Guillermo Basagoiti: entre pulsión y materia Sana López Abellán
IG @sana.lopez.abellan
Comisaria y artista
Lo primero que nos dice Basagoiti es «¿separación del ser humano de la naturaleza? Pero, ¿acaso no es el hombre un ser natural, un animal?». Pronto llegamos a la conclusión de que seguramente el deseo del ser humano para colocarse fuera de la naturaleza viene de su propia historia (relativamente) reciente, como un ser iluminado, «cultural», fuera de la barbarie. Fruto de la influencia de la iglesia, la colonización y hasta del pensamiento posmoderno se considera al ser humano como dominador de la naturaleza. Lo que es fácil de olvidar es la configuración primordial —o programación— del Homo sapiens. En nuestro día a día, muchos actos proceden de algún rasgo instintivo, de un impulso (epi)genético que nos lanza precisamente en esa dirección. Para Basagoiti, su quehacer artístico es un proceso pulsional, intuitivo. La obra se presenta, primero, en su imaginario; luego, se fabrica y, finalmente, se contempla. La idea cristaliza a posteriori. E incluso más tarde se añaden las palabras. En este sentido, el artista es como el hombre primitivo que experimentaba con lo que tenía en su entorno para expresar lo simbólico de su mundo interior; siempre conectado con las características de los materiales que utilizaba.
Guillermo Basagoiti, Ellos.
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