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Orpea Meco, una experiencia intergeneracional pionera
from Aeste enero 2019
by editorialmic
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ORPEA Meco, primera residencia de mayores con escuela infantil incorporada, ha cumplido 15 años. Este proyecto, que comenzó en 2003 con el objetivo de dar respuesta a necesidades sociales del entorno, como el aumento del número de personas mayores dependientes y el crecimiento de la natalidad en este municipio que se había convertido en una ciudad dormitorio, se ha consolidado como una iniciativa intergeneracional pionera en nuestro país y que está consiguiendo estupendos resultados asistenciales, emocionales y psicológicos en los mayores y niños.
Las relaciones intergeneracionales favorecen el envejecimiento activo y constituyen un factor importante para la motivación y participación de las personas mayores. Asimismo, para los niños supone una oportunidad de adquirir nuevos conocimientos, el sentido del respeto y la responsabilidad social y, sobre todo, conlleva un cambio de percepción hacia las personas mayores que propicia una sociedad para todas las edades. Consciente de estos beneficios, ORPEA organiza actividades intergeneracionales de manera regular en sus centros, pero como apunta Sara Sanz, directora de ORPEA Meco “en ORPEA Meco, tenemos la suerte de que cada día es un encuentro intergeneracional”. En este centro, donde niños de entre seis meses y tres años y adultos mayores de 70 comparten espacios comunes y actividades, se realizan a diario sesiones de terapia ocupacional, fisioterapia y animación y, al menos una vez a la semana, acciones intergeneracionales que forman parte de los programas de la residencia de mayores y de la escuela infantil.
“La actividad que se organiza resulta sencilla y adaptada a los mayores y a los niños, y siempre está guiada por nuestra terapeuta ocupacional que es quien realiza el seguimiento de los mayores y la evolución vinculada a esta actividad”, sostiene Sara Sanz.
VALORACIÓN PREVIA
Antes de la inclusión de la persona mayor en los programas y proyectos intergeneracionales, se realiza una valoración para constatar sus necesidades de tratamiento, si cumple con los requisitos y su disponibilidad, porque es una actividad voluntaria.
Según explica la terapeuta ocupacional del centro y encargada del programa intergeneracional, Eva del Toro, “se trata de un recurso limitado, en el que el factor humano y la relación es clave, por lo que debe ser bien medido
y utilizado. Cada participante debe conocer qué se espera de él y debe hacerlo de forma voluntaria”.
Del Toro asegura que “en todos estos años, se han beneficiado de las actividades intergeneracionales residentes con distintas necesidades terapéuticas a nivel cognitivo, afectivo emocional, físico funcional, problemas adaptativos etc.”.
BENEFICIOS DE LA CONVIVENCIA INTERGENERACIONAL
La terapeuta ocupacional de ORPEA Meco argumenta que los beneficios de los programas intergeneracionales son variados, pero destaca la mayor integración a los mayores en el entorno inmediato que les rodea, minimizando los efectos de la institucionalización. Asimismo, consiguen que los mayores se mantengan activos de una manera positiva y que, en algún caso, se restablezcan roles perdidos por enfermedad o por la ruptura de su entorno familiar y social.
Por otra parte, considera que, gracias a que los programas y actividades tienen un componente motivador y estimulante, “podemos reforzar áreas de trabajo terapéuticos como la comunicación, funciones cognitivas, sensoriales y funcionales, sin olvidarnos de componentes emocionales y relacionales”.
Con respecto a los niños, sostiene que lo programas intergeneracionales son beneficiosos porque refuerzan áreas de aprendizaje, adquieren nuevos conocimientos, aumentan la autoestima y socialización y fomentan valores como la solidaridad.
ORPEA Y ESTELAR: SOLIDARIDAD CON LOS NIÑOS PREMATUROS EN LA UCI
Residencias ORPEA colabora desde este año con la Asociación Estelar para humanizar la estancia de los bebés y sus familias en las Unidades de Cuidados Intensivos neonatales. Los mayores de ORPEA Zaragoza aportan su dedicación y cariño en la confección a mano de patucos, arrullos, manoplas o manualidades decorativas para convertir la estancia en el hospital en una experiencia más agradable para los familiares y los pequeños que allí se encuentran ingresados.
El Proyecto Estelar surge en Zaragoza en mayo de 2015. Su precursora es Pilar Guallart, abuela de dos nietos prematuros que nacieron con tan solo 600 gramos de peso: Pablo y Ana. Solo Pablo sobrevivió. Tras esta dura experiencia personal, Pilar se propuso coser ropa para niños prematuros ingresados en el hospital Miguel Servet de Zaragoza, como una forma de ayudar a sus familias, a las que en muchas ocasiones faltan manos y recursos. “Una venda trasmite dolor o herida. Desde Estelar, propusimos sustituir la venda que colocaban en la cabecita del bebé por un gorrito de su tamaño, aunque pese medio kilo. Resulta mucho más gratificante”, explica Pilar.
Cuando la directora del centro ORPEA Zaragoza, Sarai García, conoció la iniciativa de Proyecto Estelar “comencé a pensar cómo nuestros residentes podrían ayudar. Me puse en contacto con Pilar y cada día son más los mayores que se suman al proyecto”. De esta manera, los residentes de ORPEA Zaragoza aportan su dedicación y cariño en la confección a mano de ropita y decoración para las UCIS de neonatos de la región y se muestran orgullosos y felices de ello.
Marisa Fernández, supervisora de auxiliares de ORPEA Zaragoza, destaca la gran acogida de la experiencia por parte de los residentes, ya que incluso aquellos mayores que no suelen participar en los talleres, “cuando les explicamos en qué consiste el proyecto no dudan en colaborar”.
La directora del centro aragonés subraya los beneficios de esta colaboración: “Cuando los residentes entran en el centro, pierden cierto contacto con el exterior. Por eso, uno de los beneficios principales que aporta Estelar es que logramos que se generen vínculos entre nuestros residentes y personas con las que, aunque no conocen, se van a ir relacionando a lo largo de los meses. Sienten que la sociedad cuenta con ellos, que son útiles y necesarios”.
Se trata, por tanto, una acción solidaria y enriquecedora para todos, a la que cada día se suman más centros ORPEA.
PRIMER ENCUENTRO ESTELAR
El pasado verano se celebró el primer encuentro entre los residentes de ORPEA Zaragoza participantes en el Proyecto Estelar y familiares de niños prematuros.
Este encuentro resultó emocionante. Así lo reconoció María Jesús Domínguez, madre de Josete, que nació a las 30 semanas y, como pesaba un kilo y medio, fue directamente a la UCI. “Estelar puso color en el momento más difícil de mi vida. Recuerdo ver a mi niño en medio de una cama blanca y con un gorrito azul. Me eché a reír y eso supuso un gran apoyo emocional”, señaló María Jesús.
Si el proyecto Estelar resulta muy beneficioso para los más pequeños y sus familias, también lo es para los residentes del centro que colaboran entusiasmados con el proyecto. De hecho, en este encuentro los residentes pudieron conocer a alguno de los niños que han estado ingresados en la UCI. Un momento realmente emocionante para los residentes, que ven cómo su esfuerzo merece la pena.
La presidenta de la Asociación Estelar, Pilar Guallart, agradeció personalmente a los mayores que contribuyen de manera voluntaria con el proyecto. Por su parte, la directora del centro ORPEA Zaragoza, Sarai García, insistió en que “es distinto llegar a una UCI y leer Ánimo familia, al tiempo que observas detalles de color que invitan a la esperanza. Los mensajes que informan sobre el lavado de manos son necesarios, pero los mensajes de ánimo también tienen que estar”.
Puede ver el vídeo sobre este proyecto en YouTube: ORPEA colabora con el proyecto Estelar COMIDA TEXTURIZADA, GARANTÍA PARA UNA CORRECTA ALIMENTACIÓN DE TODOS LOS RESIDENTES
Para aquellos residentes con problemas para masticar, tragar e ingerir alimentos con su consistencia habitual, los chefs de ORPEA preparan menús texturizados. Esta técnica de restauración, que ORPEA lleva empleando en España alrededor de 10 años, tiene importantes beneficios para los mayores, pero también para los cocineros.
El objetivo de esta comida texturizada es facilitar la alimentación y favorecer eel apetito a mayores con problemas, controlando el aporte proteico que damos a los residentes. Pero también supone una motivación para los trabajadores de cocina, que dejan de lado la monotonía de preparar una crema o el triturado de un mismo color, sabor, color todos los días del año a cocinar y servir platos más elaborados y atractivos.
En estos menús se modifica la textura de la comida, preservando los sabores y garantizando el aporte nutricional que necesitan, pero sin descuidar una atractiva presentación.
Las texturas modificadas se hacen de acuerdo con dos principios:
• Preservación de los sabores. Los productos de cada menú son cocinados por separado para asegurar la diferenciación de sabores.
• Una atractiva presentación. Desde el punto de vista visual, tanto para los residentes como familiares, significa asemejar el plato a la comida normal, favoreciendo la sensibilización del residente en la mesa.
La carne o el pescado cocinado tradicionalmente y adaptado en textura se reconstruye con la forma de los alimentos de origen: muslo de pollo, filete de pescado, ternera guisada, etc., para elevar el apetito del comensal.
FORMACIÓN DEL PERSONAL
La formación del personal es fundamental para llevar a cabo esta técnica de texturas modificadas. Por tanto, ORPEA realiza cursos de formación continuada en los que se enseña a utilizar una serie de maquinarias específica, los texturizadores o robot industriales necesarios.
LA ALIMENTACIÓN, IMPRESCINDIBLE PARA EL BIENESTAR
La alimentación de los mayores es un factor muy importante para su salud y bienestar. Conseguir que se alimenten correctamente, y además disfruten de este momento, es uno de los objetivos que nos proponemos en los centros ORPEA. Por ello, disponemos de cocina propia, en donde se preparan menús adaptados a las necesidades de los residentes, siempre diseñados por un nutricionista y revisados por un médico.
Una nutrición adecuada es aquella que aportan todos los nutrientes necesarios de modo equilibrado y teniendo en cuenta el estado de salud, la edad y la etapa vital en la que se encuentra la persona. En este sentido, la ingesta correcta de energía es la que permite realizar una determinada actividad física y mantener el índice de masa corporal (IMC) en los límites aconsejados. Los profesionales de ORPEA se aseguran de que las personas mayores reciben el apropiado requerimiento proteico, de hidratos de carbono, lipídicos, vitaminas y minerales.
Todos los nutrientes son necesarios en esta etapa vital, pero los adultos mayores tienen un mayor requerimiento de proteínas que los jóvenes para asegurar un estado de salud adecuado, ya que la ingesta deficiente de proteínas puede dar lugar a pérdida de masa muscular, mala cicatrización de las heridas y una disminución de la respuesta inmune.
ALIMENTACIÓN PERSONALIZADA
La nutrición del mayor debe ser personalizada. Por eso, en ORPEA proporcionamos una dieta adecuada a la patología que el mayor presenta y a la necesidad que se asocia, según su grado de dependencia, deterioro funcional y cognitivo. Y es que, en las residencias ORPEA, la adecuada nutrición forma parte sustancial del tratamiento conjuntamente con otros planes terapéuticos, ya que un aporte balanceado de nutrientes promueve el bienestar y favorece la salud y la calidad de vida.
Por esta razón, cuando un mayor ingresa en el centro recibe una valoración geriátrica integral, que también aborda los aspectos nutricionales. Se realiza un control de peso inicial, que se repetirá mensualmente o con mayor frecuencia, según el criterio médico. Además, se procederá a realizar una escala nutricional (MNA) y se solicitará una analítica completa para valorar la situación metabólica y nutricional.
A la hora de realizar la valoración del perfil nutricional, prestamos especial atención a los valores de proteínas totales, hipoalbuminemia, déficits de B12, hipofolemia, anemia, etc. para reforzarlos si fuera preciso, siempre adaptándonos a las necesidades individuales del residente. Asimismo, deben tenerse en cuenta otros elementos como la presencia de dislipemia, insuficiencia renal, hepática, etc. para completar la nutrición.
CÓMO MEJORAR LA NUTRICIÓN DE LOS MAYORES
Para mejorar la nutrición de los mayores deben contemplarse algunos factores como la situación en la que se encuentra el mayor, sus preferencias, sus dificultades a la hora de comer (proble-
mas de masticación por falta de piezas dentales o por prótesis deterioradas) y la capacidad para una adecuada deglución del bolo alimenticio y de los líquidos. Por tanto, se generarán propuestas adaptadas a cada situación valorada de modo individualizado, desde el ingreso y en la evolución luego del mismo.
En este sentido, los centros ORPEA cuentan con un programa de restauración con altos estándares de calidad con menús adaptados a las diversas circunstancias, patologías e intolerancias que se encuentran frecuentemente en este grupo etario, y que son supervisados por una dietista. Asimismo, tienen un equipo de cocina accesible y dispuesto a proceder a la rápida ejecución de las indicaciones pautadas por el equipo médico y un equipo de apoyo constituido por todo el personal de cuidados: Dues, gerocultoras, terapeutas ocupacionales y psicólogo. III TORNEO DE COCINA ORPEA
Con el fin de poner en valor la calidad de la restauración de los centros residenciales, ORPEA Ibérica organiza anualmente el Torneo de Cocina ORPEA.
Desde el año 2015, todos los centros del grupo en la Península Ibérica participan en este concurso, que cuenta con una gran final al estilo Master Chef, en la que se invita a un cocinero de prestigio a participar como parte del jurado.
Diego Guerrero, chef dos estrellas Michelín del restaurante madrileño DSTAgE, fue el invitado este año y transmitió su pasión a los equipos durante la preparación de los platos, y valoró la actitud de los participantes: “Están muy motivados e ilusionados, dos aspectos muy importantes en la profesión de cocinero”. Según este maestro de los fogones, “cocinar es una acto de generosidad per se” porque la labor de los chef, sea cual sea su ámbito de actuación, va destinada a causar felicidad en la persona que prueba los platos, y para conseguir este objetivo “es preciso trabajar con pasión, cariño y motivación”, aseguró.
Gracias a esta iniciativa se pone en valor la calidad de la restauración de los centros residenciales del grupo, todos ellos con cocina propia y se motiva a los equipos de cocina a realizar una actividad que potencia la creatividad y la excelencia.
Además del reto culinario, el concurso resulta una actividad en equipo diferente: cada cocinero cuenta con la ayuda de los directores de su centro, que cambian de rol para convertirse en pinches de cocina.
Puede ver un vídeo resumen de este certamen en YouTube: III Torneo de Cocina