12 minute read

ESPACIO AGESVET-GGA / Introducción a la Metodología Lean en Veterinaria

Next Article
Guía de servicios

Guía de servicios

Condiciones laborales, competencia desleal y consolidación del sector son los aspectos que más preocupan a los veterinarios

Según el estudio de mercado realizado por Argos en 2021, las condiciones laborales son el aspecto del sector que más preocupa a los veterinarios clínicos españoles a largo plazo. Igualmente, llama la atención el alto porcentaje de profesionales que afirman presentar afecciones psicológicas derivadas de su desempeño, ya sea ocasional o continuamente.

Sheila Riera

Argos argos@grupoasis.com

Los datos recogidos por Argos en su encuesta de 2021, a la que respondieron 325 clínicos, reflejan que existe cierta coincidencia en la opinión de los veterinarios con respecto a los aspectos que más pueden comprometer la evolución del sector, el desarrollo económico del propio centro de trabajo o la salud mental de los trabajadores.

Aspectos del sector que más preocupan

El excesivo número de facultades de Veterinaria que existe en España, y el consecuente excedente de profesionales que se gradúa cada año y entra a formar parte de un mercado laboral que no tiene capacidad suficiente como para absorberlos a todos, han protagonizado noticias y tertulias en nuestro sector desde hace muchos años. Sin embargo, no son el principal

Un porcentaje similar, un 13 %, considera que la venta de productos por Internet a precios muy inferiores a los del centro es el mayor problema: una situación que ni es nueva, ni parece tener solución a corto plazo, ni contribuye precisamente a la buena reputación del sector. No en balde, no es raro que los clientes del centro encuentren productos en la red a precios muy inferiores, no solo a los de venta en el propio centro, sino a los de compra por parte del veterinario a su proveedor.

Esta situación no solo es difícil de explicar a la clientela de la clínica, sino imposible de entender para el profesional clínico. En consecuencia, no es de extrañar que un 21 % de los encuestados crean que es precisamente la opinión del público general sobre la actividad veterinaria la que mayores problemas ocasiona: se cuestionan los precios de los productos y servicios, se difunden malas (y muchas veces infundadas) críticas en redes sociales y, en definitiva, la reputación se ve comprometida.

La atomización del sector es, para el 15 % de los encuestados, el mayor enemigo de la viabilidad económica del centro. Un porcentaje similar al que veníamos en el apartado anterior en referencia al sector. En todo caso, el aspecto de mayor preocupación es la competencia desleal, señalada por el 39 % de los clínicos encuestados como el mayor enemigo del centro veterinario.

Figura 1. ¿Qué es lo que más le preocupa del sector a largo plazo?

22% El excesivo número de facultades y, por tanto, de futuros veterinarios 8% La atomización del sector, con muchos centros de pequeño tamaño

32% La aparición de agrupaciones de centros y la consolidación del sector

38% Las condiciones laborales

Figura 2. En su opinión, ¿cuál es el mayor enemigo de la viabilidad económica del centro?

13% La venta de productos por Internet a precios muy inferiores a los del centro

12% Las grandes cadenas

39% La competencia desleal

15% La atomización del sector

Figura 3. Desde el punto de vista de los centros clínicos independientes, ¿cómo ve la adquisición de algunos centros españoles por parte de agrupaciones de diferente tipo?

14% No creo que afecte al resto de centros

33% Como una oportunidad para que otros centros optimicen su gestión y sus servicios en la medida de sus posibilidades

53% Como una amenaza hacia el resto de centros Figura 4. ¿Diría que su desempeño profesional le ocasiona estrés, ansiedad o algún otro tipo de afección de tipo psicológico?

2% Nunca

31% Continuamente

34% Solo en ocasiones muy concretas

33% A veces, pero cada vez más

punto de preocupación sectorial para los veterinarios clínicos españoles (figura 1). Aunque un (nada desdeñable) 22 % de los encuestados por Argos en 2021 señalaban esta opción como la más preocupante, este porcentaje se ve ampliamente superado por otros dos aspectos: las condiciones laborales son el punto más preocupante para el 38 % de los clínicos encuestados, mientras que la aparición de varias agrupaciones de centros, y los cambios que esta situación implicará en el futuro, está en lo más alto de la lista de preocupaciones del sector para otro 32 %.

Por su parte, otro clásico, la atomización del sector (derivada de la gran cantidad de centros existentes), ha quedado relegada a la última posición, ya que tan solo un 8 % de los encuestados la sitúa como el punto más preocupante de la realidad clínica veterinaria española en el momento de la realización de esta encuesta.

Enemigos de la viabilidad económica del centro

Sin embargo, si nos centramos exclusivamente en la viabilidad económica del propio centro de trabajo, las grandes agrupaciones pierden peso (figura 2): solo un 12 % de los encuestados las señalan como las máximas “enemigas”. ser una oportunidad para que los centros que quieren mantener su independencia optimicen su gestión y sus servicios en la medida de sus posibilidades, para poder competir con estas grandes agrupaciones hasta donde sea posible.

El 14% restante considera que la llegada de estas agrupaciones, y la consolidación consecuente del sector, no afectará a los centros independientes.

Opinión sobre la consolidación del sector

Nadia Snopek/shutterstock.com

Ante la pregunta “Desde el punto de vista de los centros clínicos independientes, ¿cómo ve la adquisición de algunos centros españoles por parte de agrupaciones de diferente tipo?”, y en consonancia con lo comentado en apartados anteriores, más de la mitad de los encuestados (53 %) indicaron que la consideran una amenaza hacia el resto de centros (figura 3).

Por su parte, un tercio (33 %) opinan que este cambio estructural que está viviendo el sector en nuestro país puede

Afecciones psicológicas

El estrés, la ansiedad, el burnout e incluso la depresión son términos que, por desgracia, cada vez están más presentes en el sector clínico veterinario español. Como es sabido, el síndrome conocido como “fatiga por compasión”, derivado de la relación terapéutica con el paciente, es frecuente entre profesionales sanitarios.

Pero, en concreto, el sector veterinario presenta determinadas características, algunas de ellas ya expuestas en apartados anteriores, que hacen que los clínicos veterinarios sean más propensos a sufrir estas afecciones psicológicas que profesionales de otros sectores sanitarios.

De hecho, según la encuesta realizada por Argos el pasado año, el 31 % de los clínicos presentan alguno de estos tipos de afección psicológica “continuamente”, mientras que un 33 % lo presenta “a veces, pero cada vez más a menudo”. Otro tercio (34 %) afirma sufrirlos solo ocasionalmente, mientras que únicamente el 2 % asegura no padecerlos nunca (figura 4).

Ficha técnica

Este trabajo ha sido elaborado a partir de los datos recogidos mediante la encuesta realizada por Grupo Asís Biomedia S.L. durante los meses de mayo y septiembre de 2021. • n = 325 (clínicos veterinarios) • Error muestral: ± 5,37 • Intervalo de confianza: 95%.

Queda prohibida la reproducción total o parcial de su contenido sin previa autorización escrita.

Introducción a la Metodología Lean en Veterinaria

Lean nos da herramientas para hacer nuestros negocios más rentables y eficientes, disminuyendo o eliminando todo aquello que supone una pérdida de tiempo y dinero en nuestra rutina diaria y optimizando los procesos que realmente aportan valor a nuestros clientes.

Lucía León

Veterinaria autónoma independiente Lean Practitioner

Si has trabajado en clínica de pequeños animales sabrás que nuestro trabajo como veterinarios puede ser tan satisfactorio como estresante. Nuestro día a día podría definirse como una aventura que, por norma general, sabes cómo va a empezar, pero nunca cómo va a acabar.

En un anhelo por tener una vida más organizada y eficiente hace unos años conocí la Metodología Lean. Se trata de una filosofía de trabajo basada en la mejora continua.

Esta metodología nació en Japón tras la Segunda Guerra Mundial, que dejó al país con una economía exhausta. El ingeniero jefe Taiichi Ohno desarrolló en los años 50 para Toyota un sistema de fabricación que, sin apenas liquidez ni maquinaria, permitió superar en beneficios a sus competidores norteamericanos, que contaban con todos los medios.

Básicamente, Lean nos da herramientas para hacer nuestros negocios más rentables y eficientes, disminuyendo o eliminando todo aquello que supone una pérdida de tiempo y dinero en nuestra rutina diaria y optimizando los procesos que realmente aportan valor a nuestros clientes. No requiere grandes inversiones, solo altas dosis de sentido común y estar dispuesto a cambiar cosas que llevan años establecidas en tu clínica.

Lo primero que debemos tener en cuenta es que en la clínica veterinaria nos encontramos en el sector servicios y que, en la mayoría de los casos, únicamente el 10 % de nuestras actividades tienen valor añadido para el cliente (dícese de todo aquello que el cliente valora y por lo que está dispuesto a pagar). El 90 % restante de nuestras actividades suponen valor añadido para el negocio (procesos necesarios para el correcto funcionamiento de nuestra empresa, pero a los que el cliente no le da importancia: hacer pedidos, comprobar albaranes, cumplir la ley del medicamento, etc.) y desperdicios (mal uso de nuestro tiempo/dinero).

Sobreproducción

Producir o trabajar más de lo que exige el cliente: esterilizar todo el material de quirófano en cada intervención, cuando solo se ha utilizado la mitad de él (de ahí la importancia de crear kits diferenciados de cirugías mayores y de cirugías menores). Hacer más pruebas de las que nos ha pedido el cliente (y no cobrarlas) por inseguridad nuestra, etc.

Complejidad del proceso

Excesiva burocracia, formularios, traspaso manual de analíticas o radiografías a la ficha del paciente si nuestras máquinas de laboratorio o de radiología no son compatibles o no están vinculadas con el programa de gestión mediante sistema de red, etc.

Defectos

Trabajo mal realizado que debe volver a hacerse: pasaporte o documentación mal rellenada por querer ir rápido, servicios/ artículos no facturados por olvido, kits de cirugía que deben volverse a esterilizar por falta de algún instrumento concreto en su interior, resultados analíticos no comentados a los clientes por descuido, ausencia de ayuno en un ingreso para cirugía por no habérselo recordado el día de antes, etc.

Talento

No es un desperdicio, sino un concepto que se debe tener en cuenta. No debemos desperdiciar las habilidades de los trabajadores: ellos pueden detectar los desperdicios a diario y encontrar soluciones. Hay maneras de hacer que cada persona encuentre su función en la empresa y la desarrolle de manera brillante.

Si nos centramos en los desperdicios (ya que el valor añadido para el negocio es tan tedioso como inevitable), debemos conocer los tipos que hay e identificarlos en nuestro lugar de trabajo. Nuestro objetivo será minimizarlos o eliminarlos, para optimizar nuestro trabajo.

Tipos de desperdicios

Transporte

Desplazamiento fuera del lugar de trabajo (visitas a domicilio, hacer la compra, recoger material antirrábico en el Colegio de Veterinarios, etc.).

Stock

Cuesta dinero, ocupa espacio y hay que mantenerlo y contabilizarlo. Tiene riesgo de caducidad. Es el gran agujero negro de las clínicas veterinarias. Solemos tener múltiples referencias de productos similares, así como un exceso de productos por aceptar ofertas comerciales. Si en lugar de tener un exceso de stock este estuviera optimizado (teniendo lo estrictamente necesario para que haya un flujo continuo de trabajo) dispondríamos de mayor liquidez en el banco y podríamos decidir libremente en qué emplear ese dinero.

Desplazamiento

Movimiento innecesario de personas dentro del lugar de trabajo. Suele deberse a la búsqueda de materiales, instrumental, fármacos o documentos que no tienen una localización determinada en la clínica. Abandonar la sala de exploración reiteradamente mientras estamos realizando una consulta no solo es una pérdida de tiempo, sino que nos resta credibilidad y valor cara al cliente.

Tiempo de espera

Cliente esperando en sala de espera, veterinario que no puede seguir con su trabajo por falta de un compañero que le sujete al paciente, etc. Son cosas que suceden cuando las actividades no se han coordinado adecuadamente. Localiza el archiconocido cuello de botella de nuestra clínica. No debemos desperdiciar las habilidades de los trabajadores: ellos pueden detectar los desperdicios a diario y encontrar soluciones.

Ponerse en la piel del cliente

Si tienes ganas de mejorar, te propongo ponerte “las gafas del cliente”. Es un ejercicio muy práctico, en el que entrarás a tu clínica y observarás las actividades y procesos que suceden en vuestro día a día. Debes actuar como mero observador e, idealmente, tener un cronómetro a mano para medir tiempos. Recomiendo hacerlo de manera discreta, para no coartar a tus compañeros y obtener datos reales y objetivos de los procesos. Cuando nos sentimos observados, todos actuamos de manera diferente y más rápida de lo habitual.

Para identificar dónde podemos mejorar debemos tener muy claro quién es nuestro cliente y qué espera de nosotros. Imagina que eres ese cliente, y observa qué sucede a tu alrededor. Analiza vuestro día a día y toma nota de todos los desperdicios que observes. Donde se limite el rendimiento, se acumule el trabajo y haya tensión o caos regularmente, allí es donde encontrarás el “cuello de botella” de tu clínica.

Una de las características de la Metodología Lean es que involucra a todo el equipo, y que los encargados de implementar las mejoras deben ponerse en situación, y conocer de cerca lo que sucede en el puesto de trabajo de cada componente del equipo. La pregunta que debemos formular a nuestro personal sería: “¿Qué hay en tu puesto de trabajo que se podría mejorar para hacer tu día a día más eficiente?”.

Las respuestas a esa pregunta deben ser meditadas y bien explicadas a los demás componentes del equipo y, en conjunto, intentaremos hallar soluciones para llegar a mejorar ese proceso concreto. Te sorprenderás del buen feedback que puedes obtener. Escuchar las propuestas, consensuar el cambio y trabajar el reconocimiento si ha sido un éxito, son las claves para tener trabajadores involucrados, que se sienten importantes, útiles y escucha-

dos. Es la clave para mejorar su rutina diaria, su eficiencia y su motivación.

A veces las mejoras requieren cambios estructurales (obra menor, carpintería, etc.), pero otras veces son simples cambios (como cambiar la impresora de lugar) que repercuten en una mayor eficiencia desde el primer día.

Hay múltiples herramientas que iremos tratando en próximos artículos para eliminar los desperdicios citados (Kanban, Two bin principle, 5S, Poka Yoke, Análisis de la causa raíz, etc.). Mientras tanto, espero haberte contagiado de este virus de la mejora continua que, al contrario que otros, solo quieres que se adentre en tu ADN y siga haciendo tus días cada vez más agradables y rentables.

TeraVector/shutterstock.com

Para más información

This article is from: