Literatura
Hoy Día del mayor Como dije el año pasado, es una alegría y una pena por igual. Son etapas de la vida, que tenemos que superar. Desde que nacemos, la vida y la muerte, van unidas a la par. Pero la naturaleza es tan sabia, que nos lo hace olvidar. En la madurez de nuestra vida, la tenemos más presente ya. ¿A quién no le falta un amigo, un vecino o un familiar? Y como todos tenemos chacalacas, nos asustamos de verdad. Nos duele cualquier cosita, y pensamos, eah ¡ya está! Y eso no es lo más difícil, lo peor es superar la pérdida de un familiar, que te deja la vida “destrozá”. Nos tenemos que hacer fuertes, y pensar, que por ahí tenemos todos que pasar. Pero mientras llega, la vida la tenemos que disfrutar. Ya no tenemos los problemas del trabajo, de los horarios, del llegar. Solo tenemos que ir al banco ¡a cobrar! Ver que hemos creado una familia, la alegría de nuestros hijos, nuestros nietos, ejemplos que dejamos atrás. Aunque a veces te tengas que irritar, eso es la salsa de la vida. Mientras puedas no te quedes “encerrá”, anda, sal, viaja, habla con la gente, apúntate a algo. Tener ilusión por algo es fundamental. No nos convirtamos en viejos achacosos, que sólo hablan de los males y la edad. Que la vida no es fácil, eso lo sabemos ya. Pero aquí estamos hasta que Dios quiera. Si hemos llegado a viejos, nos tenemos que sentir afortunados, hemos cumplimentado todas las etapas de la vida, todos no lo han logrado. Con mucho cariño Juana Mº Cabrera Pérez
Una bofetada al mundo una bofetada mortal nos ha traido este bichito a toda la Humanidad. Nos creíamos todos inmunes, no nos lo podíamos ni imaginar, con tanta tecnología, tanta riqueza por algunos acumulá, tanto armamento, tanta vigilancia y tanta gente prepará. Y al final, al final te das cuenta, que nada sirve para ná, que un virus microscópico, que no lo podemos ni palpar, nos tiene a todos asustados, y encerrados a media Humanidad. Ha matado a tanta gente e infectado a millones este virus es tan letal que ya ni a tu propia familia, te atreves a besar ni abrazar. Coronavirus, se llama, ni el nombre el pega na. Se debería llamar virus letal. Por tantas lágrimas derramadas, y la crisis que va a dejar. Aquí son todo incógnitas, no sabemos cuándose se va a acabar. Si ha sido la mano divina, o ha venido de Wuhan. Y los sanitarios son heroes, las fuerzas armadas, los hombres del campo, camioneros, limpiadores, supermercados, y todo los que están trabajando, para que no falte de ná. Solo la naturaleza se está viendo beneficiá. El aire es más puro dentro de la ciudad. Cuando todo esto acabe, a ver si nos damos cuenta ya, que no somos invencibles, pero todos podemos mejorar. Seamos buenas personas, démosle importancia a lo importante. Lo superfluo no vale para ná. Que descubra la vacuna y los besos y abrazos, ya no sean virtual. Con carino de Juana Mª Cabrera Pérez
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