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¿Son fiables las recetas caseras para mascotas? Un grupo de investigación analizó las carencias de nutrientes que presentaban 200 preparados de alimentación para perros. Existen propietarios que optan por cocinar ellos mismos las dietas de comida con las que alimentan a sus perros. Esta costumbre se debe, en muchos casos, a la idea de que la comida casera será siempre de mayor confianza que los productos de alimentación manufacturados que puede encontrar en los comercios especializados. Sin embargo, la realidad podría ser distinta. Por lo menos, eso es lo que afirma un grupo de investigadores de la Escuela de Medicina Veterinaria de la Universidad de California Davis. 200 recetas analizadas Estos especialistas llevaron a cabo un amplio estudio sobre recetas caseras para perros, y calcularon la cantidad de nutrientes que aportaban. La conclusión, publicada en el Journal of the American Veterinary Medical Association, fue contundente: muy pocas de las 200 recetas analizadas alcanzaban en su aporte de nutrientes los estándares básicos de salud establecidos para los perros. La investigadora responsable de este estudio fue Jennifer Larsen, profesora asistente de nutrición clínica en la Universidad de California Davis, comentó sobre el planteamiento de su trabajo: “Algunos propietarios prefieren preparar la comida de
sus perros en casa, ya que consideran que tienen mayor control sobre la dieta de los animales, quieren ofrecerles un alimento más natural o simplemente no confían en las empresas de alimentos para mascotas”. Sin embargo, añadió que “los resultados de este estudio indican que la mayoría de las recetas disponibles para perros sanos, incluso las publicadas en libros escritos por veterinarios, no proporcionan los nutrientes esenciales en las cantidades requeridas por el perro”. La especialista en nutrición animal añadió que “es extremadamente difícil para el dueño medio de una mascota, o incluso para los veterinarios, encontrar recetas equilibradas para elaborar comidas apropiadas que sean seguras a largo plazo”. De fuentes diversas Jennifer Larsen y Jonathan Stockman, un veterinario residente de nutrición clínica en la Universidad de California y residente de segundo año de nutrición clínica en la Universidad de California Davis, rastrearon en fuentes diversas para recopilar 200 re-
cetas de comida para perros, incluyendo libros de veterinaria, obras sobre el cuidado de las mascotas y páginas web. A través de un programa informático calcularon el contenido nutricional de las comidas elegidas, así como la forma de elaborarlas. Así, observaron que de los dos centenares de recetas recogidas solamente nueve cumplían con todas las concentraciones de nutrientes esenciales que establece la Asociación de Funcionarios Americanos de Control de la Alimentación (una agrupación estadounidense creada para regular la venta y distribución de alimentos y medicamentos para animales). Del mismo modo, únicamente cinco de las recetas revisadas proporcionaban las concentraciones de nutrientes esenciales para perros adultos requeridas por el Consejo Nacional de Investigación de los Estados
Doble
comprobación Ya que el primer análisis realizado fue a través del ordenador, calculando el nivel de los diversos nutrientes según la composición reflejada en las recetas, los investigadores quisieron confirmar sus conclusiones a través de análisis de laboratorio. Para ello, los investigadores tomaron 15 recetas que fueran representativas de toda la variedad del total, y las prepararon siguiendo las instrucciones especificadas. Al comparar los resultados de los análisis de laboratorio con el análisis por ordenador, los investigadores encontraron que ambos métodos de evaluación coincidían en las deficiencias y los excesos detectados, con sólo unas pocas discrepancias. Esta coincidencia hizo a Jennifer Larsen concluir lo siguiente: “Los datos apoyan el concepto de que el análisis por ordenador es un método fiable para detectar insuficiencias en las recetas caseras de alimentos para perros”.
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Unidos. Curiosamente, esas cinco recetas habían sido escritas por veterinarios.
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grupoasis.com
Numerosas carencias Entre las carencias detectadas en las recetas, en el 95 % de las estudiadas se observó la falta de al menos un nutriente esencial, y en más del 83 % la carencia de nutrientes era múltiple. No obstante, las que habían sido formuladas por los veterinarios demostraron ser las que menos carencias tenían, a pesar de que no ofrecían los niveles nutritivos completos aconsejados. Solamente cuatro de ellas habían sido escritas por nutricionistas veterinarios certificados, y esas cuatro sí que tenían perfiles nutricionales aceptables para perros adultos. Jennifer Larsen señaló que algunas de las deficiencias detectadas, como las relacionados con la colina, la vitamina D, el zinc o la vitamina E, podrían causar problemas de salud tales como complicaciones inmunitarias, acumulación de grasa en el hígado o trastornos musculoesqueléticos. Igualmente, debido a que muchas recetas presentaban las mismas carencias, no era posible eludir esos riesgos para la salud alternándolas o combinándolas.
Entre las carencias detectadas, en el 95 % de las recetas estudiadas se observó la falta de al menos un nutriente esencial. Instrucciones vagas Otro de los aspectos a los que se le prestó atención en este estudio fue la precisión de las instrucciones para la elaboración de las recetas. En este sentido, los investigadores hallaron que el 92 % de las recetas contenía instrucciones vagas o incompletas, que obligaban al propietario del animal a dar por supuesto al menos una cuestión relacionada con los ingredientes, con el método de preparación o el uso de suplementos. Por otra parte, el 85 % de las recetas no proporcionaba información sobre las calorías que aportaban, o no advertían para qué tamaño de raza estaba pensado el alimento. 174