EDITORIAL
Preocupan a la 4T los Resultados Electorales de Coahuila e Hidalgo Pero lo más relevante es sin duda que en Coahuila el PRI ganó las 16 diputaciones de mayoría que estaban en juego, arrollando a MORENA y al PAN. Y en Hidalgo, que solo hubo elecciones para renovar Ayuntamientos, sin coalición el PRI ganó 32 municipios de 84 en disputa, quedándose con la capital y los más importantes, dejando en segundo lugar a MORENA.
L
os resultados finales de las elecciones locales celebradas el pasado 18 de octubre en Coahuila e Hidalgo, en medio de la contingencia sanitaria y de un contexto político muy polarizado, cayeron como “balde de agua helada” en Palacio Nacional y en Morena, ya que en momentos en que el partido en el poder presume que siguen los altos niveles de popularidad del Presidente AMLO y que conservarán la gran mayoría que tienen en la Cámara de Diputados, así como un buen numero de gubernaturas el 2021, lo cierto es que, contrario a sus pronósticos, sufrieron un serio revés. Más allá de que se demostró que el PRI no está aún muerto,
las cifras indican que Morena esta desarticulado en muchos estados y que existen serias inconformidades con la manera en que ha gobernado estos primeros dos años AMLO. Hay que tomar en cuenta que, a pesar de la pandemia, se instalaron el 100% de las casillas, operadas por más de 50 mil funcionarios y vigiladas por otro número similar entre representantes de partidos políticos y candidatos independientes y que la afluencia ciudadana en las urnas fue relativamente normal, acercándose a la media nacional de entre 40 y 50% de votantes registrados en el padrón, habiendo acudido a votar, según cifras del INE, casi dos millones de personas.
Los triunfos electorales del PRI, cuando ya lo daban “por muerto”, aunque algunos analistas no consideran que sea una derrota anticipada para Morena, significa una seria llamada de atención para que Morena trabaje duro y trate de consolidar sus estructuras locales, lo que se antoja difícil por la división interna que generó el triunfo en la dirigencia de Mario Delgado y la posición del candidato derrotado, Porfirio Muñoz Ledo, que en lugar de llamar a la unidad, llevó su inconformidad a los tribunales, pidiendo el desconocimiento de la encuesta que le dio el triunfo a Delgado. Lo cierto es que estos resultados han alentado a la oposición y a los grupos políticos locales a afinar sus estrategias para dar la batalla en las urnas el próximo año y tratar de quitarle la mayoría en la Cámara de Diputados al Presidente AMLO y a su partido.