ESCULTORES DE LA SEMANA SANTA DE MURCIA
SÁNCHEZ LOZANO: LA RAÍZ ESTÉTICA DE SU ARTE María García Samper Directora del Área de Cultura del Ayuntamiento de Pilar de la Horadada.
Sánchez Lozano, ha sido capaz de despertar a través de la belleza de su escultura lo invisible que reside en la fe.
la Horadada. Dos años después una llamada del Duque de Tovar para realizar una copia de la Dolorosa de Francisco Salzillo que se exponía en la Iglesia de Ntro. Padre Jesús de Murcia, junto con el contacto del resto de obra del escultor barroco depositada allí, le marcaría profundamente su trayectoria artística. Salzillo no era valorado por entonces todavía como uno de los grandes del barroco español, así vemos que Sánchez Lozano ya reflejaba en su diario durante su estancia en Murcia con motivo de la bolsa de viaje concedida por la Escuela de Bellas Artes de San Jorge, el escaso conocimiento que los críticos poseían del mencionado artista, pues era considerado en un plano inferior a otros escultores barrocos como Berruguete, Cano o Montañez.
En el año 1904, en pleno centro de la pedanía oriolana denominada Pilar de la Horadada nació un niño fruto del matrimonio de Pedro Sánchez y Juana Lozano, era su cuarto descendiente. La decisión de su progenitor de trasladarse junto con la familia a Torre Horadada, para trabajar en las tierras del VI Conde de Roche, marcaría el destino del que sería el gran continuador de la obra salzillesca. Desde los cuatro años de edad, convivió con la nobleza, quien descubrió en él ciertas aptitudes que no podían dejarse en el olvido. Recorría a pie varios kilómetros para asistir a la escuela en Pilar de la Horadada hasta que a los 13 años se trasladó a Madrid para entrar en el taller del escultor José Planes. Participó con él en obras, tales son los ejemplos de La Bruja de Oropesa y La Vieja Toledana. Estudió en la Escuela de Artes y Oficios de La Palma, siendo alumno de profesores como Cayetano Vallcorba y Mexía.
En 1929 fundó su primer taller en Murcia. Los ingresos obtenidos con su trabajo en la ciudad le permitieron comprar la Casa denominada “Buenos Aires”, en Torre de la Horadada, donde crearía posteriormente su taller estival frente al mar. Otra faceta de Sánchez Lozano fueron sus trabajos carroceros dentro de la fiesta de primavera murciana, La Batalla de las Flores, donde se le otorgaron entre los años 1933 y 1934, el primer premio por la carroza titulada Abanico Isabelino, el segundo por Pescador de Málaga y el premio de Honor por El Trineo.
Tres años más tarde consiguió una beca para estudiar en la Escuela de Bellas Artes de San Jorge en Barcelona, Sus cursos académicos trascurrieron entre excelentes calificaciones, medallas de plata en las asignaturas de Teoría e Historia de las Bellas Artes y Escultura del Antiguo y del Natural, para cuyo profesor Antonio Alsina realizó durante estas fechas una imagen de la Virgen de la Victoria. Le otorgaron otros premios entre ellos “Conde de Lavern”. Obtuvo el título en escultura. Viajo por el resto de la península completando su formación artística gracias a una beca concedida por su centro de estudios.
Fue al finalizar la Guerra Civil, cuando hubo que reconstruir, reponer y crear el patrimonio escultórico perdido durante la contienda, lo que hizo que Sánchez Lozano se convirtiera en el principal continuador de la obra salzillesca y de su escuela. El gusto por los cánones clásicos que ya le marcó en su primera juventud, le proporcionaría con el neoclasicismo barroco una atracción estética que desarrollaría durante el resto de su trayectoria profesional, personalizando la belleza interna al mismo tiempo que suaviza la expresión brusca del barroco. Con ello pretendía acercar al ser humano a Dios, así es como el mismo declaraba en el Diario de La Verdad de Murcia publicado el 2 de abril del año 1942: “Toda mi ciencia de la escultura, toda mi técnica la empleo, pues, con gusto, si así logro influir en el estado psicológico de un pueblo entero, cuando con ello se ayuda a su acercamiento a Dios” ·
La predilección que desde su juventud sintió por el arte clásico en general y el griego en particular le llevó a crear entre las obras que realizó en la ciudad Condal “Plutos” “Relieve del dios Pan” ”Sátiro sedente”, “Desnudo femenino yacente” y “El Príncipe Tabnit de Sidón”. Sánchez Lozano dominaba ya por entonces perfectamente, la talla de madera y la técnica de modelado y vaciado. Trabajó en los Talleres Castellanos y en los de Olot, donde practicó los vaciados con el empleo de la llamada pasta madera o pasta fibrón, procedimiento en la cual fue un gran especialista.
Fue Profesor en la Escuela de Artes y Oficios de Murcia, durante más de once años, aunque a partir de 1952 la gran cantidad de encargos le hizo prescindir de la docencia.
Una enfermedad le obligó a regresar a su domicilio familiar, lugar en el que una vez restablecido en el año 1926, tal como había prometido a su madre, crearía el relieve de la Virgen del Perpetuo Socorro para la Iglesia Parroquial de Pilar de
Semana Santa Murcia 2019
La serie más extensa de la creación religiosa que efectuó Sánchez Lozano es la representación de Ntra. Sra. De los Dolores, así desde que realizara la copia para el Duque de
40