El estrés crónico afecta tu memoria Lectura de 5 min.
Por: Dr. Joseph Mercola
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iversos estudios han encontrado sólidos vínculos entre el estrés agudo o crónico y una amplia variedad de afecciones, entre las que se incluyen la disminución de la función cerebral y el riesgo de demencia. Investigaciones previas han relacionado el estrés crónico con la memoria funcional y con un mayor riesgo de desarrollar Alzheimer de inicio prematuro. Por fortuna, existen investigaciones contundentes que demuestran que el cerebro tiene una gran plasticidad y capacidad de regeneración, aspectos que se pueden controlar a través de la alimentación y del estilo de vida. Investigadores advirtieron que tener altos niveles sanguíneos de cortisol, la hormona del estrés, puede afectar las habilidades de pensamiento y memoria con el paso del tiempo. Dichos profesionales utilizaron la base de datos del Estudio Framingham (también conocido como "Estudio del Corazón de Framingham", el cual fue patrocinado por el gobierno) para identificar a más de 2200 personas que no exhibían ningún signo de demencia y poder monitorearlos por un total de 8 años. Según lo informado por el diario The New York Times, "Los investigadores realizaron pruebas de memoria, razonamiento abstracto, percepción visual y atención a 2 231 personas sin demencia, con una edad promedio de 49 años. Asimismo, registraron los niveles de cortisol en su sangre y les realizaron una resonancia magnética (RM) para evaluar su volumen cerebral". El estudio fue publicado en la revista Neurology y encontró que, en
comparación con las personas con niveles promedio de cortisol, aquellas que tenían los niveles más altos obtuvieron puntuaciones más bajas en las pruebas cognitivas. En las mujeres, pero no en los hombres, el cortisol más alto también se relacionó con una reducción del volumen cerebral. Además, "no se estableció ningún vínculo entre los niveles más bajos de cortisol y los puntajes de las pruebas cognitivas o el tamaño del cerebro". Un factor importante que limita al estudio es que los niveles de cortisol en la sangre solo se verificaron en una ocasión y final del estudio. Por lo tanto, quizás dichos niveles no puedan representar la exposición a largo plazo de este producto químico propio del estrés. Otros estudios han reportado hallazgos similares, por lo que el vínculo entre el estrés y el deterioro cognitivo sin duda parece ser real. El autor principal, el Dr. Justin Echouffo-Tcheugui, profesor adjunto de medicina en la Escuela de Medicina de la Universidad Johns Hopkins, comentó: "Nuestra investigación detectó una pérdida de memoria y encogimiento cerebral en personas de mediana edad, antes de que los síntomas comenzaran a manifestarse en las actividades cotidianas". Es importante que las personas encuentren formas de reducir su estrés, como dormir lo suficiente, hacer ejercicio moderado, incorporar técnicas de relajación en sus vidas diarias o consultar al médico sobre sus niveles de cortisol y tomar un medicamento para reducirlo (en caso de ser necesario).
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