Fiestas de Nuestra Señora y San Roque AV I T U A L L A M I E N T O D E T R O PA S EN LA GUERRA DE LA INDEPENDENCIA J A I M E D E L A L A M O H U R TA D O
Los ejércitos de Napoleón tenían la costumbre de avituallarse en el mismo lugar en que se establecían o por donde pasaban, esta costumbre fue la pesadilla de los vecinos de Peñafiel y de todos los pueblos de la comunidad durante la Guerra de la Independencia. Napoleón, llamado por su hermano, entra en España al frente de un poderoso ejército el día 4 de Noviembre de 1808, catorce días después, al atardecer, se presentó en Peñafiel un batallón de soldados franceses al mando de un comandante y varios oficiales (3), fue tal el pánico que se apoderó de la población que la mayoría huyó con su familia y todo lo que consideraba de valor a los pueblos limítrofes a casa de algún pariente. (2)
Los franceses, se encargaron, principalmente, del suministro de las tropas y de proteger la retaguardia, su relación con el pueblo fue casi nula. Además encontraron un lugar idóneo para curar a sus heridos y enfermos: el hospital de la Santísima Trinidad. 26
Al mismo sitio venían a comer, a beber y a coger lo que necesitaban los guerrilleros; los que más solían frecuentar la villa eran los de la partida de Tomás Príncipe llamada del Borbón. A finales de 1808 la partida de Príncipe se componía ya de 800 hombres que había que alimentar y pertrechar. Cuando las Juntas Provinciales, que los patriotas habían creado en cada provincia, reconvirtieron en tropas regulares las partidas de guerrilleros, la del Borbón pasó a llamarse regimiento de Húsares Francos de Valladolid, y sus guerrilleros, soldados, (4) pero siguieron recaudando en cada pueblo el dinero y alimentos para sus necesidades, ahora, con el nombre de impuesto para la nación. Los vecinos sufrieron una doble fiscalidad atendiendo las peticiones de los dos ejércitos contendientes. Sin embargo no se les pagaba con la misma voluntad. En Rábano, en 1812, tuvieron que abonar a los dos, de los invasores dicen que era por miedo, de los otros “que era indispensable dar a las partidas de tropas nacionales para liberarse de los franceses …”. Tuvieron que vender varias eras “de pan trillar” en las Eras de Abajo. (6) También recorrían los pueblos cuadrillas de bandoleros que se avituallaban en ellos. En Octubre de 1811 se envió prisioneros a Valladolid a varios individuos acusados de haber robado siete bueyes y de ser desertores del ejército regular.