde hace 30 años y quería subirlo de la forma más pura, sin oxígeno. Pero tiene suficiente experiencia como para saber que nada es gratis. “Pensé que si no era posible llegar a la cumbre, bajaría con los demás”.

En alta montaña, cada gramo cuenta. Durante la fase de planificación, la Run&Fly salió al mercado. No hay nada más ligero que un parapente que pesa gramos, no kilos, así que Max decidió llevar el parapente Dudek.

Usó un arnés recién desarrollado de Petzel, tanto para escalar como para volar. “En teoría no está permitido, pero gracias a ello no tuve que llevar dos arneses: uno para escalar y otro para volar”, dijo, “y sirvió”.

Explicó: “Recibí el ala en marzo y durante los dos meses que siguieron hice unos treinta vuelos con ella para agarrar suficiente confianza para el vuelo”.

‘Prohibido abortar’

El plan era que el ascenso desde el campo base tomara tres días. Eran tres escaladores, tres sherpas y Max, el líder de la expedición. “En realidad, alguien más iba a ser el líder pero estaba enfermo”, explicó Max. “Así que entré yo.”

La previsión meteorológica en la zona y en altura no es confiable, así que el grupo estaba en contacto con el Instituto Central de Meteorología y Geodinámica en Innsbruck. El plan cambió: escalar hasta la cumbre y despegar si se podía.

Escalar sin oxígeno a tal altura es del dominio de la élite física y mental. Max pasó seis meses entrenando para la expedición, incluyendo seis semanas antes de salir a Pakistán durmiendo dentro de una carpa especial que imita dormir a gran altura. También entrenó con una remadora y usó una máscara de oxígeno modificada para simular la altura.

“Hoy en día, la mayoría usa oxígeno en el K2”, explicó. “Facilita las cosas. Usar oxígeno a 8000m se siente como estar a 5000m sin oxígeno”.

LA MORADA DE LOS DIOSES El equipo ligero le permitió a Max combinar su Run&Fly ultraligera de Dudek con su arnés de escalada

Foto: Max Berger

La noche antes del ascenso a la cumbre la pasamos en el campamento 4 a unos 7800m. “Usualmente, uno sale del campamento de noche para llegar a la cumbre temprano en la mañana. Pero debido a una nevada enorme y al alto riesgo de avalancha, tuvimos que regresar y pasar otra noche en el campamento 4. A la mañana siguiente, pude despegar desde unos 8.000m con buenas condiciones”.

No había nada de viento, lo que desde luego trae sus propios problemas a tal altura. “Hay que correr muy rápido en un aire tan denso sin viento de frente. Además, ¡era una pendiente muy llana y tuve que correr entre la nieve!”

Añadió: “A esta altura, cualquier esfuerzo es difícil. Solo pensaba en una cosa: ¡estaba prohibido abortar!”

Luego de correr por nieve hasta los tobillos, el ala de Max subió y salió a volar. “La sensación fue indescriptible. ¡Lo había logrado! Me quedé sin aliento pero estaba feliz.”

El vuelo hasta el campo base a unos 5000m duró 17 minutos. Era de mañana, así que no había térmicas ni brisa de valle con las que hubiera que lidiar. “Fueron 17 minutos de experiencia única y de paisajes impresionantes. 17 minutos para bajar 3.000m. 17 minutos contra más de un día caminando y escalando para el resto del grupo”.

El campamento base estaba 3000m justo debajo de él, a apenas 3km, por lo que la tasa de planeo no era un problema. El problema es que no sabía que necesitaba un permiso para volar desde el K2, o en la región. Un permiso para escalar el K2 cuesta unos €2.000. El espacio aéreo alrededor de la montaña es una zona militar restringida y los permisos de vuelo deben tramitarse por separado. Max tuvo que enviar una disculpa formal al ejército pakistaní después del vuelo.

Casualmente, el vuelo de Max el 5 de julio de 2019 fue casi 40 años después del primer vuelo registrado desde la montaña. En 1979, Jean- Marc Boivin logró transportar su ala delta hasta el campamento 4 y después de haber llegado a la cumbre, bajó volando desde 7600m el 6 de septiembre de 1979. Nueve años después, se convirtió en el primero en volar desde el Everest (8848m).

¿Se ve volando del Everest en un futuro? “No sé si regresaré a los ocho miles”, dijo. “Tengo planes para la próxima primavera, pero no diré nada todavía. Todo puede cambiar.”

EN LÍNEA

Mira el video del vuelo de Max en tinyurl.com/y4amq8bk

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