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Comunicación comercial en tiempos de pandemia: una oportunidad que no se pue de dejar pasar
INTERÉS GENERAL COMUNICACIÓN COMERCIAL EN TIEMPOS DE PANDEMIA: UNA OPORTUNIDAD QUE NO SE PUEDE DEJAR PASAR
FOTO: WWW.pexels.COM
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>> Por: LIC. MATIAS ARIEL NIGRO
Licenciado en Comunicación Social y Periodista
LIC. AGUSTÍN CASTOLDI
Licenciado En Periodismo L a comunicación es una herramienta en constante cambio producto, principalmente, por el incremento de los canales que ofrece la tecnología del siglo XXI. A pesar de esto, la pandemia del Covid-19 ha generado transformaciones pocas veces vistas, tanto en sus formas, como en la velocidad que hubo que aplicarlas. El ámbito comercial del mensaje fue uno de los que más lo sufrió y se generaron dos panoramas: los que aprovecharon los cambios y los que no supieron adaptarse. El resultado de cada una de esas opciones fue la posibilidad de mantener o no el negocio. “Explotó la venta On Line” o “Hubo un incremento de ventas online en Argentina durante la pandemia” son algunos de los títulos que se pueden visualizar en diferentes portales de internet. Lejos de ser expresiones exitistas, estos titulares muestran la realidad, o mejor dicho, la nueva realidad. El 2020 alteró la normalidad de todos y en esa alteración el comercio, actividad realizada casi a diario, no podía ser una excepción. La tradicionalidad venía siendo desplazada por las formas electrónicas a una velocidad moderada si lo comparamos con otros países del mundo donde ya el e-commerce es algo cotidiano. A pesar de ello, durante 2019 los números ya eran elevados. Según la Cámara Argentina de Comercio Electrónico (CACE), durante ese año se había registrado un incremento del 76% de la facturación en venta electrónica, lo que representa $403.278 millones en total. A partir del 19 de marzo del 2020, inesperadamente, los números comenzarían a crecer exponencialmente. "Deberán someterse al aislamiento social preventivo y obligatorio. Eso quiere decir que, a partir de ese momento, nadie puede moverse de su residencia. Todos tienen que quedarse en sus casas” afirmaba el Presidente de la Nación y daba inició no solo a la “Cuarentena” sino también a una nueva forma de abastecerse de lo básico y lo no tanto. Parte por necesidad y parte para evitar asistir a comercios donde podía haber circulación del virus, los argentinos se volcaron masivamente a la web para comprar y vender. Desde los productos básicos del rubro limpieza y alimentos, hasta aquellos que se hicieron furor en el aislamiento como las “mopas” o los elementos de entrenamiento. La variedad de opciones no tardaron en aparecer. Por WhatsApp, redes sociales o las plataformas comerciales. Los miedos que privaban a muchos de comprar a través de una pantalla, fueron derrotados por el virus. De la otra vereda, los comerciantes vieron en la virtualidad la única forma de subsistir con su negocio. El impedimento de poder abrir por no ser esenciales, o la baja cantidad de clientes presenciales en aquellos que podían tener sus persianas levantadas, fueron los factores que obligaron a los locales a tener que digitalizar sus estrategias comerciales.
Atento a que nos encontramos transitando aún el proceso de la Pandemia, es difícil hablar de números definitivos. Algunas consultoras estiman que el incremento en relación al año anterior está cercano al 100%. Pero más allá del incremento de ventas o de facturación, que alguien podría decir que es una obviedad en este contexto, los números más importantes son otros. Lo más representativo que nos deja esta transformación de hábitos, es que tres de cada diez personas que optaron por esta modalidad durante el aislamiento, lo hicieron por primera vez. Asimismo, casi el 75% afirma que continuará haciendo uso de los medios digitales para realizar sus compras. Este último punto tiene diversos factores que lo producen, pero principalmente está dado por la comodidad y la facilidad de comprar desde su celular y recibirlo directamente en su casa. Si consideramos la vertiginosidad con la que se vive día a día, esta herramienta es una facilidad en la vida de las personas que suele estar llena de obstáculos y no soluciones. En este sentido, quienes han podido adaptar sus comercios a la nueva normalidad pudieron resistir a los embates de la pandemia. Quienes no pudieron hacerlo, los sufrieron fuertemente y en muchos casos con heridas definitivas. Frente a la continuidad del virus entre nosotros, la posibilidad de un rebrote, pero también para los nuevos tiempos que corren más allá del Covid, esto deja como enseñanza que el sector comercial cambió y el comerciante debe adaptarse. Fundamentalmente esta adaptación le abre una puerta a los pequeños comercios o emprendimientos para estar, en alguna medida, en iguales condiciones con las grandes empresas. No es necesario la realización de una fuerte inversión para poder estar en la web, con un pequeño sitio o simplemente mediante redes sociales, los emprendedores pueden ver sus productos publicados e incrementar su alcance para masificar sus ventas. De esta manera, es importante dimensionar la trascendencia que puede tener para un comerciante el uso de las redes sociales con fines de ecommerce. Un buen perfil, que muestre y comunique correctamente sus productos, una rápida respuesta ante consultas o pedidos por privado, y un servicio de moto mensajería para poder enviar la compra directo al hogar del cliente son los elementos básicos para poder vender por internet. El comercio electrónico llegó para quedarse: Los usuarios lo probaron y sintieron el sabor de la comodidad. Hoy no tener venta electrónica es estar varios escalones más abajo en relación con tu competencia, incluso, por lo fácil que es realizarlo. Los números lo demuestran y la Pandemia solo aceleró un proceso que ya estaba en marcha. Ante la necesidad, unos y otros han tenido que reinventarse, pero en esta nueva normalidad nadie puede estar afuera del Ecommerce, al menos, si quiere que su negocio progrese.■