4 minute read
Almería y la Arquitectura del hierro
El Cable Inglés
El cargadero de mineral, llamado “Cable Inglés”, está situado en la Playa de las Almadrabillas, junto al muelle de levante y en la terminal de un ramal de la vía férrea. Fue en un principio propiedad de la compañía minera inglesa “The Alquife Mines Railway Limited” (de ahí su nombre), que obtuvo la concesión en 1901, emprendiendo inmediatamente la construcción en 1902. Es un ejemplo y obra maestra de la Arquitectura del Hierro de inicios del siglo XX. Su edificación es posible debido a la construcción del puerto y del ferrocarril, moviéndose su construcción en la corriente ecléctica, pero introduciendo un nuevo lenguaje arquitectónico caracterizado por el empleo de nuevos materiales, como es el caso del hierro. Su entorno lo forman la playa y un puente de enlace con la estación de Renfe.
Advertisement
Dirección: Playa de las Almadrabillas, s/n. 04001 Almería.
Se compone de dos partes diferenciadas: el acceso que une la estación del ferrocarril con el cargadero, y el propio embarcadero a través del que los trenes podían descargar directamente en la bodega de los barcos. Su acceso comienza en la terminal de la vía férrea, cuyo tramo medio reposa en amplios arcos de medio punto sobre pilares de cantería, separados por tramos metálicos a base de grandes vigas de hierro. En 1998 fue declarado Bien de Interés Cultural por sus valores históricos, simbólicos y estéticos.
Almadrabillas
Estación del Ferrocarril
El nacimiento del ferrocarril en Almería va unido esencialmente a la extracción del mineral del hierro de las sierras del interior. Se necesitaba un medio de transporte barato para dar salida al mineral de Alquife (Granada) y de la Sierra de los Filabres (Almería) hasta el Puerto de Almería. La línea Almería- Guadix se inaugurará en 1895, y la línea completa hasta Linares será inaugurada el 14 de marzo de 1899, permitiendo la conexión de Almería con el resto de la nación.
Horario: De lunes a viernes de 9 a 15 y de 17 a 20.30h. Sábados de 9 a 15h.
Mercado Central
El proyecto de construir un edificio destinado a mercado público en Almería es antiguo, pensándose inicialmente en la construcción de un mercado en el centro del casco antiguo, protegiendo de esta forma el que se celebraba en la Plaza de la Constitución a comienzos de la década de 1840. La aparición en la segunda mitad del XIX de un ensanche burgués a levante de la ciudad, arrinconó los proyectos de construirlo en el casco antiguo, prosperando la idea de situarlo en el área de residencia de la burguesía local. De esta forma, en el proyecto de prolongación del Paseo, realizado por el arquitecto José Marín Baldó en 1860, se reservó en el centro del ensanche de levante, un solar para la construcción de un mercado y pescadería pública. A partir de entonces, se suceden algunos proyectos que no llegan a realizarse, hasta que en 1892, se adjudican las obras al proyecto a Trinidad Cuartara Cassinello. Su ubicación era la más idónea, cerca de la confluencia de los dos ejes viarios más importantes del ensanche burgués, la calle Obispo Orberá y el Paseo, abierto a éste a través de una calle que a tal fin se proyectaba (calle Aguilar de Campoo) en cuyo fondo se situaría la fachada principal. El Mercado se ha conservado prácticamente intacto hasta nuestros días. En 1982 se llevó a cabo una importante restauración. La construcción, que se engloba dentro de la Arquitectura del Hierro, se hizo prácticamente entera de este material, salvo el basamento y el pabellón de la fachada principal que se levantaron con fábrica de mampostería, ladrillo y cantería. La armadura de las cubiertas es metálica y la cerrazón de los paramentos hecha a base de persianas y cristales. En la portada principal, de la calle Aguilar de Campoo, se encuentra representado el símbolo de la abundancia, una figura femenina con un cesto de frutas.
Arquitectura industrial El antiguo edificio central de la estación es un bello ejemplo de la Arquitectura del Hierro, característica de las edificaciones industriales y funcionales de la segunda mitad del siglo XIX. El hierro se impondrá sobre los materiales tradicionales (piedra y ladrillo) por su consistencia para soportar grandes cargas y cubrir amplios espacios. El cristal, para cierre de paredes y cubiertas, era muy apropiado para obtener ligeras y diáfanas construcciones. La fachada principal, hacia la plaza de la Estación, responde a un modelo de pabellón de tres cuerpos, estando el central y principal, construido con los dos materiales simbólicos de la nueva arquitectura: el hierro y el cristal. Creándose una enorme vidriera en el ingreso al edificio a modo de pórtico monumental, adecuada para recibir a los almerienses que utilizaban el nuevo medio de comunicación. En los cuerpos laterales, se utiliza la piedra y el ladrillo, revestido con cerámica vidriada. 97