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Ecoideas III
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NOSOTROS
Ecoideas III
¿BASURAOABONO? MATERIAORGÁNICAENACCIÓN
Francisco Mora ■ Tamara Ortiz-Ávila
En el artículo anterior de la serie Ecoideas,1 hablamos sobre la forma
en que la sociedad actual genera desechos y cómo éstos pueden ser aprovechados, reutilizados o reciclados. Acotamos dicho artículo a todos aquellos desechos inorgánicos, es decir, que provienen de la transformación de hidrocarburos (como el plástico) u otros materiales como el vidrio o el metal. Sin embargo, nos falta platicar sobre los desechos orgánicos. La naturaleza y el tratamiento de éstos constituyen el tema central del presente artículo.
¿Qué es un desecho o residuo orgánico?
En primer lugar, debemos entender qué es un residuo orgánico y por qué se le llama así. De manera general, orgánico se refiere a toda aquella materia que proviene directamente de los seres vivos (sin transformar o industrializar) como hojas, ramas, frutos, excreciones de animales, etc. En la naturaleza, cuando esta materia llega al suelo, sufre un proceso de descomposición, generado principalmente por hongos y bacterias microscópicas. Dichos organismos la trituran hasta volverla casi invisible al ojo humano. Y es así como se reciclan los nutrientes que las plantas absorben por las raíces para cumplir con su ciclo biológico (nacer, crecer, reproducirse y morir).
Ahora bien, los residuos orgánicos son todos los restos de esta misma materia que generamos en nuestros hogares, en la escuela, en restaurantes y sitios
1 Francisco Mora y Tamara Ortiz-Ávila, “Ecoideas II. ¿Basura o residuos sólidos? Problemas y soluciones”,
Correo del Maestro, núm. 152, año 13, enero de 2009, pp. 5-22.
Foto: Andrés Camou. de trabajo. Están conformados básicamente por restos de comida y de jardinería, y constituyen alrededor de 50% de los residuos sólidos que producimos. El problema con los residuos orgánicos es que, en lugar de reincorporarse al suelo como ocurre en la naturaleza, los mezclamos con los inorgánicos y los tiramos como basura. Esta basura mezclada –como vimos en el artículo anterior–genera contaminación en el suelo, en el aire y en el agua. En especial, los restos orgánicos que se acumlan en los tiraderos y en las calles atraen animales como las ratas, que son dañinos para el humano ya que transmiten enfermedades. Por lo tanto, esto se convierte no sólo en un problema ambiental, sino también de salud. Figura 1. Residuos orgánicos. El primer paso para reducir la contaminación por residuos orgánicos es entonces separarlos de los inorgánicos. Ésta es una práctica común en las zonas rurales, donde los residuos orgánicos se utilizan para alimentar a los animales. Podemos también convertirlos en abono para plantas mediante el compostaje. Al hacerlo, disminuimos de 50% a 70% el volumen de residuos sólidos que generamos o entregamos al camión recolector.A continuación aprenderemos cómo lograrlo.
¿Cómo podemos clasificar los residuos orgánicos?
Antes de entrar al tema de la composta, es necesario aprender a clasificar los residuos orgánicos. Como mencionamos, se trata de los que provienen de los seres vivos. En principio podemos clasificarlos en tres tipos. Más adelante veremos que esta clasificación no implica que tengamos que separar los residuos orgánicos en tres; sencillamente nos permite conocerlos y saber qué variedad de composta haremos. Los tipos de residuos orgánicos son los siguientes:
TIPO 1. Los que contienen gran cantidad de carbono (C) que provienen de plantas secas, como ramas, hojas, paja, aserrín, papel (sin tinta de colores), pasto, hojas de maíz, etcétera. TIPO 2. Los que son ricos en nitrógeno (N), como estiercol de cerdo, conejo, gallinaza y aquellos que contienen orina. Éstos son más habituales en el campo, donde hay aves de corral y otros animales. TIPO 3. Los intermedios, que son los más comunes y que contienen cantidades proporcionales de nitrógeno y carbono (N y C). Provienen de alimentos que consumimos, como cáscaras de frutas, verduras y huevos, huesos, pellejos, tortillas, pan, comida que se ha echado a perder, hojas y pastos frescos, y estiércoles de animales rumiantes como las vacas.
Existe otro tipo de clasificaciones según la cantidad de humedad que contienen o su origen (animal o vegetal). Sin embargo, como a nosotros nos interesa hacer composta, utilizaremos la clasificación según sus contenidos de N y C.
La composta: una forma sencilla de ayudar al suelo
Para hacer esta primera separación de residuos orgánicos e inorgánicos, podemos utilizar botes de plástico como las cubetas de pintura, o bien huacales o cajas de madera (como las que se usan en los mercados) forrados con plástico. Éstos se colocarán en los salones de clase o en las cocinas donde se preparan los alimentos. El número y la capacidad de botes o cajas que usemos dependerán de la cantidad de residuos que generemos. En ellos colocaremos todos los residuos orgánicos que recolectemos a la hora del almuerzo, el recreo o en la cocina, como semillas de durazno, la servilleta de la torta, la cáscara de aguacate, etc. Una vez que se llene este recipiente, trasladaremos los residuos hacia la composta.
Foto: Andrés Camou.
Figura 2. Caja compostera de madera.
Foto: Andrés Camou. Después de separar los residuos orgánicos de los inorgánicos y que nuestros botes o cajas de madera estén llenos, es hora entonces de hacer la composta. El compostaje es un conjunto de procesos mediante los cuales el ser humano ayuda a la descomposición de los residuos orgánicos para transformarlos en suelo. En este proceso interviene el oxígeno y es por ello que se le conoce también como descomposición aeróbica. En el proceso de compostaje el resultado final es un suelo oscuro, con olor a tierra fresca y rico en nutrientes para las plantas como el nitrógeno y el carbono. También se obtienen otros elementos y minerales como fósforo(P), potasio (K), calcio (Ca) y magnesio (Mg) Figura 3. Composta elaborada a partir de residuos de cocina (ver fig. 3). (tipo 3). Observa el color oscuro de la tierra. La elaboración de composta consiste esencialmente en juntar en un espacio dado los residuos orgánicos acumulados, colocar un poco de tierra y con ello poco a poco se irá formando nuestro suelo. No existe una receta universal para hacer composta ya que cada lugar, familia o comunidad genera diferentes tipos y cantidades de residuos orgánicos. Sin embargo, hay aspectos que son importantes y que veremos a continuación. Lo primero son los materiales y las herramientas que necesitamos para hacer una composta (ver fig. 4): •Botes, cubetas o cajas de madera con tapa para colocar los residuos orgánicos •Un bote o caja compostera que puede ser de madera, tabique, plástico o malla mosquitera con tapa, ventilación y una puerta en la parte inferior •Un poco de tierra, de preferencia con lombrices •Una pala •Un trinche, rastrillo o bieldo •Una regadera •Guantes •Cernidor El tamaño del bote compostero dependerá de la cantidad de residuos orgánicos que se manejen. Podemos comenzar con uno, y poco a poco ver si es nece-
Caja compostera Pala
Rastrillo Guantes Cernidor
Bote
Cubeta
Tierra con lombrices
Figura 4. Materiales y herramientas para la elaboración de la composta. Regadera
sario hacer otro. Hay muchos tipos de botes composteros. Se pueden utilizar tambos o hacerlos con tablas, o bien con palos de madera, y rodearlos con malla mosquitera. Lo importante es que tengan tapa y ventilación, cuidando que los orificios de ésta no sean lo suficientemente grandes como para que los ratones u otros animales entren (ver fig. 5).
En caso de que en la escuela se generen residuos orgánicos de cocina (tipo 3) y de jardín (tipo 1), se pueden hacer dos compostas separadas ya que los residuos tipo 1 (ricos en C) tardan más en descomponerse debido a que contienen gran cantidad de celulosa –moléculas de glucosa no solubles en el agua–y de lignina, que son componentes químicos muy rígidos que se encuentran en las plantas leñosas. Una composta es buena cuando contiene 30 partes de carbono (C) por una de nitrógeno (N). Por ello, al mezclar nuestros residuos orgánicos debemos considerar cuánto podemos echar de residuos tipo 1 y cuánto del tipo 2. El tipo 3 normalmente está más equilibrado, aunque es posible combinarlo con un poco del tipo 1.Sin embargo, esto lo decidiremos conforme vayamos observando el proceso de descomposición. Po- Figura 5. Lombriz roja de California (Eisenia andrei). demos ir mezclando y haciendo cuantas
Foto: Andrés Camou. compostas diferentes creamos necesarias. Es fundamental que la ubiquemos en un lugar a media sombra. Es decir, que reciba un poco de calor y de sombra. Igual de importante es regular el nivel de humedad. Si la composta tiene exceso de agua, no habrá suficiente oxigenación y entonces el proceso de descomposición ya no será aerobio (en presencia de oxígeno), sino anaerobio, en cuyo caso la composta generará mal olor y empezará a atraer moscas y otros animales no deseados. Por ello el bote compostero deberá tener tapa para proteger del exceso de agua durante la época de lluvias, y en su fondo, orificios para permitir la salida del agua excedente. Por el Figura 6. Caja compostera de tabiques. contrario, hay que mantener la composta húmeda en la época de secas, de lo contrario se reducirá la velocidad a la que ocurre el proceso. Conocer el nivel óptimo de humedad de una composta se logra con el paso del tiempo y la acumulación de experiencia. El tiempo de descomposición dependerá del tipo de residuos orgánicos, el clima y la humedad del sitio. Pero en promedio una composta puede obtenerse entre 3 y 6 meses a partir del momento en el que comenzamos. Existen formas de compostaje capaces de acelerar el proceso de descomposición. Tal es el caso de la lombricomposta. La lombricomposta consiste esencialmente en agregarle a nuestro bote compostero lombrices de tierra. Estas lombrices ayudan mucho porque se comen la materia orgánica y la desechan en forma disponible para las plantas. Existen diferentes especies de lombrices. La que mejor funciona es una conocida como “lombriz roja de California” (Eisenia andrei) (ver fig. 5), seguida de la “lombriz tigre” (Eisenia fetida). En México podemos encontrar la lombriz tigre en los jardines bien abonados, mientras que la lombriz roja de California hay que conseguirla con amigos, o bien, comprarla.
Actividades
El proceso de compostaje es sencillo, pero requiere una labor conjunta entre maestros, alumnos y personal de la escuela. Es conveniente crear papeles con responsabilidades por grado, por salón o como los profesores lo consideren mejor.
Actividad 1. Hagamos composta
Antes de iniciar nuestra composta habrá que considerar algunos aspectos, por ejemplo: ¿cuáles son los espacios con los que cuento para hacer la composta? Es importante que se trate de un lugar sombreado y cercano pero no tanto como para que moleste a otras personas. Otro aspecto a tener en cuenta es cuántos maestros, alumnos y personal de la escuela están dispuestos a colaborar en el proyecto de la composta.
Paso a paso
1. Se juntan los residuos orgánicos de los salones en botes o cajas. 2. Se construye el bote compostero. 3. Se agrega al bote compostero una capa de tierra o estiércol (quienes pueden tener acceso a éste). 4. Se colocan los residuos orgánicos de cocina (tipo 3). 5. Se coloca una capa de residuos tipo 1. 6. Se tapa y se riega para mantenerla húmeda (cuando sea necesario). 7. Se pueden adicionar más residuos orgánicos, repitiendo los pasos 3 al 6. 8. Después de un mes, se abre la puerta inferior del bote compostero y se observa la tierra. Si está lista se saca cuidadosamente con una pala y se cierne. Los trozos de residuos que no se han descompuesto se vuelven a colocar en la composta (ver fig. 1). 9. La tierra obtenida la podemos utilizar para abonar plantas en maceta, árboles o para hacer la hortaliza de la escuela.
Actividad 2. Obtención y crianza de lombrices
1. Se prepara un poco de agua jabonosa en un recipiente. 2. Se busca un jardín con tierra. 3. Se vierte un poco de agua jabonosa sobre la tierra. 4. Las lombrices comenzarán a salir. En caso de que no salgan, habrá que buscar otro sitio mejor abonado. 5. Tomar las lombrices y guardarlas en un frasco con algodón mojado. Esto las purgará del jabón. 6. Preparar una caja de plástico o madera sin orificios pero con ventilación, y agregarle tierra y estiércol de vaca o caballo. 7. Colocar las lombrices. 8. Poner la caja en un lugar sombreado. 9. Regar frecuentemente la tierra y mantenerla húmeda. 10. Después de una semana, observaremos que tenemos más lombrices.
Colectar algunas y agregarlas al bote compostero.
Enlaces de internet recomendados
• http://semades.jalisco.gob.mx/02/pdf/composta.pdf • http://www.basuracero.org.ar/descargas/manual-para-hacer-composta-aerobica.pdf • http://www.semarnat.gob.mx/estados/oaxaca/Documents/COMPOSTA.pdf • http://www.tierramor.org/permacultura/composta.htm
Comentarios y sugerencias
correo@correodelmaestro.com ecoideas2008@gmail.com
Referencias CAPISTRÁN F., E. Aranda y J. C. Romero, Manual de reciclaje, compostaje y lombricompostaje, Instituto de Ecología, Xalapa, México, 2001, 150 pp. CENTRO Agroecológico “Las Cañadas”, Manual del cultivo biointensivo de alimentos, disponible en internet: www.bosquedeniebla.com.mx. RODRÍGUEZ, M. A. y A. Córdova, Manual de compostaje municipal, Semarnat /INE /GTZ, México 2006, disponible en: http://www.ine.gob.mx/publicaciones/libros/499/produccion.html. TIERRAMOR, Granja, La hortaliza familiar biointensiva, apuntes del taller práctico introductorio, Erongarícuaro, Michoacán, 2005, 30 pp., disponible en internet: www.tierramor.org.