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Me pongo frío o calor?

INTERÉS GENERAL ¿ME PONGO FRÍO O CALOR?

FOTO: WWW.freepick.COM

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>> POR: LIC. SONIA TOMAZIN

kinesióloga C uántas veces recibo esta consulta kinésica, ya sea en el consultorio o a través de algún llamado telefónico desesperado, buscando una respuesta, o al menos alguna palabra que traiga alivio al dolor. -Mi vecina me dijo que su médico le indicó calor por su dolor de cintura, pero mi traumatólogo me dijo que me ponga frío. ¿Qué es lo que realmente conviene poner ante dolores de este tipo?, me pregunta una paciente, representando así una duda colectiva acerca del tema. Los dolores de columna, es decir, de cuello o espalda, sin duda generan contractura muscular, pero, debemos saber que muchas veces vienen acompañados de atrapamiento de raíz nerviosa. Nos podemos dar cuenta de esto porque el dolor en estos casos es sumamente intenso, inhabilitante e irradiado. En estos casos siempre recomiendo poner frío (por 10 minutos, varias veces por día). La idea es desinflamar los tejidos, e inclusive el nervio, intentando así achicar un poco el calibre del mismo, para favorecer su descompresión y una analgesia antiinflamatoria. Un dolor inflamatorio muy frecuente y conocido por todos es la lumbociatalgia, es decir la irritación o atrapamiento del nervio ciático (Fig. 1). En estos casos el dolor es intenso, y hasta se propaga desde la cintura hacia el glúteo o inclusive corre por la pierna. Otro caso puede ser una cervicobraquialgia, dolor que nace en el cuello e irradia hacia el brazo, codo o mano, o genera inclusive hormigueos en los dedos. En estos dos casos, los síntomas están indicando claramente que hay una raíz nerviosa atrapada. El motivo puede ser una contractura muscular, como algo más complejo, como un desarreglo vertebral o algún problema discal. El calor en estos casos, si bien alivia la contractura muscular que acompaña estos cuadros, llevaría a aumentar la inflamación y hasta el calibre del nervio, no ayudando en la resolución del dolor. Poner frío en los puntos de dolor es la indicación recomendada. Si el motivo del dolor es simplemente una contractura muscular, sin compromiso de raíz nerviosa, lo cual suele sentirse como un dolor difuso que abarca un área más extensa, no puntual, el calor puede ayudar en el alivio y la disminución de la tensión muscular. Por eso uno se siente muy bien con una ducha caliente o un baño de inmersión. Pero el frío (ya sea de heladera o freezer, tampoco le haría mal, porque siempre ayuda a generar una analgesia local. Tengamos en cuenta que los dolores de columna y articulaciones en general, andan mejor con el frío.

INDICACIONES PARA EL FRIO El frío ayuda a aliviar la sensación de dolor y puede reducir la inflamación en procesos agudos de cuello y espalda, como también justo tras un golpe. Por eso la aplicación de frío se recomienda para después de una caída, una contusión, un traumatismo o un golpe por norma general. Otro caso en el que se puede aplicar frío es cuando hay espasmos musculares debido a un entrenamiento, con el fin de reducirlos (Fig. 2). Se aconseja la aplicación de frío en periodos cortos de tiempo, alrededor de 10-15minutos, varias veces por día. Asimismo, es importante no aplicarlo sobre la piel directamente ya que el frío en contacto directo, durante un rato puede llegar a producir quemaduras. Por otra parte, el frío no debe ser aplicado en heridas abiertas, hemorragias o zonas infectadas. Tampoco conviene que lo usen las personas con una alta sensibilidad al

frío o con la piel muy sensible, así como quienes sufran el síndrome de Raynaud, un trastorno de los vasos sanguíneos que afecta a las manos y a los pies. Tampoco es aconsejable para personas con trastornos vasculares periféricos. Como apoyo antiinflamatorio de tejidos del cuerpo en general, aconsejo tomar té de jengibre con cúrcuma (ya sea de raíces o molido), dos componentes con un alto efecto antiinflamatorio (Fig. 3).

INDICACIONES PARA EL CALOR La aplicación de calor se recomienda en dolores musculares en los que no se produzca una inflamación. Así, las contracturas musculares, al producirse por un sobresfuerzo y, en principio, no tener inflamación, pueden ser tratadas con calor al ser relajante. No debe aplicarse calor si existe una inflamación en la zona afectada. Tampoco si se han sufrido traumatismos recientes con inflamación o derrame, si la zona está infectada, o se sufren problemas de tensión arterial. No es aconsejable para personas altamente sensibles a los cambios de temperatura corporal (Fig. 4). Al igual que con el uso del frío para aliviar las molestias, se recomienda aplicar en periodos cortos de tiempo, alrededor de 15 minutos, cada dos horas a lo largo del día mientras sea necesario. No aplicar más calor antes de que haya pasado ese tiempo de descanso ya que podría ser contraproducente. Tampoco es aconsejable poner el calor directamente sobre la piel ya que podría provocar una quemadura. Por ello, lo mejor es aplicar el calor sobre una prenda de ropa fina o envolverlo en un paño para ponerlo sobre la piel. También se puede aplicar calor en forma de baños de inmersión o duchas calientes.

"Los dolores de columna, es decir, de cuello o espalda, sin duda generan contractura muscular, pero, debemos saber que muchas veces vienen acompañados de atrapamiento de raíz nerviosa. "

Como consejo, para atenuar la tensión muscular crónica, aconsejo la toma de cloruro de magnesio, que además estimula la producción de ácido hialurónico y es considerado un antiartrosico. (Diluir 33gr de sales de cloruro de magnesio, que se consiguen en la farmacia, en un litro de agua. Tomar un pocillo por día). En mi libro “ADIÓS A TU DOLOR DE COLUMNA” (Fig. 5) les dejo muchos consejos, ejercicios y recursos más para aprender a convivir en forma armónica con la columna y así lograr el bienestar. “LA MEJOR MEDICINA ES ENSEÑARLE A LA GENTE COMO NO NECESITARLA”. Hipócrates. ■

Fig. 1

Fig. 2

Fig. 3

Fig. 4

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