Editorial “Dándonos a conocer el Misterio de su voluntad según el benévolo designio que en él se propuso de antemano, para realizarlo en la plenitud de los tiempos: hacer que todo tenga a Cristo por Cabeza, lo que está en los cielos y lo que está en la tierra”. Efesios 1, 9-10.
Pbro. Fidel A. Munguía Ruiz Director de la Obra
Les saludo con el agrado de siempre, deseando paz y bien a cada una de sus personas y familias. Agradezco profundamente a Dios, cuya presencia se hace evidente en nuestra vida, que nos permite encontrarnos nuevamente.
Sabida cuenta, hemos ido viviendo este tiempo de pandemia como un camino de confianza y de abandono a Dios, y aunque muy de cerca hemos sido testigos de desalentadoras noticias, de irreparables pérdidas, también hemos podido constatar el valor insustituible de la familia y amigos, la certeza del amor de Dios que nos arropa y que hace posible que nuestros temores los podamos afrontar con nuestra confianza puesta en Él. Dios está, Dios construye la vida y la historia junto a nosotros. Tiene un incondicional amor por nosotros por eso no abandona. Él reina en la certeza de un amor comprometido con nuestro tiempo y circunstancias, por eso el amor es un triunfo, su Amor es un triunfo sobre la devastadora muerte y el deshumanizador pecado que parecen ser tan determinantes. Solamente asi, puesta nuestra mirada en el Hijo de Dios, abriéndonos a una confianza ilimitada y a un abandono a su amor, sabremos del gran valor y peso tan decisivo que en la vida tiene la fe. Por eso deseo que a través de estas páginas, recorras junto a nosotros esta especial temática, alrededor de la reflexión sobre la solemnidad de Cristo Rey, que como bien sabemos viene al ser el culmen del presente año litúrgico. Solemnidad que viene a ser recuerdo y compromiso para nosotros los creyentes que aspiramos estar donde nuestra Cabeza, que es Cristo nos aguarda. Muchas gracias por ser parte de este renovado proyecto, que nos ha motivado e impulsado para adaptarnos a los tiempos desafiantes que vivimos como Iglesia y como Seminario, el semillero de las vocaciones para nuestra querida diócesis. Los abrazo desde el alma, con el afecto de siempre. Pbro. Fidel Alejandro Munguia Ruiz Director de la Obra de las Vocaciones
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