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Estudio de paracaídas

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¡Brasil!

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SALVAVIDAS Los paracaídas vienen en formas y tamaños diferentes. Los cinco lados ayudan a aumentar la estabilidad pendular, según Nova. No importa qué tipo de paracaídas tengas, es importante saber cómo lanzarlo y qué hacer después

Estudio de paracaídas

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¿Podrías encontrar el paracaídas en caso de necesitarlo? ¿Se abriría? El Dr. Matt Wilkes estudió a 55 pilotos para averiguarlo

�SALVAVIDAS Los paracaídas vienen en formas y tamaños diferentes. Los cinco lados ayudan a aumentar la estabilidad pendular, según Nova. No importa qué tipo de paracaídas tengas, es importante saber cómo lanzarlo y qué hacer después

Desde el bote, Malin Lobb de Flyeo decía “Reserva, reserva, reserva”. Agarro el asa, salen los pines, saco el contenedor. Mientras mezo el brazo hacia adelante, el contenedor se enrolla en la banda y me pega en la cara. Me río mientras lo lanzo al aire. Cuando bajaba flotando suavemente hacia el lago, me doy cuenta pude haberlo hecho mejor.

Con frecuencia, en las investigaciones de accidentes se comenta que los pilotos de parapentes no lanzan el paracaídas a tiempo. En un análisis de incidentes de 2017, la Federación Francesa de Vuelo Libre (FFVL) llegó a la conclusión de que en 90% de los accidentes, no se lanzó el paracaídas. Estos accidentes produjeron nueve muertes. Claramente, tomar la decisión de lanzar el paracaídas siempre será un paso crítico. Sin embargo, una vez que se toma la decisión, el sistema de paracaídas de emergencia debe funcionar perfectamente y estar conforme a nuestras reacciones naturales bajo tensión. Después de todo, puede que haya poco tiempo, altura o reserva cognitiva para que el piloto resuelva cualquier problema del lanzamiento.

El entrenamiento para lanzar paracaídas es incompleto. Nos dicen cómo lanzarlo, puede que practiquemos ubicar el asa en vuelo y algunos de nosotros puede que lo lancemos desde una tirolina o durante un SIV. También recomiendan técnicas diferentes. Algunos recomiendan balancear el contenedor hacia adelante antes de lanzarlo hacia atrás, mientras que otros recomiendan un solo movimiento. Oímos que hay que lanzar el paracaídas hacia donde esté despejado, hacia el borde interno de la vela durante una rotación o hacia los pies.

Rara vez lanzamos paracaídas y pareciera que fuera secundario en la construcción de los arneses. Por ende, los diseños varían. Las asas pueden ser ventrales, estar cerca del muslo o de la cadera. En algunos arneses, hay que halar la bolsa en una dirección en particular. Algunos vienen con bolsas integradas, otros no. Mientras que los nuevos diseños son probados por pilotos de prueba antes de su comercialización, estos pilotos son profesionales y tienen más experiencia que el resto de los pilotos.

Sabemos de otras formas de aviación que algunos sistemas de seguridad funcionan mejor que otros, dada la respuesta instintiva del sujeto bajo presión. Desarrollar paracaídas de emergencia estandarizados que funcionen en armonía con la respuesta natural de los pilotos ordinarios podrían ahorrar tiempo de apertura, altura y por ende, vidas. Para arrancar este proceso, hicimos equipo con el club de parapente y ala delta del valle del Támesis en Reino Unido en su evento de reempaques en el que 55 de sus pilotos se ofrecieron a someterse a tensión psicológica y ser grabados en video lanzando el paracaídas desde una tirolina.

FAMILIARÍZATE Partes del sistema de paracaídas de emergencia y cómo están relacionadas con un arnés abierto convencional. Familiarizarte con todo el sistema te ayudará a perderle el miedo

IIustración: Basia Lesniewska

Las pruebas

Nuestros 55 pilotos tenían una edad promedio de 49 años, había 3 mujeres y 52 hombres. La mitad vuela desde hace tres años o menos y más de la mitad vuela menos de 25 horas al año. Todos empezaron el día en la estación de práctica para asegurar que tuvieran los mismos conocimientos. Practicaron ubicar el asa del paracaídas y la rutina en la tirolina. A todos los pilotos se les dio guantes convencionales y se les pidió sostener las asas de freno de la misma forma tipo ‘principiante’ para evitar confundir los resultados.

Después, los pilotos subieron uno a uno a la plataforma de la tirolina y se les bajó de un lado con su arnés. Los colgamos de un lado y en un ángulo incómodo para aumentar la ansiedad y para inducir la caída, cabeceo y movimientos laterales al soltarlos, similares a los de su ala inestable en vuelo. Colocaron las manos en frenos de mentira y se les pidió que miraran dos luces LED. Cuando

se encendía un LED, tenían que frenar ese lado. Al mismo tiempo, les pedimos que dijeran todas las palabras que pudieran que empezaran por A. Después, los soltamos sin advertencia unos 15-60 segundos después.

La idea era que, al momento de soltarlos, los pilotos tuvieran las manos en los frenos en la posición habitual, que estuvieran viendo hacia arriba (hacia la vela) y que estuvieran ansiosos y bajo tensión. Posteriormente, cuando entrevistamos a los pilotos, 83% dijo haber estado “completamente” o “muy” concentrado en la tarea antes de que se soltara la línea, así que estamos confiados en que los obligamos a hacer el cambio cognitivo clave de una tarea (“lidiar con el ala”) a otra (“lanzar el paracaídas”).

Análisis de los datos

Luego de tres semanas encerrado en el sótano analizando gigabytes de video, cuadro por cuadro, le mostramos los videos a dos grupos de expertos. El primer grupo era Fabien Blanco, Malin Lobb y el equipo de Flyeo, un centro de entrenamiento en Annecy, Francia y el segundo era Dave Thompson (jefe técnico de la Asociación Británica de Ala Delta y Parapente, BHPA), Bill Morris (consejero de paracaídas de emergencia para la BHPA), Nick Smith (piloto de parapente e ingeniero de pruebas en Airbus) y la Dra. Becky Cranfield (profesora de factores humanos en la Universidad de Canfield).

Agrupamos los arneses en cuatro categorías para compararlos:

1. Abierto, paracaídas bajo el asiento (67%)

2. Abierto, paracaídas ventral (13%)

3. Carenado, paracaídas bajo el asiento (18%)

4. Carenado, paracaídas ventral (2%).

Cuando comparamos las velocidades de lanzamiento, usamos el tiempo transcurrido entre que se soltó el freno en vez del inicio del descenso de la tirolina. Esto significó que el tiempo de reacción del piloto (el tiempo que le tomó darse cuenta que había comenzado el descenso, y el momento del lanzamiento) no afectaría los resultados.

Hallazgos

1. 4% de los pilotos habrían fallecido

Mientras que 53 de los 55 pilotos pudieron lanzar el paracaídas antes del final de la tirolina, dos (4%) no pudieron. Uno tenía un paracaídas mal empacado mientras que el otro tomó el posapié además del asa, lo que le impidió extraer la bolsa interna del arnés. Habría sido un problema fácil

de resolver solo con soltar el posapié o con agarrar la bolsa. Sin embargo, la sobrecarga cognitiva de la situación hizo que no pudiera resolver el problema en los siete segundos que le quedaban en la tirolina. Este evento demostró por qué nuestro equipo de seguridad debe funcionar a la perfección ya que cuando un piloto está bajo tensión puede que no tenga la capacidad mental para resolver problemas menores.

2. El tiempo promedio fue 1,85 segundos

En los lanzamientos exitosos, el tiempo promedio entre que soltaron los frenos hasta que sacaron la bolsa interna fue de 1,85 segundos (un rango de 0,84-3,72 segundos). Solo ocho pilotos tenían paracaídas ventrales, una muestra no lo suficientemente grande para decir si son más rápidos de lanzar o no aunque parecían serlo.

Mientras que dos segundos pareciera rápido (y lo es), debemos recordar que el lanzamiento es solo parte de una “cadena de supervivencia” mucho más larga que también incluye la decisión de lanzarlo, sacar las manos de los frenos, el paracaídas que sale de la bolsa interna, el paracaídas que se abre, inutilizar el parapente y prepararse para aterrizar con el paracaídas. Por ello, el lanzamiento debe ser lo más impecable posible.

3. No vemos el asa sino que la sentimos

Cuando los pilotos volteaban la cabeza hacia el lado del paracaídas, no parecía que estuvieran buscando específicamente el asa. Solo hacían un esfuerzo coordinado de buscar ver el asa en caso de problema.

La prioridad parecía ser su trayectoria por la tirolina y rara vez veían si el paracaídas había abierto correctamente.

Uno de los hallazgos más sorprendentes fue que 85% de los pilotos con paracaídas bajo el asiento instintivamente buscaban el asa a nivel de la cadera sin importar dónde se encontraba. Por ello, 68% no ubicó el asa a la primera y perdió hasta medio segundo. En cambio, todos los pilotos con paracaídas ventrales ubicaron el asa a la primera.

Llegamos a la conclusión de que el asa de los paracaídas bajo el asiento debería estar a nivel de la cadera para poder ubicarla fácilmente. Una posición “anatómicamente” convencional también ayudaría a los pilotos cuando cambien de arnés. Las asas deben ser de colores vivos y estar libres de obstáculos ya que los pilotos confían en la vista cuando falla el tacto.

De igual forma, añadir flechas que apunten al paracaídas cuando miren hacia adelante o hacia la vela (quizás en la banda derecha) podrían ser recordatorios útiles para cambiar de tarea entre resolver el problema con el ala y lanzar el paracaídas antes de que se les acabe el tiempo.

4. Halamos hacia arriba

En algunos arneses, debemos halar la bolsa interna en una dirección específica, como lateralmente, por ejemplo. Sin embargo, sin importar el diseño del arnés, 70% de los pilotos halaron el asa hacia arriba o hacia arriba y hacia atrás. Los pilotos seguían halando sin importar que la bolsa interna se atascara dentro del arnés. Algunos hasta cambiaron el agarre para halar más fuerte, en vez de cambiar de dirección.

Tiene sentido desde el punto de vista biomecánico, ya que halar el asa es una acción urgente y una flexión del bícep hacia arriba es un movimiento natural y más fuerte. Los futuros arneses deberían permitir una extracción en cualquier dirección.

Una cinta corta hace el lanzamiento más difícil para los pilotos pequeños

5. Los pilotos pequeños deberían revisar la cinta del asa

La cinta del asa la conecta a la bolsa interna. En algunos casos, la cinta era tan larga que el brazo del piloto estaba completamente extendido antes de que la bolsa saliera del arnés. Esto hacía muy difícil extraer el paracaídas o lanzarlo con fuerza. En cambio, las bolsas internas con uniones integradas y cortas parecían funcionar mejor.

Contenedor ventral que se voltea 6. Banda enredada en la muñeca con lesión potencial en el brazo

6. Fija el contenedor ventral

Los contenedores ventrales funcionaron muy bien en nuestro estudio. Sin embargo, nos dimos cuenta que si no estaban fijados se volteaban hacia arriba al halar el asa, lo que hacía que el paracaídas fuera más difícil de extraer y se reducía la ventaja mecánica. Este sería un problema muy fácil de corregir para los fabricantes simplemente añadiendo un fijador en la parte inferior del contenedor. Puedes colocarlo tú mismo.

4. Una cinta corta hace el lanzamiento más difícil para los pilotos pequeños 5. Contenedor ventral que se voltea 6. Banda enredada en la muñeca con lesión potencial en el brazo

7. Haz un solo movimiento hacia atrás

Los pilotos que lanzaron el paracaídas con un solo movimiento hacia atrás tuvieron aperturas bastante más rápidas que los que intentaron traer primero el paracaídas hacia adelante.

Traer el paracaídas hacia adelante también hizo que se redujera la fuerza de lanzamiento y aumentara el riesgo de enredos. Hubo un caso en el que la banda se enredó en la muñeca del piloto. De haberse abierto el paracaídas, habría ocasionado traumatismos en el miembro superior. A los pilotos con paracaídas bajo el asiento y asas en la cadera, recomendamos el mantra “golpea la cadera y lánzalo”.

8. Practica, practica, practica

Después de ver los lanzamientos, el equipo sintió que había que practicar mucho más lanzar paracaídas.

En paracaidismo, los paracaidistas practican la rutina de lanzamiento antes de abordar el avión, mientras se preparan para saltar y justo antes de salir de la aeronave en cada salto. Deberíamos hacer lo mismo en el aire, quizás como parte de una revisión después de despegar y después varias veces durante cada vuelo.

También notamos que a la mayoría de los pilotos les serviría entender mejor el sistema de su paracaídas. Se podría empezar durante el curso y los alumnos podrían aprender de forma más detallada acerca de la instalación, guía de la banda y la importancia de aflojar los Velcros con frecuencia. Antes de terminar el curso, deberían sentarse en el arnés colgado de un simulador y practicar lanzar el paracaídas varias veces con un paracaídas de mentira para entender los ángulos y fuerzas requeridas.

Lo ideal es que todos los pilotos hicieran lo mismo después de comprar un arnés o paracaídas nuevo. Todos deberíamos lanzar el paracaídas en una tirolina o de ser posible, durante un curso SIV.

BAJO EL PARACAÍDAS Lanzamiento de paracaídas. El paracaídas hace su trabajo y debe controlarse el parapente o interferirá con el paracaídas

Foto: Nova

Limitaciones del estudio

Como investigadores, siempre estamos conscientes de las limitaciones de nuestro trabajo. En este estudio, lo más importante fue que, a diferencia de una emergencia real, la vida no estaba en riesgo. No había que pensar en le altura ni inhibiciones para lanzar el paracaídas: en vuelo, hay que pensar entre solucionar el problema y un descenso no controlado con el paracaídas y la altura. En cambio, en nuestro estudio, lanzar paracaídas inmediatamente fue siempre la decisión acertada.

A pesar de que los pilotos sí experimentaron cierta desorientación espacial y aceleración lineal, en muchas emergencias habrá bastante desorientación y fuerzas rotativas. Estas fuerzas seguramente harán que la extracción del paracaídas sea más difícil, en particular para el 30% de los pilotos que solo pudieron agarrar el asa fácilmente con una sola mano. Sin embargo, debido a que todas estas limitaciones hicieron que los lanzamientos fueran más fáciles en nuestro estudio que en la vida real, sentimos que hicieron nuestros hallazgos más urgentes en vez de menos.

Qué sigue

Somos un deporte que madura y la seguridad debe mejorar de mano del rendimiento. Como pilotos, debemos tener confianza en que nuestros paracaídas funcionarán sin problema en uno de los puntos más críticos de nuestra vida.

Esperamos que nuestro estudio sirva para mejorar y normalizar los sistemas de paracaídas. Nos encantaría ver a los fabricantes y asociaciones trabajando juntos para pulir nuestros hallazgos y subir las expectativas de nuestros equipo.

Como podrás imaginar, nuestro estudio fue un gran trabajo en equipo. Agradecemos a Andre Bandarra, dr. Peter Buckle, dr. Clare Eglin, Basia Lesniewska (diagrama del paracaídas), dr. John Leach, Geoff Long, dr. Heather Massey, prof. Chris Sangwin, Nick Smith, Sam Smith, David Thompson, prof. Mike Tipton, Frazer Wilson; Club de Ala Delta y Parapente del Valle del Támesis, Flyeo, GoApe, revista Cross Country, Universidad de Cranfield, Universidad de Portsmouth; el grupo de sondeo y los pilotos que participaron en el estudio. El estudio tuvo el apoyo de los clubes Lanarkshire y Lothian Soaring Club y la beca GP Olley de la Real Asociación Aeronáutica. Contacta al autor por matthew.wilkes@port.ac.uk.

HALLAZGOS

• Tiempo promedio de lanzamiento: dos segundos

• Los pilotos primero sienten al asa, luego la ven

• Todos halamos hacia arriba

• Los pilotos pequeños necesitan asas con cintas cortas

• Los paracaídas ventrales se voltean

• Practicar en un SIV o tirolina ayuda

RECOMENDACIONES

• Normalizar la posición de las asas en la cadera

• Cintas de unión de las asas según la estatura del piloto

• Permitir extraer el paracaídas en cualquier ángulo

• Asegurar los contenedores frontales

• Lanzar con un solo movimiento

• Realizar más simulacros de lanzamiento de paracaídas.

CONSEJOS

• Revisa todo el sistema cada vez que vueles

• Revisa que los Velcros, cierres y pines estén limpios y libres

• Separa los Velcros rígidos y vuelve a unirlos suavemente, no los presiones

• Si el asa se ha aplanado, vuelve a darle su forma original

• Practica ubicar el asa en condiciones tranquilas. Acostúmbrate a pensar dónde está el paracaídas - ubícala en condiciones tranquilas sin mirar y agárrala suavemente. ¿La encontraste a la primera? También puedes hacerlo en un simulador

• Cuídalo: extiéndelo para que se seque en caso de mojarse; reempácalo cada temporada; evita sentarte sobre el mismo.

• Si tienes la oportunidad, lánzalo en una tirolina, curso SIV o simulador de fuerzas G

EN LÍNEA

Para ver una discusión detallada del método y hallazgos del estudio y algunos videos de lanzamientos, mira el video de la entrevista de André Bandarra al autor del estudio, el dr. Matt Wilkes en >> youtu.be/-HS1ppN6vw4

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