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Editorial
GUILLERMO ROMO
Último ‘jalón’ del 2022
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Iniciamos el cuarto trimestre de 2022 y, con ello, prácticamente el cierre del año. En este lapso se discutirán cosas importantes en el sector agroindustrial de nuestro país. Una de ellas es que, en noviembre, se presentará el nuevo panorama agroalimentario donde se espera la presentación de cifras récord.
Así lo adelantó Patricia Ornelas Ruiz, Directora en Jefe del Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP), en este espacio, quien reveló que el sector no ha detenido su marcha a pesar de la pandemia del Covid-19. De hecho, como ya lo dimos a conocer, reportó crecimientos de 2.0% en 2020 y de 2.7% en 2021.
La expectativa para 2022 es que la producción agrícola, pecuaria y pesquera aumentará 1.9%, y, con ello, se rebasará los 300 millones de toneladas de alimentos; esto representa una buena noticia para la seguridad alimentaria del país y los compromisos con los mercados del exterior.
Pese a ello, hay focos rojos por el alza de precios en muchos productos y servicios, principalmente del sector agropecuario y los energéticos. Hay que destacar que México alcanzó una inflación anual de 8.7% en agosto pasado; ese mismo mes, en Europa, superó 9.0%; mientras que en Estados Unidos fue 8.3% (reportada el 13 de septiembre).
Y no podemos pasar por alto el impacto en la economía mundial que ha desatado el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, principalmente en el incremento que han registrado algunos insumos necesarios para la agricultura.
De hecho, dicho sea de paso, el anuncio que hizo el Presidente Andrés Manuel López Obrador de quitar el arancel a algunas importaciones, logró dar un respiro a los productores. Pero no ha sido suficiente.
Con ello, podemos adelantar que los últimos tres meses de 2022 serán cruciales para el país en materia de datos. Por un lado, se deben consolidar los pronósticos del buen desempeño que está registrando el sector agroindustrial (en todos sus rubros); y por el otro, debemos estar atentos al comportamiento y evolución de los precios (inflación) al cerrar el año.
Ambos indicadores son importantes para mantener el rumbo de crecimiento que necesita México en 2023; por lo pronto, algo que debemos aplaudir y seguir fortaleciendo, es el impulso que brinda a la industria los tratados comerciales.
No perdamos de vista que contamos con accesos preferenciales en muchas regiones, en las principales economías del mundo, y eso es una ventaja que nos pone por encima de cualquier mercado. De hecho, ha sido un factor determinante en el desempeño de muchos sectores. Por todo ello, los invito a seguir trabajando, por nuestro campo mexicano.