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La poeta de la sonrisa (triste) / Rael Salvador pág. 14 y

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Ernesto Cardenal —“franciscano”, igual que Jim Morrison, no desconocía que “todos los poemas llevan un lobo dentro”— ha escrito una de las plegarias más significativas en la poesía de nuestro tiempo: “Oración a Marilyn Monroe”, versos que ofrecen la radiografía psíquica en la noche de los demonios y mantienen el fuego húmedo de algunos deseos:

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“Señor/ recibe a esta muchacha conocida en toda la tierra con el nombre de Marilyn Monroe/ aunque ése no era su verdadero nombre/ (pero Tú conoces su verdadero nombre, el de la huerfanita violada a los 9 años y la empleadita de tienda que a los 16 se había querido matar)/ y ahora se presenta ante Ti sin ningún maquillaje/ sin su Agente de Prensa/ sin fotógrafos y sin firmar autógrafos sola como un astronauta frente a la noche espacial./ Ella soñó cuando niña que estaba desnuda en una iglesia/ (según cuenta el Time)/ ante una multitud postrada, con las cabezas en el suelo/ y tenía que caminar en puntillas para no pisar las cabezas./ Tú conoces nuestros sueños mejor que los psiquiatras./ Iglesia, casa, cueva, son la seguridad del seno materno/ pero también más que eso.../ Las cabezas son los admiradores, es claro/ (la masa de cabezas en la oscuridad bajo el chorro de luz)./ Pero el templo no son los estudios de la 20th Century-Fox./ El templo —de mármol y oro— es el templo de su cuerpo en el que está el Hijo del Hombre con un látigo en la mano expulsando a los mercaderes de la 20th Century-Fox 25 que hicieron de Tu casa de oración una cueva de ladrones.//

Señor/ en este mundo contaminado de pecados y radioactividad/ Tú no culparás tan sólo a una empleadita de tienda./ Que como toda empleadita de tienda soñó ser estrella de cine./ Y su sueño fue realidad (pero como la realidad del tecnicolor)./ Ella no hizo sino actuar según el script que le dimos./ —El de nuestras propias vidas—./ Y era un script absurdo./ Perdónala Señor y perdónanos a nosotros/ por nuestra 20th Century/ por esta Colosal Super-Producción en que todos hemos trabajado./ Ella tenía hambre de amor y le ofrecimos tranquilizantes./ Para la tristeza de no ser santos/ se le recomendó el Psicoanálisis./ Recuerda, Señor su creciente pavor a la cámara/ y el odio al maquillaje —insistiendo en maquillarse en cada escena—/ Y cómo se fue haciendo mayor el horror/ y mayor la impuntualidad a los estudios.//

Como toda empleada de tienda/ soñó ser estrella de cine./ Y su vida fue irreal como un sueño que un psiquiatra interpreta y archiva./ Sus romances fueron un beso con los ojos cerrados/ que cuando se abren los ojos/ se descubre que fue bajo reflectores/ ¡y apagan los reflectores!/ Y desmontan las dos paredes del aposento (era un set cinematográfico)/ mientras el Director se aleja con su libreta/ porque la escena ya fue tomada./ O como un viaje en yate, un beso en Singapur, un baile en Río,/ la recepción en la mansión del Duque y la Duquesa de Windsor/ vistos en la salita del apartamento miserable./ La película terminó sin el beso final./ La hallaron muerta en su cama con la mano en el teléfono./ Y los detectives no supieron a quién iba a llamar./ Fue/ como alguien que ha marcado el número de la única voz amiga/ y oye tan sólo la voz de un disco que le dice: WRONG NUMBER./ O como alguien que herido por los gángsters/ alarga la mano a un teléfono desconectado.// Señor/ quienquiera que haya sido el que ella iba a llamar/ y no llamó (y tal vez no era nadie/ o era Alguien cuyo número no está en el Directorio de Los Ángeles)/ ¡contesta Tú el teléfono!”

No estoy obligado a citar de profundis, lo sé. Pero considero que la totalidad del la plegaria de Cardenal nos planta en la cadencia, como una presa paralizada entre los dientes, como un vestido caliente untado en la piel, como la

“Ella hubiera querido recitar sus versos a una mul tud, pero esa mul tud sólo estaba interesada en arrancarle la ropa”, declaró A. Miller. picadura de un amanecer al interior de todas las pesadillas… Repaso alguna monografía de M-M y termino contemplando un cuadro que, por las paredes, hace tiempo me acompaña. Busco a mi Marilyn en internet y el algoritmo me planta una imagen, conocida ya, la cual me regala nuevamente aires de hojas frescas en una primavera clara: ella, Norma Jeane Bake, lee y se nota que lee… ¿Para salvarse de sus pensamientos? No, no lo creo. Más bien considero que si no lo era para abastecerse del combustible flamígero de la inteligencia, la poesía y la resurrección, sí lo «Los únicos “cristales”, un frasco de Nembutal y otro de fue para terminar de hacer de ella algo más que una cuestionable dama ilustre: una belleza que emana, como Venus de las bibliotecas, a la noHidrato de cloral, bleza de espíritu, en tiempos bellezas diezmadas, son los testigo que como no ha dejado se suscitarse desde entonces. velan una teoría no resuelta y exponen La fotografía corresponde a su temporada en una mano extendida a un teléfono que nadie responde…» el paraíso con el escritor y dramaturgo Arthur Miller, quien más que nadie, a partir de la lectura y el amor, la valoró e intentó salvarla de su cada vez más aguda depresión. La consideraba la “poeta de la sonrisa” (triste). Cuando ella fallece, en las trágicas circunstancias que todos conocemos, con el dolor de una justicia valiente, él declara: “Ella hubiera querido recitar sus versos a una multitud, pero esa multitud sólo estaba interesada en arrancarle la ropa”. raelart@hotmail.com *Escritor y editor

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TRIENAL DE TIJUANA I. INTERNACIONAL PICTÓRICA

LAOBRADEARTE COMO

EN UNA CELEBRACIÓN EN TORNO AL ARTE DESDE LO PICTÓRICO, ARTISTAS DE 14 PAÍSES EXPONEN 145 OBRAS EN EL CENTRO CULTURAL TIJUANA (CECUT)

Fo togr a as: Manuel Quin te ro

Vanity,2020, de Ángela González (Piedad, Michoacán, 1953).

“Como imagen simbiótica de otras imágenes, lo pictórico es una constelatoria crítica del mundo aparente y una constelatoria poética hacia otro mundo distinto”, Heriberto Yépez (1974), escritor, ensayista, poeta y traductor.

“(La Trienal de Tijuana) es un dispositivo en curso, cuyos impactos no podremos valorar del todo sino hasta el paso de los años”, Álvaro Blancarte (1934, 2021), artista plástico

POR MANUEL QUINTERO*

Concebida a partir de una idea y concepto del artista plástico Álvaro Blancarte (Culiacán, Sinaloa, 1934, Tecate, Baja California, 2021) para promover y conocer nuevas formas de aproximación a la pintura, la Trienal de Tijuana I. Internacional Pictórica, una celebración en torno al arte desde lo pictórico, reúne desde el 8 de octubre de 2021 y hasta de mayo de 2022 la obra de 145 artistas de 14 países en cinco salas y tres espacios públicos del Centro Cultural Tijuana (Cecut).

El maestro Blancarte, bajo la anuencia y apoyo institucional del Cecut, propuso un certamen que se celebrara cada tres años para reunir lo mejor de la pintura a nivel mundial y exhortar a la comunidad artística regional a reflexionar sobre su obra, explorar nuevas vertientes y trabajar con artistas de otras latitudes.

A partir de dicho detonante, el equipo del centro se comprometió con el proyecto y emitió una convocatoria en 2020, a la que respondieron artistas de 23 países con 547 obras creadas entre 2017–2020, de las que se seleccionaron 145 provenientes de Argentina, Brasil, Colombia, Chile, Ecuador, Venezuela, España, Italia, Países Bajos, Reino Unidos, Estados Unidos, Canadá, Corea del Sur y México.

Convocatoria, selección y premiación

La convocatoria fue organizada por la Secretaría de Cultura, a través del Cecut y con la colaboración del Comité Organizador, integrado por Roberto Rosique (investigador), Heriberto Yépez (conceptualizador), Carmen Hernández (curadora en jefe) y Alessandra López Moctezuma (curadora invitada).

Entre las bases de la misma se establecían los objetivos de reflejar el estado actual e innovación de lo pictórico, así como la diversidad técnica y temática; exponer las nuevas formas de aproxi-

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