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el Atlas de la revolución de las mujeres
Organizaciones feministas Movimientos que luchan por los derechos de las mujeres en Argentina
Campaña por el Aborto Legal Creación: 2005 Realizó el proyecto de ley para despenalizar y legalizar el aborto. Lema de la campaña: “Educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar, aborto legal para no morir”. Mumalá Organización que realiza acciones para visibilizar las violencias de género. En 2017 lanzaron el Observatorio de la Violencia contra las Mujeres.
Organizaciones
Red Par- Periodistas por una comunicación no sexista Creación: 2006 Red federal de periodistas y comunicadoras/es que hacen foco en la perspectiva de género. Desarrollo de decálogos y campañas. Socorristas Brindan acompañamiento y asistencia a mujeres que realizan abortos.
Fuente: Elaboración propia.
Cuando la tierra tembló
“Ni Una Menos” en tanto lema, colectivo feminista y movimiento social forma parte de un continuum de narrativas feministas que permiten a otras mujeres acceder a aquello que el relato oficial y patriarcal invisibiliza. El 26 de marzo de 2015 fue la primera acción pública del colectivo “Ni Una Menos”: una maratón de lecturas contra los femicidios convocada por un grupo diverso de escritoras, periodistas, investigadoras, académicas y artistas –en su mayoría mujeres y lesbianas, pero también con la presencia de varones–. La acción coincidía con dos hechos: por un lado, se cumplían diez años de la desaparición de Florencia Pennacchi (estudiante de Economía desaparecida en la Ciudad de Buenos Aires) y, por el otro, días antes había aparecido el cuerpo de Daiana García (una joven de 19 años que había ido a una entrevista laboral) en una bolsa de arpillera en Lavallol. La irrupción de “Ni Una Menos” respondió a un desconcierto generalizado: personas con tradición en el feminismo y los derechos humanos, pero especialmente personas que provenían de otros ámbitos de activismo o ajenas a cualquier militancia, entraron de lleno al conocimiento y la acción de los temas propios de la agenda de las violencias hacia las mujeres. Esta inyección de nuevas identidades políticas en el concierto de los discursos y manifestaciones del activismo feminista produjo un sismo, una renovación y una expansión del fenómeno. La maratón de lecturas buscaba llamar la atención sobre la crueldad con la que los cuerpos feminizados eran llevados hasta la muerte, así como también poner
Católicas por el derecho a decidir Creación: 1993 Propiciar la reflexión-acción sobre cuestiones tales como: derechos reproductivos, sexualidad, salud y ciudadanía de la mujer, y sus relaciones con elementos religiosos. En este sentido, trabaja con actores diversos, buscando incidir, capacitar y fortalecer, generando herramientas para hacer efectivo el acceso de las mujeres a sus derechos.
en evidencia la irresponsabilidad cómplice con la que los medios de comunicación tradicionales cubrían esos acontecimientos. Era necesario imaginar nuevas lenguas y nuevas narrativas para sacar la denuncia del ámbito sesgado de lxs ya comprometidxs, y en este sentido las redes sociales y los mass media fueron una llave que abrió un portal insospechado: para el 3 de junio de 2015 no había una escuela en el país que no tratara el tema, no había institución pública que no hubiera pegado un cartel casero con alguna ilustración alusiva –la nenita con el puño en alto, dibujada por el humorista Liniers, fue una de las piezas más divulgadas–, lxs famosxs pedían a sus agentes de prensa que les sacaran fotos con el cartel, y lxs políticxs se pronunciaban y prometían proyectos que paliaran la inclemencia de lo que para las mentes menos avispadas era una “pandemia” o un “flagelo”. Ni “pandemia”, ni “flagelo”: patriarcado. El acontecimiento callejero tuvo como mensaje más potente y transformador una idea: “no estamos solas”, una traducción de “lo personal es político” de la segunda ola. Desde entonces, se ha registrado una baja de la tolerancia a la violencia machista, que se observa en el aumento de las denuncias, tanto en las instituciones como en redes sociales, sintetizadas en la frase “Ya no nos callamos más”. Un ejemplo de este fenómeno fue lo que sucedió en la línea de teléfono 144, que recibe llamados de víctimas de todo el país: pasó de 1.000 consultas diarias a 13.700 aquel 2015 del estallido. Ese año, otro número de emergencia, el 0800 porteño, tuvo una demanda 300 por ciento mayor. El problema con que se encontraron