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Ensayo sobre el espacio

Por Óscar Rubén Coss

El espacio público es un ámbito de nuestra vida social, en el que se puede construir algo así como opinión pública.

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Jürguen Habermas, ilósofo y sociólogo alemán

En este sentido no es un lugar político sino ciudadano, vital ad hominem y no de un determinado sistema o estructura social. Por lo general, todos los ciudadanos pueden tener acceso a este territorio. Una parte de este espacio se constituye con cada interacción entre individuos, cuando se alejan de la vida privada y se interesan por cosas comunes. Surge así la opinión pública, y esta tiene que ver con tareas de crítica y de control que los ciudadanosde un estado ejercen de manera informal. Entonces, en ese momento, se comportan como un ente con plena certeza y capacidad para reunirse libremente y expresar su opinión sobre asuntos, de nuevo, de interés común. Dentro de un público amplio, esta comunicación necesita de medios que permitan su análisis y difusión. Luego entonces, periódicos y revistas, la radio y la televisión, la telefonía móvil, la Internet y las redes sociales, son los medios que constituyen el espacio en el que convergen diferentes tipos de otredades. Cada una dotada con una opinión subjetiva que deviene en su sensibilidad. Las características materiales de este sitio son indefinibles; podría decirse que sus posibilidades son infinitas, siempre y cuando haya un punto de convergencia entre dos o más personas.

Cortesía de Óscar R. Coss

Por otro lado, para acumular recursos, conocimientos y ser partícipes de la cultura, los ciudadanos vivimos en comunidad. Por lo artificial, en la asociación con cada uno de nuestros semejantes está sopesada nuestra pérdida de relaciones con la naturaleza. Según el pensador británico John Ruskin, nos complacemos en el artificio […] como la plena manifestación de una admirable inteligencia humana. A esa capacidad creadora del ser humano se le denomina <<cultura>> y se trata de una habilidad que se experimenta en colectividad.

¿Qué ocurre cuando estamos solos o en aislamiento?, ¿qué sucede con el espacio público cuando no lo habitamos, cuando no lo poseemos?, ¿se extingue la cultura o es acaso que, esta como la materia no se crea ni se destruye, sino que se transforma? El espacio existe con o sin la presencia humana, pero al mismo tiempo —paradójicamente—, y en un ejercicio netamente antropocéntrico, si no se nombra no existe.

Sucede que condicionamos la existencia de nuestro entorno a la propia. ¿Cómo sería el mundo natural sin el condicionante cultural? Más bien, ¿habría mundo? No lo sabemos ni lo sabremos. Sin embargo, nos gusta sublimar esa idea, abstraerla en el arte. De ello da cuenta esta selección fotográfica del creador michoacano Óscar R. Coss… el silencio, el vacío. Un recordatorio de que la belleza en su estado más puro no es buena para el hombre.

Cortesía de Óscar R. Coss

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