certidumbres
E INCERTIDUMBRES
Rumbo a una pedagogía DE LA CONVERSACIÓN Y OTRAS JUSTICIAS EN EL AULA Shutterstock
Alma Karla Sandoval Arizabalo*
La justicia es un valor que, potencializado, orienta y otorga sentido a la actuación del maestro más allá de pedagogías engañosas que privilegian el goce por encima de la reflexión o la conversación, es decir, la enseñanza desde el compromiso con la cultura en el aquí y el ahora.
Introducción Creen que se trata de una carrera de caballos, como diría la escritora inglesa Doris Lessing, un juego de ganar o perder. Si se alcanza el número, no hay problema, la cifra es primero, el indicador, la fachada, la envoltura. Digámoslo como es: el enfoque se ablandó cuando se empoderaron peligrosamente los alumnos en las casas y los salones, cuando la conversación aguda entre estudiante y maestro se acabó para dar paso a un chiste, a un cuentito multimedia, a un saber ya masticado por tres bocas. ¿Qué diría Sócrates?, ¿qué pensaría ante pedagogías llamadas “sexis”?, ¿cómo afrontaría el hecho de que para ser un profesor que inspire en este siglo, sus clases tienen que ser, sobre todo, “divertidas”?
* Profesora de cátedra en ITESM.
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Ahora el maestro debe ser un “cuate”, caer bien, que lo quieran y ya. No importa que no cubra los temarios, que no desafíe o no enseñe a manejar la frustración, a ser íntegro, a no jugar con los límites, a entender que todo se gana, hasta una décima. Y es que el maestro que ayuda a sus estudiantes a salir del capullo sin que le importe que ellos no puedan utilizar después las alas, puesto que no les costó abrirlas, el maestro facilón, light, sin lecturas, ese docente es un ejemplo. El conflicto, sostiene Estanislao Zuleta, es que deseamos mal. En lugar de querer una relación humana inquietante, compleja y exigente, que estimule nuestra capacidad de luchar y nos obligue a cambiar, deseamos un idilio sin sombras y peligros, un nido sólo de amor y, por lo tanto, en última instancia, un retorno al huevo (1980: 14). Para Platón, “educar es amar”, pero no mediante el idilio “perfecto” que Zuleta advierte.
CORREO del MAESTRO
núm. 261 febrero 2018