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La estrategia de la economía circular

CENTRO DE ESTUDIO DE ESTRATEGIA LA ESTRATEGIA DE LA ECONOMÍA CIRCULAR

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>> Por: magister JAVIER VICUÑA

Director del Centro de Estudios de Estrategia Facultad de Cs. Económicas UNLZ vicuna.javier@gmail.com E n esta oportunidad quisiera compartir algunas de las conclusiones a las que se pudo arribar de las 5° Jornadas de Comercio Internacional organizadas por el Centro de Estudios de Estrategia CEE dependiente de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora y el 3° Congreso Nacional de Comercio Internacional de la Universidad Nacional de Luján, evento que se realizó de manera conjunta por ambas instituciones los días 23, 24 y 25 de septiembre próximo pasado. Está claro que para poder salir del subdesarrollo en el que estamos inmersos deberíamos tener una visión de futuro como nación, lo que solemos mencionar como futuro deseado, el norte hacia el cual se dirijan todos nuestros esfuerzos para poder implementar estrategias de mediano y largo alcance. A nivel de países esto se conoce como políticas de Estado que darían las condiciones marco de previsibilidad, confianza y reglas claras necesarias para los emprendimiento empresariales que apunten a la innovación, a la investigación que determinen el insumo para poder buscar la anhelada productividad que nos permita ser mundialmente competitivos. Dicho así suela lógico y parece ser muy claro. El puntapié inicial es un acuerdo político de todos los espacios y actores referentes de nuestra sociedad para ponernos de acuerdo en seis u ocho áreas léase: educación, salud, seguridad, desarrollo económico y social, medio ambiente, infraestructura, solo para dar algunos ejemplos. Claro está que en nuestro caso particular resulta imposible pensar que el presidente actual y el anterior pudieran tener apenas una simple reunión preliminar de manera afable sin ataques ni desencuentros. Esta simple reunión devendría en problemas internos que hasta el simple hecho de anunciar que esto podría ocurrir, desataría una serie de reacciones que abortarían la simple reunión inicial. Este es nuestro estado de situación, lamentable, cuyo origen no es económico sino político, y tal vez y más grave aún es cultural. Con el paso de los años la sociedad en general ha dejado de pertenecer o referirse en un partido político y sus ideales, para pasar a ser parte de algo parecido a una hinchada de fútbol o una secta religiosa donde no se razona, analiza o discute, simplemente se forma parte y el otro es solo un enemigo, y si mi líder o referente dice que la tierra es plana pues entonces lo es.

Para empezar ningún proyecto que pretenda tener inserción internacional será factible si el mismo no se encuadra en los objetivos de desarrollo sustentable de Naciones Unidas.

El resultado de nuestro proceder se plasma en este cuadro que habla de pobreza e indigencia y nos ubica dentro de América Latina.

Es interesante el análisis de esta información que no toma en cuenta la pandemia ya que avanza hasta 2019, es una década que muestra la gestión pura de los países sobre un lamentable flagelo que es la pobreza. Todos mejoraron salvo dos países: Venezuela y nosotros. Volvemos a un simple concepto ya vertido en esta columna: en una nación o se genera riqueza o se genera pobreza. En 2018 se radicaron en China 65.000 empresas extranjeras llegando las mismas a sumar 940.000 que producen en territorio de la República Popular con fenomenales inversiones para abastecer a la poderosa y creciente clase media y para exportar desde ahí al resto del mundo. Esto es lo que se llama crear riqueza base elemental para minimizar a la pobreza.

A pesar de leer estas cifras hay también motivo para esperanzarse ya que son muchos los sectores en nuestro país que buscan mantener alto su nivel de productividad y entonces su competitividad, veremos entonces como se desarrolla la Economía Circular. Para tal fin tomaré en cuenta parte de la disertación de Fernando Vilella Presidente del Consejo Nacional de los Profesionales del Agro, Alimentos y Agroindustria, denominada “Vaca viva, modelo de desarrollo territorial federal” Para empezar ningún proyecto que pretenda tener inserción internacional será factible si el mismo no se encuadra en los objetivos de desarrollo sustentable de Naciones Unidas. Pero la competitividad entre naciones y regiones en realidad se dirime en los sistemas educativos y en la generación de sistemas científicos tecnológicos que se integren al desarrollo. Aquí ya tenemos un problema añejo, nuestra inversión en I+D no supera el 0,6% del PBI, en Brasil estamos hablando del 1,2%. La bioeconomía reúne a todas las cadenas productoras de alimentos de origen animal y vegetal, bioproductos, energías y fibras. Los inversores son mayoritariamente pymes nacionales que reinvierten en sus propios emprendimientos. La bioeconomía abarca la producción de los recursos biológicos renovables y su conversión en alimentos, forrajes, productos de base biológica y bioenergía. Incluye al sector agropecuario, la forestal, la pesquera, la producción alimentaria, y de pulpas y fibras, así como a los sectores de la industria química, y de las bioenergéticas, de la salud y de la producción de alimentos. Este sector tiene una menor dependencia de los combustibles fósiles, hay un aprovechamiento circular de recursos, es una economía de repetición donde se puede distribuir en muchos lugares geográficos que por otro lado los hace más seguros desde el punto de vista biológico. Paralelamente la Argentina tiene la capacidad del 2% mundial de la biomasa y el 0,6% de la población, o sea tres veces de capacidad de biomasa per cápita. Se estima que el siglo 21 es el de la biología y ya hay más de 40 países que han elaborado estrategias para avanzar a la bioeconomía. Vamos a ver un ejemplo de economía circular tomando la evolución que tuvo el establecimiento Las Chilcas ubicado al norte de la provincia de Córdoba. La explotación tradicional era básicamente el maíz, y cada tres camiones que completaban para llevar al puerto de Rosario prácticamente uno se lo quedaba el flete. Hoy tienen una planta de destilación de etanol que se produce a base de maíz y de azúcar, y en el país el 12% de las naftas es de bioetanol. En el proceso de elaboración se libera un gas que se utiliza para las bebidas gaseosas, a su vez lo que queda del grano de maíz es un alimento llamado burlanda que se destina a animales feed lot.

Hay que pasar de ser el granero tradicional a ser un actor relevante de la bioeconomía.

Este establecimiento agregó la cría de cerdos y desde el mismo campo se destina maíz y soja para alimentarlos, el estiércol producido por estos dos tipos de animales va a un biodigestor que genera la energía calórica para la planta de destilación de bioetanol, pero como sobra energía esta se vende al sistema interconectado nacional. El residuo que queda de biodigestor es utilizado como fertilizante que va a parar al campo que es donde todo empezó, vale decir economía circular. Entonces antes se vendía maíz, ahora se vende etanol, dióxido de carbono, carne vacuna y de cerdo, energía y bioenergizantes, donde concurren múltiples saberes en un mismo establecimiento que pasó de la explotación tradicional a la economía circular. El consumo mundial de carnes se ha incrementado de una manera fenomenal desde 1960 donde el número era 30 kg por habitante por año, a 53 kg en 2010, con otro dato no menor, pasamos de 3000 millones de habitantes a 7000 en 2010 y de ese entonces al día de hoy solo se han incrementado las dos variables. La producción mundial de carnes aumentó de 87 a 430 millones de toneladas y dichos animales se los alimenta con maíz y soja. En cuanto al consumo de carne vacuna en nuestro país estamos en 50 kg por persona/año, supimos tener ese valor en 100 kg, muchas cosas han cambiado entre ellas es que tenemos una cocina con más variantes, se han incorporado otros usos y costumbres en cuanto a nuestras dietas, el consumo de cerdo creció significativamente, pero no logramos tener al pescado muy incorporado en nuestra cocina y claro esta los precios se han tornado prohibitivos para muchas franjas sociales. Así y todo conjuntamente con Uruguay seguimos siendo de los más grandes consumidores. A nivel mundial el consumo de carne se ha incrementado, pero en China se está dando un caso especial. En en el año 2000 la ingesta era de 2,8 kg por persona año, y pasaron al 2020 a 5 kg con 1440 millones de habitantes, con una pujante

clase media de 440 millones y en crecimiento. Tal es el impacto de este país que como podemos apreciar en el siguiente gráfico cada hamburguesa per cápita que aumente el consumo representan 237 mil toneladas de carne. Esto nos muestra todo lo que crecerá ese consumo y lo que implica como oportunidades de negocios.

El Plan de la Mesa de las Carnes plantea que con una inversión de 3000 millones de dólares podría exportarse 10.000 millones de dólares anuales en cinco años generando 200.000 puestos de trabajo.

El Plan de la Mesa de las Carnes plantea que con una inversión de 3000 millones de dólares podría exportarse 10.000 millones de dólares anuales en cinco años generando 200.000 puestos de trabajo. En cerdos si se duplica si se duplica la producción con una inversión de 1.900 millones de dólares se generarían exportaciones por 2.000 millones y 18.000 puestos de trabajo. Las tres principales carnes generan 700.000 puestos de trabajo, y si tomamos al sector automotriz de punta a punta incluyendo a los empleados de las concesionarias se llega a 96.000 puestos de trabajo, lo que refleja el impacto de los agronegocios. Si tomamos en cuenta el área de la foresto industria, el país tiene un déficit comercial de productos forestales de 700 millones de dólares, vale decir este es el resultado de comparar exportaciones e importaciones, siendo que tenemos records de crecimiento de árboles implantados. Al mismo tiempo hay montes en la zona de Corrientes que están esperando ser cortados pero no hay donde procesarlos Este sector plantea que con inversiones de 7.000 millones de dólares que incluyan plantas elaboradoras de papeles, al 2030 se pasaría a un superávit comercial de 2.500 millones anuales y se generarían 187.000 puestos de trabajo. Esta información nos permite inferir que es mucho lo que hay para hacer con certeras posibilidades de crecimiento que generarían importantes ingresos de divisas tan necesarias para nuestro endeble presente y próximo futuro. Al mismo tiempo se incrementaría la tan necesaria creación de empleo que a su vez permite la radicación de los jóvenes de cada rincón del país en sus respectivos pueblos de origen. Hay que pasar de ser el granero tradicional a ser un actor relevante de la bioeconomía, Argentina no está limitada por la demanda sino por la oferta, vale decir estamos cercenados por nuestros propios problemas a pesar que nuestra nación está dotada de grandes recursos naturales e importante talento intelectual, es entonces que volvemos a referirnos a la necesidad de plantearnos una estrategia de país, propiciarnos un norte de largo plazo, oportunidades hay muchas, una de ellas es la estrategia de la economía circular. ■

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