La procesión
ESCULTORES DE LA SEMANA SANTA DE MURCIA
Juan González Moreno: breve homenaje a su vida y obra
Hablar de Juan González Moreno es hablar de Semana Santa, del Lavatorio y de las Hijas de Jerusalen, de Santo Entierro y Ecce Homo...es hablar de salzillismo y clasicismo, es hablar de Arte… González Moreno es uno de los escultores del siglo XX más conocidos de la Región de Murcia. Murciano de corazón, a los 23 años marchó a Madrid con una ayuda de la Diputación Provincial para estudiar en la Academia San Fernando, estancia que fue interrumpida por el estallido de la Guerra Civil. Tras la finalización de la misma, se encargó de restaurar y reponer el patrimonio perdido de Cofradías y Hermandades. Así mismo, realizó diversos encargos que recibió de la Administración. Tuvo como amigos a otros grandes autores murcianos como Gómez Cano, Pedro Flores, Párraga o Clemente Cantos. Sin embargo, no tuvo el mismo reconocimiento que ellos. El periodo de la dictadura española, supuso un antes y un después en la vida de los creadores plásticos y literarios españoles. Las corrientes artísticas previas a la Guerra Civil, se vieron bruscamente paralizadas por el estallido de la contienda. Una vez finalizada, unos marcharon al exilio y otros optaron por quedarse, intentando desarrollar sus obras sin ser ofensivos para el régimen de aquellos años. Juan fue uno de los que decidieron seguir trabajando en su región. Durante décadas, y sobre todo en la de los setenta, los autores murcianos exponían principalmente en las dos galerías de arte más activas de la
Las corrientes artísticas previas a la Guerra Civil, se vieron bruscamente paralizadas por el estallido de la contienda. Una vez finalizada, unos marcharon al exilio y otros optaron por quedarse, intentando desarrollar sus obras sin ser ofensivos para el régimen de aquellos años.
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* La obra de González Moreno abarca desde imaginería, hasta retratos, esculturas en bronce y piezas civiles, que se encuentran dispersas en diversas ciudades de España.
La procesión Semana Santa Murcia 2018
ciudad: la galería Chys y la galería Zero. Ambas apostaban por el arte local. Fue en 1979 cuando pudo realizar una antología de su obra en la Galería Chys, en un intento de homenajear la obra del escultor cuya actividad transcurrió, al igual que la de los demás, durante los años de la Dictadura, pero fue al final de la misma cuando se reconoció su verdadero estilo artístico y permitió conocer diferentes obras que estaban diseminadas en hogares murcianos. La obra de González Moreno abarca desde imaginería, hasta retratos, esculturas en bronce y piezas civiles, que se encuentran dispersas en diversas ciudades de España. El periodo de la Historia de España que le tocó vivir, con una Guerra Civil por medio y una dura posguerra, condicionó en cierta medida su carrera artística. Debido a la necesidad de la reconstrucción de piezas religiosas después de la contienda, su trabajo se limitó, durante unos años, a la realización de figuras y grupos escultóricos demandados por las cofradías y hermandades. Su obra religiosa muestra la esencia barroca que impregna las obras murcianas de la primera mitad del siglo XX: si se observan sus primeros encargos, la influencia de Salzillo es evidente, debido a un público que está acostumbrado a dicha estética y las exigen-
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cias de Cofradías y Hermandades suponía la realización de las obras con aires barrocos. No obstante, el artista quería alejarse de la estética salzillesca y acercarse más a los modelos castellanos de Gregorio Fernández y Juan de Juni, a los que conoció en sus viajes a Valladolid y que se refleja en las obras que realizó entre los años 1942 y 1944. Sus comienzos como artista fueron difíciles. A los 12 años, debido a la difícil situación familiar, debe dejar de estudiar y compaginar las labores en el campo con sus estudios en el Patronato de San José, dirigido por el padre González Cebrián. Allí descubre su vocación artística a pesar de no tener el apoyo de su padre. Aún así, a los 14 años entra en un taller de belenes y ya con 15 años logra ingresar en un taller de escultura que se encontraba ubicado en el barrio de San Antolín, en la calle de la Lealtad. Es aquí donde empieza a ensayar con la imaginería y la escultura. En 1923, estudia dibujo en la Real Sociedad Económica de Amigos del País. También completa sus conocimientos de Aritmética, Geometría, Dibujo de figura, Modelado y Vaciado. Como compañeros tenía a Antonio Gómez Cano y Antonio Villaescusa Morales. En su estancia en Madrid, tomó contacto con otros artistas manchegos y murcianos. Aquellos años veinte estaban caracterizados por los movimientos de Vanguardia, no existía una plataforma de difusión nacional e internacional. Apenas se tienen escritos de lo ocurrido en aquel momento. En 1925 surge la Sociedad de Artistas Ibéricos, integrada por artistas, teóricos del arte y escritores que firmaron un manifiesto con el objetivo de que se promovieran exposiciones, atraer artistas exiliados y promocionar el arte nacional. En ese momento fue cuando comenzó su amistad, que mantuvo hasta el final de sus días, con Benjamín Palencia, que pertenecía a este círculo. También comenzó a mantener correspondencia con Manuel de Falla. Pero la actividad artística de todo