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Sumito Estévez un maestro de la cocina multicultural

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Asado Negro

Asado Negro

Andrea González

Nacido el 22 de octubre de 1965, Sumito Estévez es un caraqueño criado en Mérida, que creció en un entorno muy diverso, miembro de una familia donde predominaban dos cosas, la cocina y la cultura.

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Actualmente, está casado con Sylvia Sacchettoni, quién lo apoya en sus emprendimientos. Él y Sylvia establecieron la Fundación Fogones y Bandera destinada a fortalecer la identificación, reconocimiento y empoderamiento de la gastronomía venezolana como patrimonio cultural inmaterial, financiar investigaciones y gestionar recursos para becar a personas interesadas en estudios gastronómicos dentro de instituciones calificadas de Venezuela o el mundo.

Su historia con la cocina comenzó desde casa. Tanto su papá como su mamá, eran amantes de la cocina. De hecho, su mamá, Anú Singh, fue una semilla de inspiración en esta vocación. Estévez recuerda claramente como en muchas ocasiones gateaba a la cocina y como más tarde, a la edad de 12 años, impulsó su propio club de gastronomía.

Pero a pesar de esta pasión, este especialista de la cocina comenzó como científico, específicamente físico. En 1988, Sumito no se veía cambiando la ciencia por una cocina. Decidió adentrarse en ello y lo que comenzó como un descanso terminó siendo su otro mundo, con un sinfín de estilos, mezclas y fusiones de diferentes lugares del mundo.

Comenzó como asistente de cocina en la casa de Armando Scannone, el 11 de junio de 1989. Más tarde, a mediados de 1990, pisó la cocina del Seasons Club, restaurante del chef venezolano Franz Conde, ejerciendo el rol de Sous Chef.

Desde ese momento, Sumito poco a poco fue posicionándose en el escenario gastronómico. Trabajó con Pierre Blanchard, en Deuxieme Etage y también fue chef de la Vinoteca Delfino, ambos restaurantes en Caracas.

Con la intención de abrirle a los demás una pequeña ventana a su mundo, su forma y sus estilos de cocina, publicó un paquete de libros donde presentó varias formas de preparar carnes y hasta comidas frías.

Primero fueron dos tomos publicados por El Nacional entre 1998 y el 2001, luego la editorial extendió su bibliografía con la edición de 15 tomos de La Cocina de Sumito, la colección gastronómica de mayor tiraje publicada en Venezuela.

Para el 2002, era uno de los rostros conocidos de El Gourmet, canal de cocina donde participó en programas como: “Cocina al cubo”, compartiendo pantalla con Poncho Cadena y Mikel Alonso, profesionales de la cocina.

SUS PROGRAMAS DE TV:

“Fusión”, programa en el que Sumito tuvo la oportunidad de elaborar platos con fusión de diferentes estilos que representan la cocina del Nuevo Milenio.

“Lo mejor de la cocina venezolana”,

donde le presentó al público un compilado de sus recetas más populares y tradicionales para que pudiesen tomar nota y no perderse ni un detalle.

“Mi receta. Tu receta”, junto a la chef Ana Belen Myerston. En cada emisión ambos elegían un producto para realizar platos y lo elaboraban de diferentes maneras, ya sea dulce o salado, frio o caliente, crudo o cocido, asado o al vapor.

“Puro Sumo y Sumo Placer”,

donde Sumito mostró lo mejor de sus raíces, combinando la tradición venezolana con influencias asiáticas. En cada emisión, Estévez exponía su conocimiento culinario, fruto de una maravillosa formación internacional.

También nos presentó un programa para aquellos que no son tan expertos en la cocina, “S.O.Sumito”, donde ofrecía diversas propuestas de recetas para solucionar problemas cotidianos que se presentan en la cocina.

Y nos invito a viajar por Latinoamérica en “Tradición latina”, programa donde se dedicaba a hacer recetas típicas de cada país. En cada capítulo seleccionaba un producto común a varios países y realizaba tres platos tradicionales.

Sin dejar de lado a Venezuela, también nos mostró las costumbres y nuevas tendencias de varios estados del país en “Venezuela mía con Sumito”.

Antes de consolidar su posición como representante de nuestra cocina en todo el mundo, pasó por un periodo en el cual vio necesario reconectarse con su patria. Al divorciarse sus padres, Sumito se veía a si mismo ajeno a la comida venezolana, debido a que se crío bajo la tutela de su mamá. Sin embargo, desde el 2003 en adelante, se dedicó a estudiar más la gastronomía de Venezuela y se esforzó para enaltecerla de diferentes maneras, una de esas fue a través de la creación del Instituto Culinario de Caracas, el cual creó junto al chef Héctor Romero.

El objetivo de este centro era trasmitirle a nuevas generaciones su pasión por el negocio de la restauración.

Para Estévez y Romero su filosofía era que en la cocina las personas aprenden haciendo. Ambos buscaban que sus alumnos comprendieran la gastronomía como una profesión y a la restauración como un oficio.

Su necesidad de ir más allá de lo convencional, lo llevó también a ser conductor de programas culinarios de televisión, programas radiales y escribir artículos y columnas para varios periódicos de Venezuela.

Igualmente, inauguró La Cuadra Gastronomía (2001-2003), en Los Palos Grandes, Caracas. También antes de ser parte del equipo de El Gourmet comenzó la publicación de un blog (2002), condujo el programa semanal Nueva cocina latina en el canal de cable español Canal Cocina (2004), creó y fue socio de SumoGusto, empresa de comida para llevar (2003-2004), y abrió una tienda de bombones hechos con chocolate venezolano en Buenos Aires, Argentina, y en su país, específicamente en Nueva Esparta.

Sumito se convirtió en el representante de nuestra gastronomía en todo el mundo. Su nombre trascendió fronteras de tal manera que llegó a ofrecer asesorías a restaurantes en Estados Unidos y la isla de Granada.

Hoy en día cuenta con varios reconocimientos nacionales e internacionales, tales como el Tenedor de Oro de la Academia Venezolana de Gastronomía (2006); una condecoración de la Alcaldía de Lima, Perú (2008), un puesto como miembro Honorario de la Asociación Ecuatoriana de Chefs (2008) y el reconocimiento de Chef Honorario de la Escuela de Gastronomía de la Universidad de las Américas en Quito, Ecuador (2008).

Donde muchas personas solamente ven platos de comida, él ve cultura, la visión de un país desde algo tan simple como un bocado.

En el caso de nuestra cultura, asegura que la cocina venezolana es muy variada y rica por ser un país grande con barroca biodiversidad tropical. También se refiere a la arepa como el caballo de Troya de la cultura venezolana, porque dentro de ella está toda la cultura gastronómica venezolana. Asimismo, se refiere a la cocina ecuatoriana como un tesoro que busca internacionalizarse, ya que asegura que en la preparación de muchos platos tienes material como para hacer un libro. Otra cocina sobre la cual se ha manifestado con gran aprecio es la cocina de Chile, país que le abrió las puertas en 2018. A sus ojos, considera que la gastronomía del país es “ritual”.

Este país además de haberle abierto las puertas, le permitió ser el Subdirector de Educación Continua del Centro de Innovación Gastronómica de INACAP.

Su tiempo en Chile lo ha hecho seguir descubriendo y reafirmando la creencia de que personas de diferentes culturas pueden tener un punto de encuentro. Su canal de YouTube “Recetas de Sumito”, es un gran ejemplo de esto y de su entrega y pasión por el arte culinario.

La idea de su canal surgió cuando caminaba por las calles en Chile, vio a una familia venezolana y pensó en las generaciones que crecerán fuera del país y en cómo la gastronomía sería el mejor hilo conductor con sus raíces.

Actualmente, Sumito se encuentra viviendo los resultados de su emprendimiento en pandemia, Sumo Gusto(www.sumogusto.cl), un negocio de delivery con cocina al vacío y platos preparados listos para calentar, de cocina venezolana e internacional.

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