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NOSOTROS
Charlando con
Salvador Alsius Periodista y exvicepresidente del Consejo Audiovisual de Cataluña
Licenciado en Ciencias Económicas (1973) y en Ciencias de la Información por la Universitat Autònoma de Barcelona (1976). Doctor en periodismo por la Universitat Pompeu Fabra. Decano del Colegio de Periodistas de Cataluña entre 1997 y 2001. Vicepresidente del Consejo Audiovisual de Cataluña del 2014 al 2020. Fue unos de los primeros presentadores de los informativos de la televisión pública catalana.
Realmente Salvador, ¿la TV que conocemos acabará muriendo? ¿Cómo será la nueva televisión? Los cambios de hábitos de los consumidores son evidentes. Se está tendiendo a sacrificar los canales tradicionales por las plataformas. El target, por ejemplo de TV3, son mayores de 60 años, la gente joven no ve este tipo de televisión. Los motivos son diversos. En primer lugar, hay un cambio de comportamiento que hace que la TV como medio que ha presidido nuestra vidas desde los años 60, se esté acabando, aunque debo matizar esto, porqué creo en una TV low cost. En segundo lugar, las televisiones públicas lo tienen especialmente difícil porqué deben competir con unos canales que pueden emitir cualquier tipo de programa, sin cortapisas. Y, en tercer lugar, las televisiones públicas pequeñas, como TV3, lo tienen todavía más difícil, porqué tienen que competir en un mercado y no disponen de los recursos suficientes para poder comprar. Todo indica que el modelo no da para más, por lo que, o bien se le practica una eutanasia rápida o bien se hace todo lo posible para que la decadencia sea digna y fructífera. No cabe duda que se deben buscar recambios.
Salvador Alsius dice que está jubilado, pero sigue muy activo. Su último libro “Com TV3 no hi havia res” es un ejercicio de memoria de la creación y la consolidación de TV3, a los que añade reflexiones sobre aspectos periodísticos, políticos y lingüísticos del proyecto. En los 80, TV3 renovó la televisión de España, después lo hicieron las cadenas privadas y ahora son las nuevas tecnologías las que están cambiando el panorama audiovisual.
Has hablado de la televisión low cost ¿que quieres decir con este término aplicado a la televisión? Tengo la impresión que la televisión ha entrado en una serie de ideas fijas, inamovibles, arrastrada por la industria; parece que nada se pueda hacer de otra manera. Es importante tener buena ficción, sí, pero no se puede competir, por ejemplo, con series como “Juego de Tronos”. En cambio “Merlín”, de TV3, que tuvo un gran éxito, el precio de producción comparado con estas grandes series, fue mínimo y ha resultado rentable. Creo que debemos tender a producir programas sencillos pero que tengan buena aceptación, que sean ingeniosos, como por ejemplo “Juego de Cartas”, el “Forastero” o “El Infiltrado”. La inventiva es infinita, si se acierta, todavía se puede hacer una televisión de low cost que funcione, tanto buscando en lo que se hace por el mundo, como creándolos.