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Aprendamos a ver cine XXVI JEAN RENOIR, ANTES DE LA GUERRA Luis Ignacio de la Peña grupoepc.blogspot.com
Hijo del pintor impresionista Pierre-Auguste Renoir, Jean fue responsable de llevar a cabo una serie de minuciosas obras cinematográficas en las que cada detalle de la escenografía, cada gesto de los actores, cada inflexión de la voz, cada ademán, iluminación y encuadre tiene una carga de sentido específico. Puede decirse que en su cine palabra e imagen se complementan de maravilla, de tal forma cada una dice una parte de la historia y si alguna faltara el todo estaría incompleto.
Jean Renoir.
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enoir nació en París en 1894. En su infancia fue determinante la influencia de su prima Gabrielle, quien se encargó de cuidarlo y lo introdujo al teatro guiñol. En 1913 se incorporó al ejército y en 1915, durante la Primera Guerra Mundial, recibió una herida que casi le hacer perder una pierna y le dejó una cojera por el resto de su vida. Debido ello se entrenó como piloto para hacer vuelos de reconocimiento. Su herida se agravó a causa de un aterrizaje forzoso. Entre los dos accidentes, Renoir había descubierto el encanto del cine; luego del segundo, se convirtió en admirador de Chaplin. En enero de 1920, poco después de la muerte de su padre, se casó con Andrée Heuchling, quien con el nombre de Catherine Hessling sería la actriz principal de sus películas mudas. Antes de dedicarse al cine, Renoir había seguido el consejo de su padre y buscó hacerse nombre
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como ceramista. Sin embargo, obras como Esposas frívolas, de Von Stroheim, fueron el aliciente para que buscara experimentar con ese nuevo medio que cada día ganaba más terreno como modo de expresión y como entretenimiento. Y para sus primeros esfuerzos la palabra experimentación es la más precisa, una de cuyas características más notables es el maquillaje de la Hessling, consistente en una base blanca con toques (labios, sombras, rubor) en negro, sin ningún tono intermedio, además de la muy estilizada actuación, más relacionada con la danza que con el cine, según el mismo Renoir. Nueve obras realizó en la época muda, entre 1924 y 1929. Si bien hoy son en general consideradas curiosidades que muestran cómo ganó pulso un maestro, destacan dos de ellas: La muchacha del agua (La fille de l’eau, 1925) y Naná (1926), con base en la novela de Zola. La última fue una su-
CORREO del MAESTRO
núm. 192 mayo 2012