Los sueños de Sherezada
No. 5 Octubre/2021
Mika Ninagawa y los colores de la historia
Fanzine producto del taller Los Sueños de Sherezada: cine debate, mujeres y escritura
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Colectivo Hékate. Taller de cine-debate, mujeres y escritura, “Los sueños de Sherezada”. Este fanzine es producto del taller de cine-debate, mujeres y escritura que el Colectivo Hékate impartió de Junio-Octubre del 2021. Cuenta con un tiraje de 35 ejemplares. Este material fue elaborado, diseñado y editado bajo el nombre de Jessica Solano Morantes y Ana Rosa Lozano González. Este material se realizó con el apoyo del Programa Social Colectivos Culturales Comunitarios 2021, de la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México.
Corrección y cuidado editorial Ana Rosa Lozano González
Diseño e ilustraciones Jessica Solano Morantes
Organización Ilce Gómez Andrade
Colectivo Hékate @colectivohekate
Índice Yo, cerezo Estelí Morales Huitzil
“Sakuran”, la pérdida de la inocencia
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Mar Picazo
¡Quiero ver florecer! Madam Petra del Bosque
Análisis con gafas violeta Raquel Hoyos Guzmán
La visión de Ninawa Ratita Mojada
Sakuran M.E. Gonz
SAKURAN Marcela Casiopea
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Jessicartica, 29 años, CDMX. “Mika en la lente” @jessicartica
Introducción Jess Solano Mika Ninagawa es una artista de origen japones, centrada en la fotografía y el cine. Durante su carrera se ha dedicado principalmente a la fotografía editorial y de moda donde su trabajo ha destacado por los colores vivos y combinaciones. Su estética se inspira en los vivos colores de las flores y la naturaleza, donde el toque femenino y original tiene un gran papel. En el cine Ninagawa ha dirigido y colaborado en películas que son consideradas de culto como Helter Skelter y Sakura, ambas películas son adaptaciones del manga que calzan de forma genial con la estética de Ninagawa. Además, de ser una directora reconocida dentro de la industria japonesa de cine, una industria que sigue estando dominado por los directores masculinos. Sakuran cuenta la historia de Kiyoha que, durante la época feudal de Japón, es vendida a una casa de citas cuando aún es una niña, ella debe crecer en este ambiente de falso glamour, lujuria y encierro. Durante su adolescencia su belleza toma fuerza y se convierte en la Oiran del burdel, esto quiere decir que ahora ella es la mujer más codiciada de toda la casa y con este título debe enfrentarse a la vida. En este Fanzine las asistentes al taller “Los sueños de Sherezada” reflexionan y crean alrededor del trabajo de Mika Ninagawa y la historia de Kiyoha. Desde sus múltiples perspectivas, conocimientos y emociones, todo esto plasmados en sus letras. A nombre de todo Colectivo Hékate esperamos que disfrutes de este fanzine.
En nombre de la madre, la doncella y la anciana Colectiva Hékate
Yo, cerezo Estelí Morales Huitzil En la primavera es el alba. Cuando la luz se desliza sobre las cumbres, sus perfiles se tiñen de rosado y hebras de neblina de púrpura se extienden sobre ellos. Sei Shōnagon (966-1030)
Atravieso un largo camino de árboles cubiertos de flores rosas color de inocencia me conduce por un suelo forrado de pétalos recuerdos Destruida mi infancia aprendí que para sobrevivir tenía que ceder mi cuerpo mi compañía Satisfacer la lujuria de los otros cargar con la soledad como si no fuera suficiente con la mía de aquellos hombres aulladores de carne joven Vibrantes colores se confunden en las espirales del humo canciones extravagantes fuera de mi época sensuales voces que atraviesan los biombos gemidos interpuestos sin cansancio
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La miro de lejos y quiero ser y no ser como ella aprendí de sus trucos no éramos tan diferentes ella deseaba salir de esa cárcel impuesta por los deseos y los privilegios yo quería escapar sabiendo quizá que afuera lo peor estaba al acecho
Tuve miedo de pertenecer la primera vez dejarme llevar por sus manos sofocantes de experiencia descubrí el secreto y con sus apetencias cumplí Conocí al amante perfecto entre todas las visitas que me hacía temblar fugaz el primer amor la primera decepción Desencanto terrible de raíz perdí la sangre sin dueño condenada creía estar la tierra se humedeció de la savia frustrada no mirar atrás era mi destino seguir y cumplir con mi deber salir de aquellos muros ofertar mi libertad De la pequeña ciudad amurallada la flor del único cerezo apareció ya no son sólo anhelos ahora soy libre de amar y de no pertenecer de sucumbir a mi disfrute de embriagarme en cada explosión provocada por mis dedos Camino por un sendero de árboles cerezo que me devuelve mi inocencia y los años de una niña que fue vendida Camino entre pétalos recuerdos deseando que mi historia no se repita.
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“Sakuran”, la pérdida de la inocencia
Mar Picazo maria.delmar.54390876
“Los cerezos estaban tan hermosos que olvidé que había sido vendida”, es una de las frases con las que inicia la película de “Sakuran” dirigida por la fotógrafa y directora de cine japonesa Mika Ninagawa historia tomada del manga de Moyoco Anno. “Sakuran” cuenta la historia de Kiyoha una chica que, durante la época de Edo, es vendida para convertirse en geisha en Yoshiwara, el distrito rojo de Edo. Aunque al principio odia ese mundo, termina afrontando su destino. Aunque Kiyoha busca escapar de su destino siempre fracasa pues no lo logra. Su belleza inigualable es su maldición, a través de este personaje podemos conocer las diferentes posiciones y etapas por las que pasa una niña hasta convertirse en una oirán. MUJERES La cineasta nipona en “Sakuran” toca temas femeninos que en la sociedad japonesa aún son tabú como la prostitución, la sexualidad femenina, el aborto y las relaciones entre mujeres. “Sakuran” lleva al reconocimiento internacional a Mika Ninagawa, su mirada femenina del cine japonés busca reivindicar el papel de la mujer en la sociedad. Kiyoha es una heroína que logra durante los 110 minutos de la película llevar al espectador no sólo a su pensamiento sino a las distintas etapas por las que pasa para convertirse en oiran. La cineasta muestra la envidia y competencia a la que son sometidas las mujeres y no conforme con ello incluyen una escena donde Kiyoha recibe el prendedor como obsequio enfatizando “Ahora te odiarán más” refiriéndose a las demás aprendices de cortesanas.
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O como bien reza el dicho mexicano “Mujeres juntas ni difuntas” pues las mujeres compiten entre sí, se comparan, se restan autoridad y se debilitan unas a otras. Al menos esa es la idea dominante sobre cómo se relacionan las mujeres. PROSTITUCIÓN La historia sin duda se la pasa romantizando la vida de las cortesanas pues más allá de la gran narración, la magistral música, excelentes escenarios, los cerezos, la época y el país. La película devela de manera tajante la humillación por la que pasan las mujeres que son explotadas con fines sexuales que bien puede ser la historia de cualquier parte del mundo. “El ser mujer repentinamente me aterrorizo” es otra frase que inserta Mika Ninagawa durante el filme y que muestra como las mujeres son vendidas como mera mercancía que servirá para mantener el hogar a través de la prostitución. Y tal parece que hablamos de México o de Tenancingo, Tlaxcala uno de los principales lugares de explotación sexual y tráfico de mujeres, niñas y niños. Llevando a México a ser uno de los primeros diez países en prostitución infantil. “Sakuran” nos lleva a poner nuestra mirada ante una triste realidad que aqueja principalmente a las mujeres de México que muchos saben y que pocos se atreven a denunciar.
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¡Quiero ver florecer! Madam Petra del Bosque Es verdad, siempre he estado enamorado de ti. Debo de disimularlo con otros hombres, cuando me acarician no puedo negar que en mi mente se atraviesa tu perfecto cuerpo trigueño; revivo tus caricias y es cuando mi piel se eriza. No quiero dejarte ir, me niego a dejarte ir. Cada noche que llega deseo que estés a mi lado, mientras callamos bajo el cielo estrellado, tus manos sostienen mi cadera. La vista es hermosa aquí, tus ojos parecen dos flechas que atraviesan mis pechos, percibo cómo no te pierdes ningún detalle. ¡Somos cajas musicales! Nuestros gemidos van a síncopa del canto de los grillos. ¡Quiero ver florecer! ¡Quiero sentirme florecer! Coqueta y elegante, debo ir avanzando por el lugar. Todos los hombres han generado una fantasía conmigo, pero no a todos se les cumplirá. Nadie puede poseerme, muchas veces me he preguntado si te causa celos cuando entro a las habitaciones y no eres tú quien me está esperando. Aquí te conocí, aquí fue donde me viste crecer mientras iba obteniendo popularidad en el pueblo. Me prometiste que huiríamos cuando aquél árbol floreciera. Falta tanto para la primavera... Yo, la Amaterasu del lugar, no permito ser opacada. La envidia la siento en cada abrir y cerrar de ojos mientras nos duchamos todas. Aquí no hay privacidad, tan solo mi corazón es capaz de guardar tan terrible secreto, y es que sí, estoy enamorada. Nadie sospecha lo que siento por ti. Debo de ser cauta, frágil y majestuosa mientras recorro los pasillos de este palacio, mientras tú discretamente cuidas el jardín, el estanque, la noche…
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¿Vendrás hoy? Hace días que te siento hostil, debe de ser la noticia de mi casamiento, o tal vez la melancolía te acompaña y se ha convertido en tu amante. A veces sueño que ese árbol de cerezos realmente va
a florecer, pero lleva más de 20 años sin dar una maldita hoja, tenía ilusión, por ti, por mí, por nuestro hijo…. Mañana me iré con él,me ha asegurado que amará a mi hijo, llevará tu nombre, Ikki, ambos seremos tus soles que te esperaran en el horizonte. Amado, siempre estuve enamorada, es lo único que debes de recordar de mí. ¡Quiero verte florecer!
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Análisis con gafas violeta
Rakel Hoyos Guzmán rakel.hoyos rakel.hoyos @Rakel_Ginebra
Mientras veo la cinta de Sakuran, de Mika Ninagawa, los colores envuelven mis sentidos. La belleza de la vestimenta, del entorno, de las mujeres y, en general, de la cultura japonesa es innegable. Sin embargo, la percepción visual no cubre mi sentido crítico. De un tiempo para acá, es inevitable ver una cinta sin las gafas violeta de las que me ha provisto el feminismo. Ver a una mujer en pantalla es analizar su papel, su relación con los otros, su voz, y cómo todo eso se traslada a la “realidad”; o sea, al contexto en el que vivimos o a la historia de lo que ocurrió, ocurre o puede ocurrir. La historia transcurre alrededor de la vida de Kiyoha, una niña que es vendida a una casa de cortesanas, diferentes a las geishas, llamadas oiran. Desde el inicio se nos muestra cómo para la cultura patriarcal japonesa el cuerpo de las mujeres es un producto, no les pertenece a ellas; se le puede comercializar, explotar y disponer de él para el disfrute de los hombres. En su libro “La guerra contra las mujeres”, Rita Segato dice “[…] En condiciones sociopolíticas ‘normales’ del orden de estatus, nosotras, las mujeres, somos las dadoras del tributo; ellos, los receptores y beneficiarios. Y la estructura que los relaciona establece un orden simbólico marcado por la desigualdad que se encuentra presente y organiza todas las otras escenas de la vida social regidas por la asimetría de una ley de estatus”. El fragmento anterior es muy adecuado para señalar varios puntos de la historia de la película. Para empezar, Kiyoha quiere huir poco después de ser vendida a la casa de cortesanas. Eso nos habla de un anhelo de libertad; aunque se romantice la vida de una oiran por la admiración
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masculina, el glamour y el estatus de llegar a ser la favorita, esa vida no es una elección, es una imposición. Otro momento incómodo, de los más deleznables, es cuando unas niñas, de no más de 10 años, masajean a un viejo raboverde, asiduo cliente del lugar. Esas pequeñas manos que deberían estar jugando son obligadas a darle placer a un hombre, en una especie de entrenamiento para después ser ese “tributo” del que habla Segato. No le resto importancia al talento de la directora y a la estética con la que envuelve sus creaciones, pero no puedo dejar de señalar el lado profundo de la historia. Ni siquiera podríamos decir que ahora es diferente, aún existe esta explotación del cuerpo de las mujeres en nombre del placer masculino, no sólo en Japón, sino en todo el mundo. Vestir esta idea con elegancia y arte, no lo hace menos repugnante, no le quita su verdadera esencia; porque, a final de cuentas, esa instrucción que recibían las mujeres era para complacer a los hombres. Después, solo cambió la forma, pero no la intención. El sistema machista no sigue diciendo cómo debemos ser para gustar al género masculino: delgadas, de piel blanca y tersa, arregladas pero sin exagerar, sin estrías, sin pelos, sumisas, abnegadas, no más inteligentes que ellos, pero sí interesantes, etcétera. Esas son solo algunas de las características de la larga lista de requisitos que se nos pide y que nos lleva a la frustración porque nunca podremos lograrlo. Estoy cansada de intentarlo, por eso, con mis piernas y axilas peludas, mis lonjas y mi piel llena de estrías, me siento a ver una película como Sakuran, a disfrutar su propuesta visual, pero a criticar con libertad su trasfondo político.
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La visión de Ninagawa Ratita Mojada @ratita_mojada Mika Ninagawa a través de su lente y su visión nos transporta a realidades que parecen distópicas, no sólo por las historias, sino por su forma de captar los colores de las escenas. Es su experiencia como fotógrafa lo que nos atrapa al ver su trabajo. En Sakuran, no sólo nos presta el lente de su cámara para conocer y ver la vida diaria de las Oiran y de la brava Kiyoha en el distrito rojo de Japón en su búsqueda de hacer lo que le plazca; nos transporta a un espacio que parece tan actual por la paleta de colores chillantes, pero tan antigua por sus atuendos. El color rojo que predomina en la cinta nos recuerda cada segundo en donde se encuentra Kiyoha y su constante deseo de hacer lo que ella quiera cuando ella quiere a pesar de vivir casi encarcelada en su posición como Oiran. Pero, sobre todas las cosas, nos recuerda la pasión que en diversas ocasiones se vuelve explícita. También, sus historias tienen algo en común: las mujeres. Las mujeres en sus historias son reales. Muestran una actitud fuerte, brava y vivaz por fuera, pero siguen teniendo que lidiar con sus conflictos personales y lo complicado que puede llegar el ser mujer en cualquier ámbito y contexto debido a la constante presión y dominación que el mundo heteropatriarcal busca ejercer sobre nosotras. La particular forma de captar el mundo de Ninagawa hace presente y nos deja la reflexión de que no importa el contexto sociocultural, las mujeres de todo el mundo pasamos por los mismos problemas, tanto sociales como personales.Pero, al final, nos recuerdan lo importante que es la ambición y lo importante que es tenerla siempre presente en nuestras vidas.
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Sakuran M.E. Gonz
Sabiendo la Angustia Kilométrica que Urgías liberar, buscas Restaurar tu Alma para no volver a Nunca más sufrir.
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SAKURAN Marcela Casiopea @marce_casiopea Qué belleza es sakuran, película del 2007 dirigida por Mika Ninagawa, la atmósfera de la película es tan sofisticada y sensacional. Ver cómo una niña es obligada a entrar a un mundo donde ella no quiere estar, pero se ve obligada a convivir es triste, pero ver la perspectiva de la cámara asiática lo hace más agradable, digerible y entretenido. La chica se vuelve y lucha por ser la mejor oirán debido a las cualidades que tiene: belleza, talento, rebeldía y perseverancia. Durante ese camino tiene algunas dificultades como rivalidades por ser la mejor o la búsqueda del amor. Este texto de mi autoría, resume básicamente la película desde mi perspectiva. Bailo y me maquillo a la luz de la luna y el sol. Nadie me va a impedir escalar para ser la mejor y lo haré de la mejor manera. Uso kimonos de seda y sin ellos sigo demostrando lo sensacional que soy A veces tengo el corazón roto, pero lo guardo en el cajón y me limito a seguir adelante. Por mi belleza todos se atisban y desean un ósculo. Mi mocedad la viví en el bajo mundo en medio de rivalidades
He decidido escribir un haiku inspirado en la película, el haiku es una expresión literaria japonesa, es un poema de diecisiete sílabas en total, escrito en tres versos de cinco, siete y cinco sílabas. El haiku es poesía práctica para quienes no tienen tiempo: me pongo linda bailo junto las olas con broche guinda
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