No. 2 Septiembre/2021
Los Sueños de Sherezada
Marguerite Duras, Hiroshima Mon Amour o contar el dolor
Fanzine producto del taller, Los sueños de Sherezada: cine debate, mujeres y escritura
Colectivo Hékate. Taller de cine-debate, mujeres y escritura, “Los sueños de Sherezada”. Este fanzine es producto del taller de cine-debate, mujeres y escritura que el Colectivo Hékate impartió de Junio-Octubre del 2021. Cuenta con un tiraje de 35 ejemplares. Este material fue elaborado, diseñado y editado bajo el nombre de Jessica Solano Morantes y Ana Rosa Lozano González. Este material se realizó con el apoyo del Programa Social Colectivos Culturales Comunitarios 2021, de la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México.
Corrección y cuidado editorial Ana Rosa Lozano González
Portada y diseño Jessica Solano Morantes “Jessicartica”
Organización Ilce Gómez Andrade
Colectivo Hékate @colectivohekate
Índice Hiroshima mon amour matices de la guerra Marcela Casiopea
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los
Dos ciudades olvidadas Astra Sin Sombra Cuenta tu historia las veces que sean necesarias hasta que deje de doler M.E. Gonz El nombre no importa sólo hay que olvidar Mar Picazo
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Reconstrucción del olvido Raquel Hoyos Guzmán
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Me enamoré Madam Petra del Bosque
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En cualquier lugar, mi amor Estelí Morales Huitzil
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Bloody.vampp, 19 años, CDMX. “Hiroshima Mon Amour” @bloody.vampp
Introducción Jessicartica Hiroshima Mon Amour es una película que muestra los estragos de la guerra partiendo de una breve historia de amor entre una actriz francesa y un arquitecto japonés, como ya lo dice su título, toda la acción se desarrolla en Hiroshima, la ciudad bombardeada por la bomba atómico durante la segunda guerra mundial. Es en esta ciudad donde dos amantes se encuentran, dos amantes que, si no fuera por esos horrores de la guerra, nunca se habrían podido conocer. La protagonista es la actriz Emmanuelle Riva, quien en este filme interpreta a una actriz francesa que se encuentra en Hiroshima para filmar una película sobre la paz, mientras que el actor japonés Eiji Okada interpreta a un arquitecto japonés. Una noche estos dos personajes se encuentran en un bar y comienzan un romance donde traspasan todas las barreras de la intimidad, llegando así a la historia que ella relata sobre su primer amor y su trágico final. Historia enmarcada por las imágenes del pueblo de Nevers, Francia donde parece que el tiempo se detiene y las calles de Hiroshima que se muestra como una ciudad nueva, moderna, viva, que ha superado la muerte y la destrucción de la bomba atómica. Alains Resnais es el director de este filme, es su ópera prima después de dedicar varios años a los documentales y la mente detrás de esta historia es Marguerite Duras, escritora y cineasta quien escribió el guión a petición de Resnais. Con su historia Marguerite toca el dolor, la muerte, el amor y el camino del duelo, todo ello contado como una historia que, aunque sea ficticia es más humana y real que los datos en una gráfica o las fotos de un museo. En este Fanzine recogemos las reflexiones, reseñas, comentarios o textos creativos que las asistentes del taller Los sueños de Sherezada generaron a partir de esta película y su posterior comentario en grupo.
En nombre de la madre, la doncella y la anciana Colectiva Hékate
Hiroshima mon amour y los matices de la guerra
Marcela Casiopea marce_casiopea
No es un secreto para la humanidad que la guerra es un hecho trágico, en especial la Segunda Guerra Mundial ; en la Segunda Guerra Mundial, se rompe la barrera de la ética y la moral de ciertos sectores, pero el hecho que nos demuestra la cara extrema que puede tomar el ser humano, ya sea por necesidad, o ambición, es el que marca el fin de la guerra, la explosión de las bombas de Hiroshima y Nagasaki. Cuando Hiroshima mon amour sale a la luz, la Segunda Guerra Mundial seguía presente en la memoria del colectivo, pero era algo tan vergonzoso que la gente no quería hablar del tema, los sobrevivientes de las bombas estaban marcados no solo física sino psicológicamente. Hiroshima mon amour es una película importante, la ópera prima de Alain Resnais genera un antes y un después en el cine francés originando la Nouvelle Age, quien logra un excelente trabajo convirtiendo los párrafos de Marguerite Duras, en acciones de personas en carne y hueso, pero también debemos mencionar el importante papel de Marguerite Duras en adaptar su novela a un guión cinematográfico. Ella logra con tanta audacia y estilo encapsular todas las emociones de 160 páginas en un guión de una película de 90 minutos, el cual fue tan bueno que recibió la nominación al Óscar a mejor guión original. La historia se desarrolla en la zona del desastre, lo que es curioso es que no habla de supervivientes, pues la crónica segundo a segundo de los hechos, no. La historia se desarrolla en la época posguerra, de hecho. La historia nos narra como una actriz francesa tiene un encuentro con un arquitecto japonés; durante la noche del encuentro y la mañana del día siguiente se puede ver una atmosfera tan dulce y suave que se puede dudar de que sea real, pero conforme la historia cambia nos 6
damos cuenta de que esa atmosfera no va durar mucho,también nos damos cuenta de las historias de nuestros protagonistas sin nombre: la actriz francesa nos cuenta su historia de desamor con un nazi y el arquitecto japonés cuenta como lo perdió todo por la guerra. Ambas partes salieron perdiendo. “Hiroshima mon amour” no es la típica película de desamor o de guerra. La historia nos narra un juego erótico entre dos partes, donde ambos se tocan sin control en la noche, pero en la tarde mantienen sus manos quietas, a lo largo de toda la película nos mantenemos con la intriga de si la actriz va a quedarse o no. Se buscan y se quieren; nos damos cuenta de que son un casi algo, pero que nunca se podrá concretar ser un algo. Cuesta creer que no hubo un desastre en el lugar donde se desarrolló la historia, pero al final la actriz que refleja la mirada occidental se niega a aceptar que hubo una tragedia, quiere olvidar y superar, aunque sabe que no podrá; al final nos damos cuenta de lo herida que esta, como la guerra le arrebato lo que más quería, el arquitecto insiste, pero ella quiere olvidar lo que paso, busca mandarlo al exilio de sus memorias, al
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Ambar Nicté, 24 años, Ciudad de Guatemala. “Hiroshima mi dolor ” @ambar_nicte
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Dos ciudades olvidadas Astra Sin Sombra Astra Naali @aquariioculi
El sueño comienza con un nacimiento: un vientre hecho de tierra y agua en Japón, que se creía envenenado, floreciendo. Imágenes antagonistas unas de otras: dos cuerpos luminosos hechos de arena solar, y la fotografía de Hiroshima -una escarificación en la dermis de la tierra, una llaga de tejidos destruidos-. Pero luego del terror, se forma la carne nueva; extremidades enredadas y pieles vivas que se contorsionan y se deshacen en placer, creadas sobre el mito de los cuerpos desintegrados por la explosión nuclear. Un amor naciente en la ciudad que absorbe, con cada respiración, materia muerta. Los amantes fugaces se acomodan tiernamente en una Hiroshima brillante que parece haber olvidado su trauma, sus gritos mudos, su dolor. ¿No fue ésta la ciudad donde estalló el horror bélico más monstruoso? ¿no fue aquí donde se creó otro tipo de miedo?. También los acecha el tiempo (sus últimos momentos juntos) y una historia sin contar. Los amantes y sus nombres secretos son la imantación de una tragedia. Ambos sobrevivientes. Ella más que nadie; porque vivió la pesadilla de sostener una agonía casi propia, y permaneció con el corazón abierto hasta que el cuerpo del hombre que amó terminó de morirse. Descendió al infierno de los traidores, humillada en la ciudad de toda su vida y sentenciada a la locura del frío invernal en un sótano a poca luz. Ella lo ha visto todo. La historia es suya, necesariamente. Y antes de enloquecer para siempre, ella decide olvidar. Cómo renuevan la vida el olvido y la muerte… Todo desapareció en nueve segundos, y las extremidades de los recién nacidos estuvieron condenadas a la deformidad, pero la ciudad aún puede albergar amor. A lo muerto se le erigen monumentos, lápidas, urnas que guardan polvo; se le hacen cintas de paz, se conservan cabelleras y trozos de piel anónima…dicen que para no olvidar. ¿Levantamos estatuas internas para nuestros amores pasados (no olvidar) como a los muertos se les 9
hacen tumbas? Los horrores, la podredumbre, los amores, la dulzura arrebatadora del placer, se olvidan. Y las calles, las torres de radio, las miradas y los ojos verdes vuelven a encenderse, porque el tiempo siempre está en paz consigo mismo; no tiene problemas para caminar. El olvido es protección, y la sencilla sombra del recuerdo una amenaza. ¿Dónde está, entonces, escondido aquel soldado alemán? Ese que toma posesión del cuerpo de un arquitecto japonés, y se resiste a desaparecer… el que se materializa cuando ella habla (al fin); cuando el trauma se cuenta los sentidos se alertan, porque la experiencia recrea la luz, los olores, el frío…y todo vuelve otra vez. ¿Cómo moldeamos el retrato de nuestro propio sufrimiento? Si el material es la pólvora, la sangre que se seca al calor, la mancha de identidad que queda en los muros. A veces dejamos quemar nuestra lengua para describir el horror: es el precio de la memoria verbal. Un día podremos aceptar la memoria, y la certeza de que las cosas no mueren; descubriremos la mentira del olvido, la medida del afecto; revelaremos la verdad de que el cuerpo sufre lo que la mente niega. El cuerpo fue el causante…el roce de las caderas, la fricción entre los labios, las risas plenas; fue esa entidad nacida entre desconocidos en una ciudad embriagada de tristezas la que abrió puertas a la memoria. Un día no lloraremos por la vida perdida, y viviremos los recuerdos sin dolor; no rascaremos sus paredes hasta hacer sangrar los dedos, ni lameremos lo que se encuentre de viejos pasados que juramos resistir.
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carabela, 27 años, Medellín, Colombia. “Resiliencia” @carabela__
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“Cuenta tu historia las veces que sean necesarias hasta que deje de doler”
M.E. Gonz
Hiroshima mon amour de 1959 es el romance entre un arquitecto japonés y una actriz francesa en medio de la posguerra más impactante, la de la 2da guerra mundial. A través de este romance se reconcilian ambos bandos de la guerra simbólicamente, como si cada muestra de afecto fuera un tratado de paz entre los países. Sin embargo, ambos lados continúan con los efectos de la guerra. La tristeza de Hiroshima trae a nuestra protagonista una especial identificación, el ambiente nostálgico le recuerdan sus dolores no superados. Ella insistiéndole a él sobre la historia de Hirsohima, encuentra una tranquilidad en el dolor al sentirse reflejada en él. Siente que Hiroshima es parte de ella y ella es parte de Hirsohima. Al visitar las calles de Hiroshima y sentir la aflicción de la ciudad, la lleva a poder hablar por primera vez de su dolor. Una ciudad, una población que ha sufrido tanto podría entender su dolor, a diferencia de sus compatriotas. Quien ha pasado por un trauma no le es ni será fácil hablar de ello. Es un proceso que puede durar mucho tiempo y pudiese ser que Marguerite Duras, guionista de la película, estaba familiarizado con esto. La protagonista mediante la observación del dolor ajeno pudo sentirse en un lugar seguro en el cual pudo hablar del propio y ser ella misma. El relato de la muerte de su exnovio y el encierro que vivió a raíz de ello, pudo ser liberado gracias al sentirse rodeada de quien lo juzgaría. Hiroshima mon amour, es un ejemplo de como los sobrevivientes de trauma hablan y hablarán cuando se sientan listos. 12
Jessicartica, 29 años, Ciudad de México “Ciudad del amor” @jessicartica
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El nombre no importa sólo hay que olvidar
Mar Picazo maria.delmar.54390876
La película “Hiroshima mon amour”, va mezclando imágenes. Desde el inicio de la película vemos la piel de los amantes para después mostrarnos la piel de los heridos, que por momentos se olvida cuál es la imagen del documental y cuál es la de la ficción. Y eso no es fortuito pues el director Alain Resnais buscó a propósitos estos flashbacks para crear una historia única por lo que divide el film en dos partes muy diferenciadas, pero a la vez totalmente relacionadas para crear la historia. La película va haciendo una introducción mostrando a la par imágenes de lo devastadora que fueron las bombas atómicas en Hiroshima con una voz en off que resulta un dulce poema con un impacto gráfico tremendo. La conversación de la pareja protagonista gira en torno a la memoria y el olvido. Los protagonistas ella una actriz francesa, él un japonés quienes pasan una noche juntos en Hiroshima. Él le hace recordar al primer hombre que ella amó, un soldado alemán en tiempos de la Segunda Guerra Mundial y que terminó de manera trágica. Todo es recordar y olvidar y la imposibilidad de nombrar, sabemos que están en Hiroshima en Nevers pero el nombre de los protagonistas no lo sabemos y es que nombrar también duele, nombrar significa, reconocer, memorizar, recordar y dolor al olvidar. En su último día, ella le dice: “¡Te olvidaré! ¡Ya te olvido! ¡Mira cómo te olvido! ¡Mírame! Hi-ro-shima... Hiroshima es tu nombre”. En este final no solamente vemos el adiós de los amantes y el olvido si no también el olvido de lo devastadora que fue la guerra y el olvido del sufrimiento de la humanidad. 14
Jessicartica, 29 años, Ciudad de México “Ese es tu nombre” @jessicartica
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Reconstrucción del olvido
Rakel Hoyos Guzmán rakel.hoyos rakel.hoyos @Rakel_Ginebra
La memoria es una línea que se bifurca en el camino de la vida. Tiene grietas por las que se cuelan las imágenes a las que nos aferramos. El cuerpo no olvida las cicatrices de otras épocas, aunque para la mente sean difusas. Reconstruir es coser las heridas, apenas taparlas para cubrir el derrumbe. Debajo de la tierra late un corazón agonizante. El alma de una ciudad destruida, de una mujer rota. Ambas cruzadas por la mano del hombre. ¿Es posible rearmarte si te faltan piezas? Quizá la piel podrá darle calor a otro amante, pero por dentro supuraremos nostalgia. Le diremos ven y toca las cenizas, sopla hasta que nos perdamos en el sinsentido del tiempo.
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Dhallia Roja, 23 años, Ecatepec, Edo. Mex. “Marguerite Duras” @dhallia_roja
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Me enamoré... Madame Petra del Bosque
¿Te has preguntado cómo me enamoré de ti? Cada vez que te miro a la distancia mi corazón se acelera, comienzo a sentir como se va expandiendo y acumulando una energía casi atómica, y, cuando por fin te aproximas, ¡EXPLOTA!... Esa fuerza llega a cada rincón de mi cuerpo, va dejando marcas en mi piel, cada nervio siente un ligero cosquilleo que se traduce en risas acompañada de una sonrisa que únicamente tú puedes apreciar. Desde el momento en que te vi, supe que estaría perdidamente enamorada, no creo en el amor a primera vista, pero tu te has convertido en la excepción de mi regla, de mis creencias. Había olvidado lo que era amar, enternecerme por un humano ¿Qué magia es la que te rodea? Tu rostro tiene un rasgo en particular, esa hendidura al final de tu mueca, logran captar mi completa atención, es como si me indicara el mapa de la felicidad. Tus pecas se expanden de este a oeste, es el mismo cielo que miraba aquella noche que te conocí. No eres convencional, lo sé, no eres como el resto de los humanos... Querido, debo de decirte algo antes, he pasado por atrocidades en el amor, he vivido días oscuros, como si una nube gris rodeara mi ser y me asfixiara en cada respiro, en cada paso que doy. Y es que cuando te veo recuerdo y olvido lo que pasé para llegar hasta aquí, a este instante, en esta hora en específico para cruzarme contigo, y es que no lo puedo negar, me encantas. Necesito olvidar y a la vez no quiero, no debo, es mi historia, mi pasado. Estoy convencida que quiero pasar mis días contigo, pero también es importante que conozcas lo que he vivido, de donde soy y hacia donde voy a navegar los siguientes años. No quiero que compartas el dolor de mi pasado, pero sí debes de entender el porqué de esta dualidad 18
de amar y olvidar me han atormentado cada día, aunque desde que llegaste esos días parecieran despejarse. Quiero que nos escuchemos con esmero, sin juzgarnos, y que cuando estemos uno frente al otro, nuestras almas se desnuden dejando a un lado nuestras mentiras sociales permitiéndonos conocernos de manera púdica. Esto es lo que soy, un collage de recuerdos que hoy se abate ante tu gentileza y nobleza, ante tu amor libre y único. Permíteme amarte e ir sanando, que esta noche estaré sumergida en tus labios astrales. ¡Enamorada estoy!
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Jessicartica, 29 años, Ciudad de México “Te recuerdo” @jessicartica
En cualquier lugar, mi amor Estelí Morales Huitzil @iletse.drake. 1. INT. ESTUDIO ILUMINADO. 1 Una MUJER ESCRITORA de unos 40 a 45 años de edad, ojos chicos y mirada anhelante; cabello corto con flequillo que le cubre media frente. Viste una camisa blanca de manga corta y una falda lisa verde esmeralda, quizá como el color de sus ojos. Ella está sentada frente a su escritorio de madera, sobre este, una lámpara de mimbre, una máquina de escribir (marca: digamos… Olivetti), un par de cintas, un par de libros, un fajo de hojas blancas (parece ser un manuscrito, el primer tratamiento, un borrador), lápiz y goma, un cenicero en uso. VOZ EN OFF DE LA MUJER ESCRITORA: Écoute moi, comme toi, je connais l’oubli… Contar sin horror, contar desde la muerte y el olvido… ella y él, él solo fue uno y no más. Jeune et folle. Durante la voz en off, en plano subjetivo una hoja puesta en la máquina con la frase “…escribir ha sido siempre lo único que llena mi vida, lo único que me separa de la locura…”. Las manos de ella están suspendidas sobre las teclas, quieren y no quieren contarlo, quieren y no quieren volcarse y transformar el sentimiento. 2. INT. MUSEO. DÍA 2 Una galería del museo en la que exhiben los testimonios de la guerra, y en primer plano y una a una imágenes: tablilla sumeria (Lagash contra Umma), Campañas de Egipto contra Hicsos, Guerra de Troya, Guerra del Peloponeso, invasiones celtas, vikingas, de los mongoles, expansión árabe, Las cruzadas, conquistas, colonizaciones, Independencias, Guerra de los 10 años, 30 años, chino-japonesa, franca, Rebeliones, Revoluciones, Guerras civiles, Guerra de los Balcanes, Primera Guerra Mundial, Segunda Guerra Mundial, Guerra fría, conflictos latinoamericanos, Guerra de Vietnam, movimientos estudiantiles, marcha del silencio, enfrentamientos de policías y militares contra 21
ciudadanos, guerra contra el narcotráfico, protestas en México, Ejército Zapatista de Liberación Nacional, “¡Zapata vive, la lucha sigue!”, “¡Vivos se los llevaron, vivos los queremos!” “¡Ni una más!” (agregar imágenes referidas y necesarias para la escena…). VOZ EN OFF DE MUJER (mientras se enfocan cada una de las imágenes): Nada se compara al dolor que deja la guerra, la sangre, el tener que matar al otro y desaparecerlo. Quedarse sin el otro, respirar su ausencia y sentir cómo raspa —quema— el recuerdo atravesado en la garganta. ¿Quién ha muerto? ¿Por qué ella y por qué él? Nada tenían que ver con esto, tanta destrucción maquinada por unas cuantas manos. El tiempo es un juego que repite los sucesos y mezcla personajes en cada historia, en cada era, sólo hay una constante, el amor y su compañera infinita la muerte. Escribo para no olvidar, escribo mis obsesiones y lo que me pertenece. Escribo para vivirlo cada día y encontrarlo en cada palabra, en el parloteo de las teclas y en el siseo del lápiz deslizándose en una hoja. Escribo sin pretensiones de revivirlo pero sí con la intención de enraizarme a su imagen, a su risa, a su gesto, a ese instante de felicidad. 3. INT. TEATRO 3 Las primeras dos filas de butacas, vacías, un telón rojo carmín y en primer plano, en medio del proscenio y con luz frontal, una MUJER ACTRIZ, de unos 40 o 45 años de edad, tez morena, cabello oscuro, largo y ondulado a la cadera. Rostro compungido y en un inicio con sus manos levantadas hacia su rostro, durante el discurso va cambiando su postura. Viste un quitón blanco semitransparente, que deja ver sus curvas. No hay utilería que encuadre una escena. Su voz es público y acto. Habla, en ocasiones grita, en otras susurra, hay catarsis. Ella se dirige al público imaginario. MUJER ACTRIZ: Todos quieren olvidar, y ellos quieren que olvide cuando hoy pienso de más en lo que dejé contigo, lo que te llevaste y lo que no quiero que vuelva. Regresas en las noches como fantasma avergonzado por 22
cumplir tu deber y dejarme en medio de la cama naufragando hasta desenterrarte en ciudades llenas de proyectiles. Busco tu cuerpo pero no te encuentro. Aunque después de 20 años te vi una vez, entre la multitud nos reconocimos y continuamos el idilio que dejamos suspendido desde tu muerte. En aquel instante tuve que enfrentarme a esta con cada caricia, con cada palabra que me erizó el alma, con la palma de sus manos parecidas a las tuyas, con el movimiento dulce y salvaje de “aquí estoy y no me he ido”, y con esos labios que cubrieron mi piel y desnudaron mi memoria. Renaciendo en la explosión de nuestros cuerpos. CORTE A NEGROS
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