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Espiral del sistema solar, UN HUAPANGO A BORDO DE LA MISIÓN VIAJERO María Guadalupe Cordero-Tercero
Hace cuarenta años se lanzaron al espacio las astronaves Viajero (o Voyager) 1 y 2, con el objetivo de estudiar los planetas gigantes, sus satélites y el entorno formado por la atmósfera y magnetosfera solar. Además, las naves llevan a bordo un disco de oro con información sobre nuestro planeta, sociedades y ecosistemas; en pocas palabras, estas naves son nuestras cápsulas de tiempo espaciales, ¿las encontrará alguien? Quizá nosotros mismos en el futuro. El objetivo de esta actividad es mostrar el sistema estelar en el que vivimos y al cual estas astronaves y otras misiones nos han ayudado a comprender.
Ana Cristina Hernández Alva*
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Lilia Montoya
Introducción
Durante el siglo XX, la sociedad en general experimentó un aumento en el conocimiento de las ciencias ambientales y se logró una percepción de la Tierra como una aldea planetaria. En este siglo, en las conversaciones cotidianas han permeado términos como cambio climático, huracán, sismo, asteroide o impacto ambiental. El conocimiento incentiva una cultura de “ciudadanía planetaria”,
* Lilia Montoya: profesora titular en la Facultad de Ciencias Biológicas, Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM). María Guadalupe Cordero-Tercero: profesora-investigadora del Instituto de Geofísica, Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Ana Cristina Hernández Alva: estudiante de servicio social del Instituto de Geofísica, Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
CORREO del MAESTRO
núm. 260 enero 2018
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