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Cortijo Los Almendros, tradición olivarera centenaria
from Almazara Infolea nº1
by editorialmic
Familia López-Barajas, la tradición centenaria de olivareros
Desde el siglo XVII, el Cortijo Los Almendros mantiene, generación tras generación, un extenso cultivo ecológico de olivos centenarios.
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En un enclave geográfico con vistas a Sierra Nevada, el “Cortijo Los Almendros” se encuentra ubicado en el término municipal de Deifontes de la provincia de Granada, en las faldas de la sierra del Pozuelo y frente a la sierra de Arana. El olivar está situado entre las cotas de 780 m y 1010 m de altura y está orientado principalmente hacia el sursureste.
En esta ubicación, con un clima continental, muchas horas de sol, una pluviometría de 400-500 litros al año; el cultivo del olivo en secano se adapta muy bien, y así lo vieron también sus antepasados.
La familia López-Barajas se inicia en la década de 1940-1950 y en los últimos 35 años, la finca ha ido experimentando un proceso de transformación y modernización continua. El punto de partida eran los 4.000 olivos, la mayoría plantados con el tradicional marco de 20 metros para poder cultivar diferentes cereales entre las calles de olivos, siguiendo la tradicional rotación de cultivos. Poco a poco se fue reduciendo la superficie de cultivo dedicada al cereal, para ir ampliando la superficie de olivar hasta ocupar la totalidad de la finca. El nuevo marco se ha ajustado a 8,5 metros y con olivos de un solo pie para facilitar la recogida. En la actualidad la finca dispone de 210 hectáreas de olivar con un total de 34.000 olivos. La mayoría de los olivos son de la variedad picual, pero también hay otras variedades como hojiblanca, loaime, lucio y lechín.
Todo este proceso de cambio ha sido dirigido y ejecutado con gran ilusión y dedicación por Antonio López Barajas, alma matter y creador del olivar ecológico, de la explotación durante estos últimos años. Ingeniero de telecomunicación de profesión, tuvo una exitosa trayectoria profesional en puestos de alta dirección de Telefónica. En 1997, dejó su actividad profesional y decidió reconvertirse en agricultor.
En 2012 empezó analizar la posibilidad de transformar la finca a la agricultura ecológica. Los beneficios eran claros. Favorecer la biodiversidad consolidando la fauna autóctona, mantener una cubierta vegetal que redujera la erosión y ayudara a retener la humedad y los nutrientes, y obtener un alimento saludable. Desde 2017 la finca está certificada en producción ecológica, convirtiéndose en el olivar ecológico más grande de la provincia de Granada.