certidumbres E INCERTIDUMBRES
Aproximaciones sobre infancias y adolescencias CONTEMPORÁNEAS Horacio Belgich
Nos hallamos en un periodo histórico en el que se intensifica la renovación de las diferencias sociales, culturales, tecnológicas. Esas diferencias nos acosan e interpelan, pues como personas preocupadas por la educación debemos atenernos a esa renovación. Nuestra sensibilidad, de hombres y mujeres adultos, conformada en un tiempo de lógicas secuenciales, de ordenamientos precisos del tiempo y el espacio, no resulta herramienta suficiente para interpretar la realidad contemporánea. Es así que educar en la transformación de la diferencia nos obliga a indagar acerca del modo en que esa transformación nos hace diferentes a lo que hemos sido hasta hace poco tiempo.
a búsqueda de la diferencia en nosotros mismos es una tarea trabajosa, pues concita las mayores resistencias en tanto requiere un análisis sobre la manera en que las transformaciones de la realidad operan sobre nosotros, nos renuevan o no según cómo podamos fluir con los procesos que renuevan esas diferencias. Ya no podemos sostener la ilusión de que educar significa replicar en la infancia actual modos y contenidos educativos con los que hemos sido formados nosotros. ¿De qué diferencia hablamos? Por ejemplo, de las divergentes formas de producción de subjetividad de la infancia y adolescencia con-
CORREO del MAESTRO
núm. 181 junio 2011
temporánea en relación con una tecnología de transformaciones veloces y, por lo tanto, a una cultura que acrecienta su renovación; de la instauración procesual de nuevas instituciones familiares y la composición que los niños y niñas tienen con esos acaecimientos; hablamos también de los modos diversos y múltiples de posicionamientos sobre orientación de género y expresión de género. ¿Por qué nos preocupan estas diferencias? Porque es el contexto inmediato en que se traman las vidas de los niños y adolescentes actuales. Y también porque sospechamos que las escuelas donde asisten los niños y adolescentes
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