2 minute read
BITCOIN, LA REALIDAD SE IMPONE / Ricardo Castaneda
BITCOIN, LA REALIDAD SE IMPONE
Los principales problemas financieros de El Salvador no son por culpa del bitcoin. Pero lejos de ser la solución, la criptomoneda ya se ha convertido en parte del problema. El 7 de septiembre de 2021 la fantasía se hacía realidad, el bitcoin se establecía como moneda de curso legal en ese país, pero ¿qué ha significado esto? Convertirse en un laboratorio para realizar un experimento económico donde el grupo experimental es toda la población, y en el que se ha combinado una dosis muy peligrosa de improvisación y opacidad.
Advertisement
Para hacer realidad la fantasía, se utilizaron recursos públicos. La Asamblea Legislativa aprobó tomar 225.3 millones de dólares (mdd) del presupuesto para la implementación del bitcoin. Fue muy simbólico que ese día también se aprobaba recortar recursos a educación y salud. Con esta decisión, se establecía que no importaba si una persona decidiera no usar bitcoin, igual tenía que asumir el costo a través del pago de sus impuestos.
Otro de los costos ha sido el cierre de fuentes de financiamiento. Desde el gobierno se había anunciado que se lograría un acuerdo de servicio ampliado con el FMI por 1,300 mdd. Pero a la fecha no se ha logrado justo por la adopción del bitcoin, así como por el debilitamiento de la institucionalidad democrática del país.
A la par, el riesgo país, medido por el EMBI, se ha disparado exponencialmente. Si El Salvador saliera a emitir bonos ahora, la tasa de interés que tendría que pagar sería de 30%, suponiendo que alguien le quiera prestar.
Frente a este contexto y para buscar alternativas de financiamiento, el gobierno anunció que, en marzo de este año iban a emitir 1,000 mdd en unos denominados ‘bonos volcán’, y la idea era que se podían adquirir con bitcoin. Hasta ahora no se ha realizado esa emisión.
En enero de 2023 hay un vencimiento de deuda por 800 mdd, y aunque el gobierno todavía podría conseguir apoyos de entidades como el BCIE, el CAF, realizar una reforma de pensiones o utilizar reservas internacionales netas para pagarlo, el riesgo de impago se ha aumentado.
Los ganadores por la adopción del bitcoin hasta la fecha han sido los proveedores de los cajeros automáticos, los desarrolladores de la aplicación y quienes han utilizado la criptomoneda para lavar dinero, pues el país no tiene el marco legal e institucional para prevenirlo y enfrentarlo.
Luego de casi un año, la realidad se ha impuesto a la fantasía. Y aunque hasta ahora quien ha pagado las consecuencias de esta apuesta riesgosa ha sido la población, dadas las implicaciones financieras, si la administración Bukele no corrige su obsesión por el bitcoin, el que podría estar en riesgo es su propio proyecto político.
RICARDO CASTANEDA ANCHETA*
OPINIÓN INVITADA
Economista sénior y coordinador de país para El Salvador y Honduras, del Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (Icefi)
@Recasta