Editorial esta situación, se empecina en imponer su voluntad a la fuerza.
El legítimo derecho a TRABAJAR EN PAZ
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urante el cierre de la presente edición, nuestro país transitaba por uno de los pasajes más oscuros de su historia. Una medida económica anunciada por el Gobierno nacional motivó el correspondiente reclamo de diversos actores sociales. Sin embargo, lo que pudo haber sido una expresión de rechazo plenamente justificada debido a la falta de un anuncio oportuno de medidas de compensación como contraparte, fue aprovechado por individuos con oscuros intereses, motivados por sus ansias desestabilizadoras en busca de recapturar al país bajo su mando. Lo cierto es que esta situación no distingue entre ganadores y perdedores, pues los ecuatorianos en su conjunto hemos sacrificado momentos de pacífica convivencia debido a los actos vandálicos y criminales impulsados por una minoría que, aun sabiendo las pérdidas económicas millonarias que genera 3
En este contexto, el sector camaronero levantó su reclamo por la grave afectación al legítimo derecho de toda la ciudadanía a trabajar en paz como único medio de conseguir el bienestar para los suyos. Mientras las autoridades trabajan para retomar el control de vías y apaciguar los enfrentamientos entre manifestantes violentos y la fuerza pública, la Cámara Nacional de Acuacultura activó diferentes mecanismos de coordinación para evitar mayores afectaciones a las vías de movilización de nuestro producto. Al momento de la redacción de este editorial no se reportan situaciones que lamentar y, por el contrario, poco a poco retomamos el normal desenvolvimiento de nuestras actividades. Lo descrito anteriormente sin duda debe invitar a nuestro país a una profunda reflexión respecto del modelo de desarrollo que perseguimos. Si bien las finanzas públicas requieren de un saneamiento que elimine fallidos beneficios económicos que no estaban adecuadamente focalizados, como el caso de los precios de los combustibles, el Estado no debe detener sus esfuerzos por aliviar la carga de la nómina burocrática, pues aún contamos con un tamaño gigantesco si se compara con el producto interno bruto. De igual manera, en la búsqueda de un modelo de desarrollo que se base en la inversión y la generación del empleo, las autoridades del Ministerio de Finanzas deben acelerar la toma de decisiones respecto de varios asuntos relacionados a la competitividad de los sectores productivos. José Antonio Camposano
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