PRODUCTOS alternativos
por Juan Luis García Alejo
Bitcóin
como inversión
El bitcóin, las criptomonedas, son aplicaciones de una tecnología que está ganando tracción y presencia de forma acelerada: la cadena de bloques, el blockchain. Bitcóin es, simplemente, la primera aplicación que usó blockchain (2008); pero no la única. Ni desde luego la última.
L
a tecnología basada en cadenas de bloques se ha ganado con todas las de la ley el calificativo de tecnología disruptiva. Una tecnología que tiene el poder de transformar de manera profunda la forma en la que entendemos las relaciones sociales y económicas. Forma parte de un puñado de innovaciones como la inteligencia artificial, el par 5G-IoT (internet de las cosas), el cloud computing, etcétera, llamadas a cambiar mediante sustitución y transformación muchos negocios. La disrupción en sentido amplio es una de las megatendencias que identificamos como clave y de la que pensamos que cualquier inversor ha de estar expuesto a la misma. Desde esta primera reflexión, queda claro, por tanto, que el bitcóin es solo la punta de un iceberg, la cadena de bloques
que apunta a estar presente en nuestro día a día de múltiples maneras. Algunas formas que hoy conocemos y otras que aún no somos capaces de imaginar. Esta es la esencia de la disrupción. Una segunda reflexión es la del marco temporal en el que vamos a poder beneficiarnos del impulso disruptor. Debemos pensar que será un marco de tiempo amplio. A lo largo de bastantes años podremos ver evolucionar los usos del blockchain. Un marco de referencia, que por semejanza nos debe permitir entender esta afirmación, es el relativo al desarrollo de internet (¡otra disrupción fundacional, pero bien asentada desde hace años!). El nacimiento de esta disrupción tiene su origen en 1972 con la creación del protocolo TCP/IP, con Arpanet. De Arpanet a, por ejemplo, Zoom hay medio siglo de avances. maYo I Fundspeople 119