EL TIBURÓN LIMÓN (NEGAPRION BREVIROSTRIS) DEL PARQUE NACIONAL ARCHIPIÉLAGO LOS ROQUES: (4) ÁREA DE ACTIVIDAD Y USO DE HÁBITAT DE LOS JUVENILES Resumen de la Investigación de Rafael Tavares - IVIC (19 de julio de 2018)
A partir del boletín de agosto iniciamos la exploración del trabajo realizado por el Biólogo Rafael Tavares Viscaya para su Tesis de Doctoral en Ciencias, Mención Ecología, titulada “Distribución, Área de Cría y Variables Demográficas y Espaciales del Tiburón Limón, Negaprion brevirostris (Poey, 1868), en el Parque Nacional Archipiélago Los Roques”, realizada en el Centro de Estudios Avanzados del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC). El trabajo estuvo enfocado en evaluar varios aspectos biológicos y ecológicos del Tiburón Limón (Negaprion brevirostris) en el Archipiélago Los Roques, con énfasis en la población juvenil. En esta última entrega de la exploración, de dicho trabajo, centraremos la atención en el tercero de los tres componentes principales de la investigación: “área de actividad y uso de hábitat de los juveniles”.
INTRODUCCIÓN El movimiento es un tipo de comportamiento biológico que determina el patrón de distribución espacial de los organismos, y por consiguiente define la extensión de sus hábitats (Begon y col., 2006). A su vez, el estudio del patrón de movimientos espacio-temporales es un aspecto determinante para entender el comportamiento de los animales, y para definir sus hábitats esenciales (Nelson, 1990). El movimiento de los organismos es influenciado por diversos factores abióticos y bióticos, tales como la disponibilidad de alimento, la densidad poblacional, la actividad reproductiva y el tipo de hábitat (Sanderson, 1966; Matthews, 1990). En el caso de los tiburones, que están caracterizados por presentar una amplia dispersión en los mares y océanos, el conocimiento sobre el comportamiento, los movimientos y el uso espacial del habitad son particularmente importantes para detectar cambios en la dinámica de las poblaciones y de este modo elaborar los respectivos planes de manejo y conservación de las especies (Heithaus y col., 2002; Simpfendorfer y Heupel, 2004). El patrón de movimientos y el comportamiento de los tiburones puede ser estudiado a través de varios métodos 6
como por ejemplo la observación directa, los índices de abundancia relativa, el marcaje y recaptura, la telemetría acústica y satelital y los dispositivos de video-cámara (Sundström y col., 2001; Simpfendorfer y Heupel, 2004). No obstante, entre estos métodos, los más efectivos para analizar los movimientos de los tiburones son los de telemetría acústica y satelital, debido a que permiten realizar un seguimiento en tiempo real del comportamiento de los animales en su propio medio ambiente. Por otra parte, el desarrollo y accesibilidad de los equipos de telemetría acústica en años recientes ha hecho que este método sea el más utilizado en los estudios de movimientos de tiburones (Speed y col., 2010). Estos métodos constituyen un medio para investigar y acceder a información sobre varios aspectos de la ecología espacial de los organismos acuáticos como por ejemplo la distribución geográfica, la identificación y delimitación de hábitats esenciales, los patrones migratorios, las interacciones, la actividad espacial y la preferencia y utilización del hábitat, entre otros. El área de actividad espacial (home range) se define como la extensión del hábitat donde el animal lleva a cabo sus actividades biológicas más básicas, como por ejemplo la alimentación y la reproducción (Burt, 1943; Morrissey y Gruber, 1993a). En la mayoría de los grupos animales, el área de actividad de los individuos tiende a incrementar con el desarrollo ontogénico o la edad, sobre todo durante las fases juveniles (Makowski y col., 2005). En general, los resultados obtenidos en los trabajos de Morrissey y Gruber (1993a) y de Franks (2007) muestran que los juveniles del Tiburón Limón presentan poca movilidad durante los primeros años de vida y una elevada fidelidad por sus áreas de cría; lo que podría tener implicaciones importantes desde el punto de vista de conservación de sus poblaciones. Este comportamiento exhibido durante las etapas juveniles de los tiburones contribuye a asegurar el desarrollo y sobrevivencia de los individuos. Sin embargo, es extremadamente desventajoso para las poblaciones cuando las actividades pesqueras tienden a concentrarse en las áreas habitadas por los juveniles, toda vez que el proceso de reclutamiento podría ser seriamente impactado.