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Entrevista a Ofelia Santiago

Tener un propósito es clave para lograr un equilibrio Ofelia Ofelia Santiago Santiago

Experta en liderazgo transformador, invita a alinear las actividades para desarrollar objetivos

Por Danielis Fermín

dfermin@eldinero.com.do Fotos: Cortesía

Los negocios, sin importar su tipo, deben tener un propósito. De acuerdo con Ofelia Santiago, experta en liderazgo transformador, al igual que con el emprendimiento las mujeres deben lograr un balance positivo que les permita desempeñar sus distintos roles.

La consejera afirma que “no se puede desarrollar con efectividad y éxito ninguno de los distintos roles que ocupamos en cada uno de nuestros ecosistemas sin tener un equilibrio, homeostasis, y una clara visión y propósito de lo que somos y lo que queremos lograr en la vida”.

Sin embargo, lograr un equilibro no es tarea fácil. Santiago señala que para alcanzar un balance es necesario alinear las actividades a un propósito determinado, pero es necesario que se haga “de forma consciente”, “dando lo mejor de nosotras mismas al servicio de nuestro propósito”.

Autodescubrirse

Para la consultora es importante que la mujer se conozca antes de iniciar cualquier proyecto. “La autoconsciencia, es decir, conocer perfectamente cuáles son nuestras competencias más marcadas, el destilado de nuestro elemento, nuestra esencia, y quiénes somos en realidad, definen la piedra angular para nuestra autoeficacia”.

Explica que una persona que no conozca sus fortalezas y debilidades podrá tener dificultades con los retos que se le presenten. “No podemos emprender este apasionante viaje, sin saber quiénes somos, cómo nos diferenciamos y cuál es nuestra verdadera oferta de valor al mercado, de una manera auténtica y genuina”.

La directora de Santiago Consultores indica que para autodescubrirse es necesario tomar consciencia de que “sólo desde el interior, es como podemos comenzar a aportar valor”.

Exhorta a las féminas buscar un coach que le ayude a identificar su propósito, los valores que la definen, así como las creencias que le son útiles y las que le impiden crecer o son un obstáculo para el éxito de su misión.

“Analizando científicamente qué competencias posee a favor ese objetivo y propósito, y cuáles debe de desarrollar como oportunidades de mejora. Todo ello debe ser abordado desde una profunda valentía, compromiso consigo mismas e ilusión por desarrollar la mejor versión de sí mismas”, precisa la coach.

Empoderar

Santiago define el liderazgo femenino como “la utilización de las características propias de las mujeres para ejercer el liderazgo en el interior de las organizaciones. Su rol de mujer y directiva está condicionado por el entorno sociocultural, familiar y por su herencia biológica”.

La presidenta de Latin Insignts Europe destaca que las profesionales han logrado ocupar puestos de importancia en las organizaciones. Sin embargo, según estadísticas de la Unión Interparlamentaria, que han sido publicadas a comienzos de la pandemia por las Naciones Unidas, sólo el 7% de los líderes globales son mujeres.

“A nivel general se han hecho muchos trabajos destinados a la visibilidad y participación del desarrollo de la mujer en el desarrollo de los países, pero es muy cierto que aún queda un importante camino por recorrer”, indica.

Para Santiago, actualmente se vive en un momento idóneo para incentivar la equidad, la gestión inteligente de la diversidad, la talentocracia y de incorporar las lecciones

aprendidas que “en esta profunda crisis y pandemia en la que aún estamos inmersos, han supuesto algunas de las lideresas más significativas y eficientes y que mejor han gestionado esta pandemia, como Ángela Merkel, en Alemania; Erna Solberg, en Noruega, o Jacinda Ardem, en Nueva Zelanda, junto a otras grandes lideresas”.

República Dominicana

La también docente resalta la labor que se ha realizado en el país para lograr la equidad de género. “Se ha hecho ya un importante recorrido en República Dominicana en la inclusión de la mujer en los órganos de gobierno, sobre todo en los últimos años”.

A pesar de esto, precisa, “no podemos olvidarnos de que este tema no se puede abordar sólo con el aparato legislativo, que, aunque resulte fundamental para romper una inercia marcada por un liderazgo masculino, que se toma como referente por defecto, no refleja en absoluto la aportación de magníficas lideresas que están llamadas a ocupar de forma equitativa los distintos gobiernos de ámbito nacional, regional, local, empresarial y social en este gran país”.

Entiende que este no es un tema que se le pueda dar conclusión únicamente con una ley de cuotas. “Aunque puede ayudar en un primer momento, debemos de tomar consciencia de que es un problema que debe de afrontar todo el conjunto de la sociedad, transformando, primeramente, valores y cultura muy arraigados, sesgos inconscientes, así como estereotipias y creencias que no permiten un liderazgo efectivo e inclusivo de la mujer en los órganos de decisión”.

Masculinización

Sobre la lucha de géneros, Santiago recomienda trabajar de forma colaborativa. “La polarización de pensamiento y, por ende, de enfrentamientos continuos a los que estamos asistiendo en la actualidad, restan fuerza y energía al verdadero objetivo de una integración eficiente y visibilidad global de la mujer en los distintos ámbitos de la sociedad”.

El problema entre hombres y mujeres sólo se arreglará cuando comprendan las nuevas reglas de juego que trae esta nueva era, donde “sólo desde la unión, la cooperación y el desarrollo conjunto, podremos atender los numerosos retos que se nos proponen de manera global. Este es el siglo del talentismo y el talento no tiene género”.

Esta nueva era no puede permitirse prescindir de la mitad del talento para dar respuesta a los importantes retos que tenemos por delante ”

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