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Karl Marx en la sociedad moderna / Fernando Mancillas pág

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POR FERNANDO MANCILLAS TREVIÑO*

De brillante e indispensable se podría calificar la aparición de esta nueva biografía de un hombre universal, que revolucionó el mundo moderno, nació en Tréveris Alemania un 5 de mayo de 1818, y se llamó Karl Heinrich Marx.

Desde un inicio se observa su vocación desacralizadora al subrayar claramente la posición antilaudatoria de su biografiado en su propia correspondencia: “Por ejemplo, los encargados de la enciclopedia Meyers Konversationslexicon hace tiempo me pidieron por escrito mi biografía. No se la he entregado, ni siquiera he contestado su carta”. Y más adelante señala: “La popularidad no me interesa lo más mínimo, como demuestra el hecho de que, debido a la renuencia que me inspira el culto a la personalidad, hiciera caso omiso de las diversas maniobras de reconocimiento y respeto con las que me importunaron en diversos países en tiempos de la Internacional (Asociación Internacional de Trabajadores, AIT,1864-1876). Nunca les respondía, exceptuando algún varapalo que di aquí o allá”.

Además, a diferencia de otras biografías, el enfoque no es estrictamente humanístico literario, sino de carácter científico —superando la recopilación de anécdotas, bien escritas, pero sin comprobación alguna—, a través de fuentes bien documentadas, constatadas e interpretadas de manera crítica, donde se examina el desarrollo de un individuo como parte de un proceso sociohistórico determinado. Como señalara Johann Wolfgang von Goethe en Memorias de mi vida: poesía verdad: “La tarea principal de la biografía es representar las personas inmersas en las relaciones de su época, explicando hasta qué punto éstas les favorecen o les perjudican, cómo se forman una idea del mundo y de la humanidad y cómo reflejan todo esto los artistas, poetas y escritores”. Una biografía sin verificación rigurosa de la información en las fuentes lleva a imprecisiones y, más grave aún, a tergiversaciones. Desde una perspectiva distinta a las habituales, presas de una rígida evolución unilineal, el autor observa el carácter autocrítico y dialéctico de su biografiado: “Las condiciones de vida de Marx y su capacidad para influir en la ciencia y la política variaron radicalmente a lo largo de su vida. Reaccionaba ante estas circunstancias variables con una enorme disposición al estudio y una gran capacidad para poner en tela de juicio las concepciones que había ido haciendo suyas”. Si bien, desde su juventud hasta su madurez, Marx siempre fue un férreo militante comprometido con las causa sociales, en organizaciones como La liga de los Justos (1836-1847), la Primera Internacional, o la Asociación Internacional de Trabajadores (1864-1876) — de la cual fue fundador—, la trascendencia de su figura y estatura intelectual, con todos sus cambios, aparece plenamente en su obra, como apunta Michael Heinrich: “El contenido de sus escritos tuvo un significado decisivo en la vida de Marx: era bastante frecuente que se distanciara de viejos amigos y buscara nuevas alianzas cuando adoptaba nuevas ideas. Sin analizar la evolución de su obra sencillamente no se entienden muchos aspectos de su vida, y, viceversa, los frecuentes hiatos y nuevas redacciones que se aprecian en sus obras no se entienden bien sin tener presentes los giros que dio a su vida”.

Vida y obra, obra y vida. Sin comprender la profunda significación de su obra no se explican cabalmente las decisiones y compromisos tomados en su vida. Sin entender las complejidades de su existencia no se vislumbra y aquilata todo el alcance de su obra. Heinrich recupera la visión de Wilhem Dilthey sobre el oficio del biógrafo al comprender la “conexión dinámica” entre el individuo y el mundo histórico donde viven, se imbrican e influyen recíprocamente. Así se evitan los mecánicos determinismos de la estructura sobre el individuo y la arbitrariedad del libre albedrío sobre el mundo social.

En los estudios biográficos es menester una perspectiva histórico-situacional, no desde una postura supuestamente “objetiva”, antiséptica, “imparcial”, sino una descripción perspectivista que reflexione sobre el punto de vista político —que siempre existe— del biógrafo de manera puntualmente consciente.

En ese tenor, el intérprete de la biografía histórica debe reconocer los prejuicios sustentados en una tradición, como señala Hans-Georg Gadamer en Verdad y método: «La anticipación de sentido que guía nuestra comprensión de un texto no es un acto subjetivo, ya que se determina a partir de la comunalidad que nos vincula a la tradición. “Pero ni esta ‘comunalidad’ ni la ‘tradición’ son algo estático o dado: mutan necesariamente dependiendo de cómo nos relacionemos con ellas”. “No son meras premisas, sino condiciones que planteamos nosotros mismos en cuanto entendemos que formamos parte del proceso de transmisión de la tradición, y que, por lo tanto, participamos en su reconfiguración”. “No podemos sustraernos a la tradición, pero sí modificarla, creando así nuevas condiciones para la comprensión futura”». Así en la reinterpretación configurativa, como señala Gadamer: “El ser que puede ser comprendido es lenguaje”.

El aprendizaje en la vida de Marx fue permanente. Nunca se conformó con todo el conocimiento adquirido, por más abundante y profundo que fuera. Sus estudios abarcaron la economía, etnografía, filosofía, derecho, ciencias naturales, lingüística, matemáticas avanzadas, teoría política, historia e idiomas. Por ejemplo, con más de cincuenta años aprendió ruso para estudiar textos de economía política escritos en ruso. Esta diversidad epistemológica, con un extraordinario rigor en el análisis, se puede observar en sus innumerables escritos periodísticos, así como en el conjunto de su obra.

El proceso formativo de Marx comprendió toda su vida, y nunca se desarrolló de forma lineal. Ello lo condujo, destaca el autor, a callejones sin salida, a ensayar nuevos conceptos y a indagar las maneras de asimilar transformativamente las nuevas experiencias políticas y sociales acontecidas.

Michael Heinrich nacido en Heidelberg, Alemania, en 1957, politólogo, es uno de los más prestigiados investigadores a nivel internacional de la obra de Marx. Es catedrático de la Universidad de Ciencias Aplicadas de Berlín. Éste es el primer tomo, ya traducido a varios idiomas, de la biografía histórico-intelectual más acuciosa y omnicomprensiva que se ha publicado en la historia, en cuatro volúmenes. El segundo volumen se espera que aparezca publicado en 2022.

Michael Heinrich, Karl Marx y el nacimiento de la sociedad moderna. Biografía y desarrollo de su obra. Volumen 1: 1818-1841, Madrid, Akal, 2021, 446 páginas.

fernamancillas@yahoo.com

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