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Costos: mayor espacio para mayor compromiso
COSTOS COSTOS: MAYOR ESPACIO PARA MAYOR COMPROMISO
El eje logístico – económico constituye una de las claves para buscar la salud económica de una empresa. Su efectividad se traduce en utilidades genuinas. Recorramos juntos este espacio, donde encontraremos algunas de las señales más importantes para orientar la gestión.
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FOTO: WWW.freepick.COM
>> POR: Dr. C.P. JOSÉ A. VEIGA
Dr. C.P. DANIEL A. VEIGA
En la escalera de máxima utilidad1 exploramos los condimentos para ubicarnos en esa zona de privilegio. Sería interesante completar esa visión de naturaleza estratégica, observando el comportamiento de uno de los integrantes del mencionado eje, que presenta fuertes cambios en el posicionamiento interno de la empresa. El eje logístico económico, enlaza planeamiento de la producción con costos. Este es el espacio por el que transitan todas las variables que influencian sobre el resultado. La función de costos como integrante de este eje, viene sufriendo una favorable evolución que mejora su efectividad y la oportunidad de su intervención; esta evolución reconoce básicamente dos causas: >> En términos puramente operativos el seguimiento de la producción ha encontrado soportes informáticos, que ganan permanentemente en agilidad y precisión, permitiendo la sistemática ubicación en el mapa productivo, controlando avances, detenciones y desvíos en el proceso de transformación, con un esfuerzo considerablemente menor al que se requería poco tiempo atrás. A esto se agrega:
1 Portal Consejo >> La generalizada aplicación del concepto marginal reduce el espacio operativo para obtener las mediciones numéricas, permitiendo que el espacio de gestión gane, tanto en la bondad del análisis aplicado, como también en la oportunidad en que se dispone de dicho análisis. Lo último mencionado en referencia a la oportunidad de la información nos recuerda que parte de ella no se elabora con destino de archivo o para completar estadísticas, sino que tiene como principal misión facilitar e invitar a la acción. Muchas veces, en términos de decisión, el disparo que debemos considerar mejor es aquel que podemos ejecutar primero. Si bien en todos los casos resulta posible preparar disparos de absoluta precisión, hay veces, muchas, en las que el solo hecho de estar en condiciones de hacerlo primero, aporta ventajas en el mercado.
Retomando la evolución de costos, una vez debidamente recordada la importancia de la oportunidad, diremos que disfruta un proceso que lo va transformando en un observador privilegiado de la plataforma estratégica que integra. Esta observación deriva en propuestas que lo muestran como arquitecto del espacio, al verse obligado a aplicar sus efectivos conceptos básicos, para dar respuesta a todos los interrogantes que surgen (en algunos casos por la propia aplicación de esos conceptos) y marcan o pueden definir el curso del negocio. Todo lo aprendido, todo lo que se lleva como conocimiento, en esta plataforma debe convertirse en acción; el conocimiento adquirido previamente se convierte en referencia válida solo si acompaña el siempre necesario proceso de transformación. La construcción de la empresa es una tarea permanente que no se satisface solo conociendo las distintas alternativas que permiten construir. En esta tarea costos va tomando la forma de una economía de empresas que vigila viajando en el mismo vehículo que controla, midiendo los caminos elegidos, cuestionando las rutas descartadas, las detenciones innecesarias, la velocidad, la falta de ritmo. Bueno es observar el mapa de este viaje lleno de obstáculos, para visualizar las señales y situaciones que deben resolverse en plena marcha. Revisemos entonces los interrogantes que van surgiendo en el viaje sin clasificarlos en forma previa acerca de su importancia. Difícil definirla para todos los casos y en todos los momentos. Lo que si podemos asegurar es que estos planteos de base son el marco imprescindible para atender y entender los que luego se derivan, los que aparecen en escena como simple producto de un suceso espontáneo. En muchos de esos casos denuncian problemas de cimientos no bien construidos y luego solidariamente olvidados.
VEAMOS LOS PRINCIPALES: ¿Qué tan segura es nuestra ecuación económica? Este interrogante nos obliga a actualizar en forma permanente la visión de nuestra realidad en términos dinámicos. ¿Cuáles son y cómo impactan nuestras debilidades y cómo aprovechamos nuestras fortalezas?; esto una vez superado el análisis de superficie, acerca de si las últimas mencionadas son aprovechables, en términos económicos. ¿Quién está pagando nuestro desarrollo, los nuevos productos o la estructura permanente? Esta última, quizás sin notarlo decide financiar un nombre que impacte en el organigrama o condimentar una lista de ofertas. Estas aplicaciones, suelen no hacerse presentes en la mesa del resultado obtenido. Como desprendimiento de lo previo ¿Qué significa la inversión que en algún caso nos agobia? Una fuerte ventaja operativa que se traduce en mejor calidad que justifica mejores precios aceptados por el mercado o, también, solo enriquecen nuestro folleto de presentación. ¿Porqué nos compran? Buena pregunta; ampliemos las respuestas: >> Por nuestra presencia en el mercado y nuestra larga trayectoria. Muy bueno, pero renovemos los pergaminos, otros están dibujando los actuales. >> Por nuestros ventajosos precios: buena condición la nuestra, pero puede costar mantenerla… ¿Qué pasa con propuestas 1 % debajo de nuestro precio? >> Por nuestra calidad. Los clientes de nuestros clientes nos conocen y nos eligen. Interesante posicionamiento…no lo utilicemos para volcar excesivamente en los precios, esa buena ventaja. >> Por nuestra equilibrada propuesta: precios – calidad – atención. Qué sólido. Mantengan el radar cuidando permanecer en ese camino. Todo lo previamente analizado puede parecer un juicio descarnado o excesivamente focalizado en el resultado económico. En realidad, solo puede parecerlo hasta tanto profundicemos la visión. Debemos recordar lo ya repetidamente expresado: el resultado es la sangre de la empresa, es la única que puede proveerla y solo si la propia empresa la genera. Con su presencia visible y significativa se fortalece nuestra ecuación económica. Nuestra presencia en el mercado aparece sólida y propia. No se necesita pagar, por el hecho de estar, caros alquileres en forma de precios o condiciones. Y, principalmente, nuestros propios recursos disponibles se convierten en válidos, porque están dispuestos de forma tal, que generan los futuros y necesarios recursos. ■