Editorial

Financiamiento, apostemos por México

Un tema relevante para el campo y el sector agrícola es el financiamiento. Aquí hemos resaltado que, sin crédito (apoyos financieros) para los agricultores y la agroindustria, es difícil que puedan crecer y competir.

Este factor, sin duda, es el que ha detenido el avance de muchos sectores, por eso, fue muy importante que en la reunión de la Asociación Mexicana de Secretarios de Desarrollo Agropecuario (AMSDA), que preside Jaime Montes Salas, uno de los temas que se llevó a la mesa fue el acceso al crédito a bajas tasas y financiamiento de proyectos de inversión.

Cuántas veces no hemos visto que muchas iniciativas fracasan por falta de recursos. Es uno de los problemas que ha aquejado al sector productivo por varias décadas. Y no estamos diciendo que no haya opciones de finan ciamiento, pues hay instituciones como Grupo Financiero Mega, que son una excelente alterna tiva, sino que los obstáculos o cuellos de botella se registran en temas económicos (estabilidad) o burocráticos.

Otra barrera, para el financiamiento, es la larga lista de requisitos que piden como garantía. Es difícil, y muchas veces imposible, ser objetos de crédito cuando los proyectos inician o cuando no hay condiciones favorables de mercado. Por eso, debemos apostar al potencial que tenemos.

Somos el séptimo exportador mundial de alimentos y el onceavo productor; se estima cerrar el año agrícola con un volumen superior a 300 millones de toneladas. Estos números nos hablan de que se requiere financiamiento para seguir creciendo.

En la reunión de la AMSDA, que tuvo lugar en Michoacán, a mediados de agosto, se hizo hincapié en la necesidad de apoyar a los agricultores con programas específicos de crédito, que garanticen su permanencia y crecimiento en el sector donde participan.

Este es el camino, sin duda, que garantizará el desarrollo y competitividad de la agroindustria. Si la banca privada y las instituciones que participan otorgando financiamiento, junto con la banca de desarrollo, siguen abriendo la llave del crédito, habrá buenas cuentas para México.

Debemos creer en los emprendedores del campo y en los proyectos productivos de las empresas; el país está en buen momento para capitalizar la relocalización de producción (nearshoring); apoyemos el desarrollo de infraestructura para que todas las regiones reciban inversión. Tenemos en nuestras manos la posibilidad de seguir aumentando el potencial que ya logramos.

El 2024 está a la vuelta de la esquina y si terminamos el año con buenos resultados, como todo indica, es buen momento para impulsar el financiamiento y lograr que la economía siga creciendo. Eso impactará positivamente a las familias y al progreso de todos. Sigamos trabajando. Felices fiestas patrias.