LA MALDICIÓN DEL 10
UN DORSAL DIFÍCIL DE “LLENAR” EN EL SANTOS La camiseta 10 pasó de ser un número común a la casaca que distingue a muchos excelsos jugadores que militaron y militan en el club paulista. Neymar, Robinho y Soteldo son los mayores herederos
S
i hay un número que es sinónimo de liderazgo, grandeza y mucho talento ese es el 10, dorsal deseado por todo jugador que ocupe una posición del mediocampo hacia adelante. Pero, en la década de los 50´ (cuando comenzaron a usarse los dígitos en las camisetas) la aclamada cifra era común (como las demás).
Foto: www.ebay.com
Hubo un genio que cambio la historia de este número y empezó a escribir su nombre en la historia del Santos FC vistiendo la camiseta 10 en sus espaldas.
50 Especial Pelé “O Rei” www.meridiano.net
PELÉ Edson Arantes Do Nascimiento, mejor conocido como Pelé, tuvo el privilegio de ser quien le regalara los primeros años de gloria al club de sus amores, el Santos FC. Su historia con esta oncena brasileña fue un complemento, para demostrar lo grande que era esta leyenda del fútbol sudamericano, llevando al éxito a este equipo en varias oportunidades y haciendo lo que a muchos les cuesta actualmente, que es brillar tanto en su club como en su seleccionado. Desde 1956 empezó a hacerse nombre y números con esta franquicia que lo vio crecer fut-
bolísticamente. La magnitud de su proeza se encuentra en varios números con los que marcó un antes y un después. 16 años tenía el brasileño en su debut oficial con Santos. 4 veces alzó el trofeo de RioSao Paulo. 10 veces conquistó la competición Paulista. 41 anotaciones tuvo en su primera temporada en solo 38 desafíos. Fue segundo máximo goleador (5) en su primer torneo de Río Sao Paulo. En 1960, 1961 y 1962 fue el que más aciertos tuvo en las porterías rivales en el campeonato Paulista. En la temporada de 1959 (con solo 18 años) anotó la friolera cantidad de 127 tantos. Las generaciones siguientes Luego de la partida de “O Rei” de los “Peixe” en 1975, todo jugador que llegaba a este club del brasileño soñaba con vestir una franela, con el ahora bien reconocido número 10, siendo pocos los que lograron darle el honor necesario, pero no es para menos, porque al salir a jugar en la misma oncena que Pelé estuvo casi toda su vida y con ese mítico dorsal la presión es el principal factor en el campo.
