Los sueños de Sherezada
No. 3 Octubre/2021
Sweetie, Jane Campion y las raíces de la “locura”
Fanzine producto del taller Los Sueños de Sherezada: cine debate, mujeres y escritura
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Colectivo Hékate. Taller de cine-debate, mujeres y escritura, “Los sueños de Sherezada”. Este fanzine es producto del taller de cine-debate, mujeres y escritura que el Colectivo Hékate impartió de Junio-Octubre del 2021. Cuenta con un tiraje de 35 ejemplares. Este material fue elaborado, diseñado y editado bajo el nombre de Jessica Solano Morantes y Ana Rosa Lozano González. Este material se realizó con el apoyo del Programa Social Colectivos Culturales Comunitarios 2021, de la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México.
Corrección y cuidado editorial Ana Rosa Lozano González
Portada y diseño Jessica Solano Morantes “Jessicartica”
Organización Ilce Gómez Andrade
Colectivo Hékate @colectivohekate
Índice Raíces y Sauce Llorón
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Madam Petra del Bosque
La locura como privilegio masculino
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Raquel Hoyos
La mujer, las raíces del hogar
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Sweetie, la dulce disrupción
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Sweetie y el reflejo de las familias
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KAY
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Tlalcíhuatl Galván
Mar
Angélica
Mar Picazo
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Jessicartica, 29 años, CDMX. “Jane y las ideas” @jessicartica
Introducción Rosa Lozano El nombre de Jane Campion viaja desde Nueva Zelanda hasta el resto del mundo, pues es una de las mujeres más importantes del séptimo arte, que ha logrado ganarse un lugar destacado, en un medio tan complicado y reducido como lo es el cine. Y todo ello es gracias a su talento, creatividad e inteligencia; se podrían enumerar mil cosas más, pero lo más importante es que ha mantenido sus pies en el firmamento, gracias a su vuelta de tuerca y arriesgada visión para contar historias y filmarlas. Un tema, sin duda, en el cine de Jane son las mujeres. Parece sencillo y hasta lógico que una mujer hable de mujeres ¿Qué de importante y novedoso tiene esto? Antes de responder la pregunta, no olvidemos que el cine, como otras artes, ciencias y conocimientos, han estado bajo miradas masculinas que impiden la participación, así como la interpretación del mundo, desde una visión femenina. Entonces, respondiendo la pregunta, tiene todo de importante y novedoso que una mujer, mire con sus ojos y utilice sus manos para expresarse. ¿Cómo son las mujeres que retrata Jane? Mujeres que buscan ser reales, ser ellas mismas y tener libertad. Mujeres que salen de la buena moral y las correctas normas sociales. Mujeres que miran más allá como ella y que saben que para una pregunta, puede haber más de mil respuestas y no todas están en la tierra. Son las mujeres y Jane Campion quienes desafían un mundo dominado por hombres que todo el tiempo pretenden controlarlas y decirles qué hacer, cuando ellos son los que no saben qué hacer. Son mujeres que ven más allá de lo común, mujeres voraces que todo el tiempo sienten un hambre y sed insaciable por vivir, por crear, por imaginar. Mujeres que incomodan pero no por estar mal; incomodan por decir la verdad y no tienen miedo de dejarse llevar. Ellas son las mujeres de Jane Campion. Ellas son las mujeres y Jane Campion en el cine.
En nombre de la madre, la doncella y la anciana Colectiva Hékate
Raíces y un Sauce Llorón Madam Petra del Bosque El árbol simboliza la vida del cosmos, crecimiento, proliferación, fortaleza y regeneración. Se ha convertido en un simbolismo social imprescindible, desde la conexión entre lo espiritual y lo terrenal hasta simplificar nuestro pasado genealógico con ramas que brotan de mil lados. ¿Qué tipo de árbol es en donde crece tu familia? ¿Acaso es un fresno, abedul o un manzano?¿Qué tamaño tiene? ¿Conoces cada rama? Desde hace unos meses me he dado a la tarea de diseñar mi árbol genealógico, darle una clase, pulirlo- Y fue así que decidí que mi árbol sería un Sauce Llorón. Con un aspecto de melancolía y tristeza por sus ramas largas y hojas verdes pequeñas. que cuelgan hacia el suelo, lo he elegido por la diversidad de significados culturales; en Oriente, por ejemplo, el sauce llorón, posee un significado de muerte pero también de permanencia y continuidad. Mientras que en la mitología griega, el sauce llorón era símbolo de magia y misterio, no olvidemos a la diosa Perséfone, diosa de la primavera y reina de los muertos, quien tenía un bosque de sauces llorones en el averno. Una mezcla perfecta de significados para representar mi ascendencia. Después de haberlo nombrado, fue más fácil para mí reconocerme, y elegir a quienes iban a estar dentro de él. La importancia de decidir quién entra y sale fue sencilla, porque sí, hay que aceptarlo, dentro de la familia también hay gente tóxica. Entonces, podarlo fue bastante simple, y mientras lo hacía recordaba a la abuela cuando me contaba que las ramas muertas y con plaga, se eliminan para que no enfermen los árboles, y no puedo contradecir la sabiduría de aquella chamana. Pero... después, ¿qué sucede? Bien, cuando mi sauce empezó a tener mucha más luz y vida, noté algo muy peculiar en la parte inferior, así es, las raíces… Me di cuenta que por más magnífico que se vea por fuera,
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me estaba olvidando del interior, de donde realmente nació este árbol. Mi árbol se alimenta de las raíces que cada integrante de la familia ha creado. ¿Serán raíces sanas? ¿Estarán podridas, secas, muertas? ¿Cuántas veces nos hemos encargado de revisar y cuidar esas raíces? Viene a mi cabeza una frase que me repetía mi madre:”- los trapos sucios se lavan en casa”, y la verdad es que me desagrada de sobremanera, sólo por una razón, no quiero que esa agua contaminada de malicia, misoginia, machismo, violencia; agresiones, costumbres absurdas, críticas, limitaciones, alimenten nuestras raíces, las raíces que nos sostienen, porque sí, las raíces también se podan. Al contrario, quiero que sea agua pura que nos nutra y cuide de adentro hacia afuera. Sí, decidí quién va a estar en mi árbol, pero también seré la responsable de arrancar cada raíz que no sea fructífera para las nuevas ramas que crecerán en este sauce llorón.
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GAB, 29 años, San Luis Potosí, México. “Sweetie, Jane Campion” @pechebleu
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La locura como privilegio masculino
Rakel Hoyos Guzmán rakel.hoyos rakel.hoyos @Rakel_Ginebra
La locura ha sido un gran tema para la literatura, el cine y para el arte en general. Es común que se exalte la mística del genio creador incomprendido. Sin embargo, esa misma locura puede tener dos dimensiones opuestas, tan opuestas como los estereotipos de géneros: roza-azul, fuerte-débil, racional-sensible. Los hombres calificados como “locos” tienen el privilegio de la admiración y el reconocimiento hacia su singular creatividad. No así para las mujeres. La misma palabra, usada para nosotras, conlleva un significado peyorativo, relacionado con trastornos mentales y con nuestra “fragilidad femenina”. Una mujer loca está condenada a la tragedia, en la literatura, en el cine y en la cotidianidad. Quizá es por eso que Kay, protagonista de la película “Sweetie”, de Jane Campion, se aferra a mantenerse en los límites, en no dejarse llevar por la pasión, en exigir que su hermana sea “normal”. Su hermana Sweetie es todo lo opuesto, lo incómodo. Y precisamente, si pudiera elegir una palabra para referirme a esta película, sería “incómoda”. Con esta cinta, Jane Campion te obliga a salir de tu zona de confort para exponer el caos de las emociones humanas. Para empezar, la hermana “incómoda” está representada, tanto física como psicológicamente, con características que nos han enseñado a rechazar como mujeres: sobrepeso, ropa ajustada, maquillaje sobrecargado; es desinhibida, sensual, disfruta de su sexualidad. Se trata de un personaje complejo, con desequilibrios mentales; aunque, si analizamos a fondo la vida de su familia, ha sido la única que se ha atrevido a ser libre. Ellos se dicen afectados por las acciones de Sweetie, pero no resuelven sus propios desequilibrios. Kay le confía su vida amorosa a la superstición; encuentra una pareja, pero cuando las cosas ya no funcionan, prefiere
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seguir viviendo con él como si fueran hermanos a quedarse sola. Los padres son otro caso, un matrimonio clásico tan desgastado que la esposa abandona a su marido, no sin antes dejarle platillos preparados para varias semanas. Eso nos hace pensar en el grado de inutilidad de ese hombre que a lo largo del filme es la fiel representación de las actitudes egoístas masculinas. A esto me refiero cuando digo que la película es incómoda, porque nos lleva a cuestionar nuestra propia inestabilidad. Sin embargo, este cuestionamiento, tanto personal como social, es y ha sido más severo para las mujeres. Así lo retrata Jane Campion a través de sus personajes femeninos: una escritora mal diagnosticada con esquizofrenia y recluida en un manicomio (Un ángel en mi mesa), una pianista a la que despojan de su instrumento y es castigada por adultera (El piano). Y, en el caso de Sweetie, una joven con inquietudes artísticas, incomprendida por su familia y que su locura la lleva a la tragedia. El cine de Jane Campion posee la garantía de que vamos a encontrar personajes femeninos con las que podemos identificarnos, mínimo sentir empatía o hasta darnos cuenta de que lo que se nos ha vendido como “normalidad” son falsas sentencias que solo buscan limitarnos.
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Yoshimi Gómez Watanabe, 22 años, Estado de México. “Sweetie, tu salud mental importa” @yoshimandala
La mujer, las raíces del hogar
Tlalcíhuatl Galván Incháuregui
En Sweetie (1989) de Jane Campion se nos muestra a una familia con una integrante poco convencional. Una pareja de adultos entrados los 50´s con un par de hijas. Una de ellas, Kay, intentando llevar una vida lo más normal posible mientras que la hermana, Sweetie, es todo lo contrario. Una mujer sin un rumbo fijo en la vida, con posibles problemas de atención y dificultades para las relaciones interpersonales. La película nos muestra las complicaciones de tener este tipo de familia. La directora elige ver todo a través de la mirada de Kay. Nos muestra su vida con un trabajo que parece muy rutinario. Los primeros 10 minutos del film nos demuestran lo maleable que puede ser la protagonista; Kay visita a una vecina que al leer su taza de té y le comenta que tendrá un gran amor con un “hombre con una interrogación en la cara”. Acto seguido, Kay se encuentra con que el peinado de un compañero del trabajo asemeja un signo de interrogación. Ya que parece lógico para ella, comienza una relación con alguien con quien ni siquiera se llevaba bien. A partir de ese momento vemos su vida, sus complicaciones y sus descubrimientos. Kay siente un profundo desagrado por los árboles y sus raíces que se meten por todos lados. Llegando a arrancar a escondidas un pequeño árbol que su pareja plantó en su patio. ¿Por qué el árbol es importante en Sweetie? En un momento de la película vemos a la madre separándose temporalmente del padre. Le deja la comida para un mes hecha y etiquetada. A continuación, vemos al padre llegar a casa de Kay confundido sin saber que hacer. También vemos en varias ocasiones que se menciona que cualquier problema que provoque Sweetie debe ser resuelto por la misma familia a pesar de ser problemas que pongan
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en riesgo la vida misma. En repetidas ocasiones se le dice a Kay que tiene que sacrificar y ser por la familia. A pesar de esto hay algo dentro de ella que no lo quiere, esta cansada. Ella no desea las gruesas raíces de una familia que aparenta ser fuerte como un gran árbol pero que realmente no ofrece un soporte (como se muestra en las últimas secuencias con Sweetie). Kay no desea tener una familia igual a la que tuvieron sus padres, donde se tiene que aguantar todo y la mujer es la encargada del cuidado de todos los demás. Y está bien. Cada mujer debería de ser capaz, al igual que al final de la película, de buscar y decidir por sí misma que es lo que quiere en esta vida. Puede querer una familia, estar en pareja o vivir soltera. Mientras viva su vida de acuerdo con sus decisiones, está bien.
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Evelyn iglesias “Vetto”, 22 años, El Salvador. “Vida de Jane Campion” @vettoo.ig
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Sweetie, la dulce disrupción Mar charo.acvedo. Kay vive tranquila, visita a su médium de confianza y escucha a las cartas; encuentra el amor y es correspondida. Pero cuando el universo parece estar a su favor aparece Dawn, más que su hermana, su cataclismo personal. El abrupto regreso de Sweetie, una niña ingenua e impulsiva atrapada en el cuerpo de una mujer adulta, desestabiliza a Kay, quien no podría ser más opuesta a su hermana. La intrepidez de Sweetie contrasta con el miedo obsesivo de Kay hacia la vida, a la incertidumbre y la mala suerte. Es tal el choque que se ven involucrados los padres de ambas, incapaces de controlar a Sweetie pero intransigentes al sentir de Kay. Y es que la disrupción a veces es inevitable, la llegada de algo o alguien que rompe todos nuestros esquemas, que nos incomoda por su naturaleza distinta a la nuestra y que, quizá, nos hace mirarnos desde otros ojos y cuestionar lo que somos. ¿Existiría orden sin el caos? La entropía es fundamental, es física, y aunque nos neguemos a ella, vivimos rodeados por el caos. El equilibrio es imposible, nuestra comodidad no es más que una cadena de coincidencias que al menor toque puede romperse y desatar la catástrofe, esa en que nos perdemos y de la que encontramos salida hasta que las coincidencias vuelven a alinearse a nuestro favor. Antídotos los hay de muchas clases, pero la profilaxis es inútil ante el desastre, la única arma que tenemos es el coraje. El suficiente para pasar la tormenta y, como Kay, aprender de lo vivido para ser capaces de despedir a Sweetie con amor, vuelva o no.
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Paola DesKaro, 28 años, CDMX. “Cariño” @des_karo
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Sweetie y el reflejo de las familias
Marcela Casiopea @marce_casiopea
Usualmente Hollywood nos vende el modelo de la familia ideal conformada por mamá, papá, hijos y ocasionalmente agregando otros elementos como abuelos o tíos; nos muestra a las familias cómo gozan una salud mental estable y cómo solucionan todo al final del día, que es totalmente perfecta… lo cierto es que esto no es del todo cierto y hasta cansa al espectador ver la idealización del modelo familiar, se valora mucho cuando nos muestran películas en donde las familias no son perfectas, pero a pesar de esa imperfección se quieren, como por ejemplo “Little miss sunshine” o “¿Quién ama a Gilbert Grape”… pero esta vez no se va a hablar de una película de Hollywood, se va a hablar de “Sweetie” película australiana de 1989, dirigida por Jane Champion. La familia juega un rol importante para el ser humano, es su núcleo primario en donde aprende sus primeras lecciones y en donde desarrolla sus ideas, moral o gustos… pero la familia también tiene un peso en la salud mental de las personas, eso se demuestra en Sweetie. La protagonista es una mujer regordeta llamada Dawn aunque la conocemos como Sweetie; tiene una hermana bastante supersticiosa llamada Kay; y sus padres Flo y Gordon. La protagonista tiene problemas mentales y es una persona tóxica –intimida, controla y manipula a los demás miembros de su familia- pero el padre y los demás miembros de la familia ignoran este comportamiento porque la aman y guardan la imagen de cuando era una niña. Hay un ciclo que los atormenta (peleas, el perdón y sweetie vuelve a tener una dulce) que no muestran preocupación en romperlo y que hasta parecen resignados, para evitar dar más detalles Sweetie fallece y por más cruel que suene, la familia por fin descansa de la toxicidad de ella. La película demuestra como la toxicidad de un miembro puede afectar a otros, demuestra que el amor puede cegar a la razón y evita que se
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hagan acciones lógicas para el bien familia, soportar la toxicidad de un miembro solo por ser familia cuando eso no está bien; pero a pesar de toda la familia no le guardo rencor a Sweetie y la recuerda en su faceta más noble: una dulce y divertida niña.
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Jessicartica, 29 años, CDMX. “Kay y la suerte” @jessicartica
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KAY
Mar Picazo maria.delmar.54390876
Oh, pequeño dulce, entre pastillas y vomito buscas pertenecer a Hollywood. Exageras el maquillaje la voz, el pelo, la imagen de femme fatale. Y piensas sólo una vez. Lo intentas de nuevo y que no digan que no lo intentas. Te comerías toda una manada de caballos con tal de cumplir tus sueños. Pero nadie sabe que tu verdadero talento es lamer heridas, excepto papá y aquellos baños de tina. Pero esta vez insisto sólo por media hora, puedes ser libre. Cariño trepas al árbol como si fueras parte de él. Te veo y siento unas ganas dulcísimas, de tirarlo, de ganarte por una vez y de estrujar tus grotescos senos. Es inevitable volaste y caíste en seco. Cariño tu miel siempre fue amarga.
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Jessicartica, 29 años, CDMX. “Las raíces familiares” @jessicartica
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