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Viernes 16 de diciembre
En el hospital se ríe
Un nuevo día en práctica en contexto hospitalario significa un día más en lo que no sabes que podrás encontrarte. Para esta oportunidad íbamos preparadas con distintos materiales de ser necesario: arcilla y los experimentos del encuentro pasado. A nuestro encuentro llegaron Maximiliano y Samantha, quienes nos recibieron encantados. Compartimos la lectura planeada y comenzamos con la aventura de usar arcilla. No estaba entre nuestros planes pedirles que tantearan los elementos (cartón, tapas y arcilla) con los ojos cerrados, fue algo que se improvisó conforme la situación avanzaba y se creó un ambiente de espera y suspenso que permitió a los niños disponer sus sentidos. La arcilla se sentía blanda pero un tanto seca y al proponerles echar un poco de agua, notaron como su textura cambiaba, se hacía más maleable. Un comentario nació de Maximiliano “le hecho cremita”, me pareció curiosa su asociación entre la textura de la arcilla, un tanto cremosa, con lo que sería directamente una crema para el cuerpo. Ambos realizaron distintas creaciones que dejaron secando al sol, y, cuando estábamos por disponernos a marcharnos, se mostraban tajantes en que nosquedáramos; valoro elentusiasmo con el que participan en las actividades que llevamos, y lo diferentes que pueden ser las propuestas dependiendo del contexto, puesto que, a mi parecer, su atención es bastante sostenida con el apoyo de encontrarse en un lugar, quizás aburrido; lo que mostraría una pertinencia por parte de las interacciones con educadoras infantiles, que con sus actividades, les permiten apropiarse de su cuerpo de una manera distinta en su estancia en el hospital.
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Seguidamente estuvimos con María, una adolescente de unos 15 años, a quien le llevamos lapropuestade los experimentos científicos. Por un momento tuve el perjuicio de creer que sería una actividad aburrida para ella, pero la verdad es que estuvomuyatentaalalecturadelcuentoy a los experimentos; ella nos sorprendió con sus conocimientos previos, logrando dar explicaciones físicas a los fenómenos que le presentamos como “magia”.
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Para cerrar, tuvimos la oportunidad de compartir,enotrahabitación,conJohande unos 13 años y Liam de unos 6 años y sus acompañantes. Para ellos decidimos proponerles el espectáculo de experimentos. Disfruté mucho el tiempo que pasamos en este espacio, sus acompañantes gozaron tanto la lectura como la presentación. Todos en la sala se mostraron activos, asombrados y hasta divertidos con nuestra propuesta y las ocurrencias de “la bruja escaldufa”. Me encantó poder ver el resultado de una propuesta enfocada en la enculturación científica, notar como se podían apropiar de nuevos conceptos y participar de manera activa con hipótesis, verificaciones; etc. Si bien Liam se encontraba en cama debido a un pie enyesado, esto no le impidió participar, todo el tiempo le facilitamos los medios y pudoestarpendientedesusresultados.Me surgeunainteresantereflexión,decómoes posible que, en un lugarcomo un hospital, haya la oportunidad de que circule la alegría y la diversión.