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Multigeneraciones en instituciones educativas

  • MTRA. ITZEL RAMIREZ PLASCENCIA | Docente de Diseño, Comunicación, LADE y Marketing, campus Mexicali

    Estudiantes de diferentes edades en una misma institución pueden enriquecer el proceso de aprendizaje, ya que los jóvenes pueden beneficiarse del ejemplo de los mayores, mientras que los mayores pueden desarrollar habilidades de liderazgo

En el dinámico entorno escolar en el que vivimos actualmente, las instituciones educativas, tanto públicas como privadas, están experimentando una notable diversificación en términos de edades, no solo entre los estudiantes, sino también entre el personal docente y administrativo. Ya que es más común cada día ver estudiantes arriba de los 30 años entrar a una carrera con alumnos que tienen un promedio de 17-20 años.

De igual manera, se están presentando oportunidades para que alumnos destacados formen parte de su alma mater al término de sus estudios. Aunque la experiencia en el campo laboral es importante, transmitir sabiduría a las nuevas generaciones es igualmente valioso. Estos alumnos pueden adquirir dicha experiencia durante sus años de estudios. Por ello, se les ofrecen oportunidades para integrarse a la plantilla de docentes en ciertas instituciones.

Esta coexistencia multigeneracional presenta tanto desafíos como oportunidades únicas. Explorar las relaciones entre estudiantes de diversas edades, profesores y personal académico, así como los métodos de enseñanza que favorecen la integración gene- racional, es fundamental para crear un ambiente de aprendizaje inclusivo y enriquecedor.

El concepto de multigeneraciones en la escuela abarca la presencia de estudiantes de diferentes edades en un mismo espacio educativo, desde los más pequeños en educación primaria hasta los adolescentes en secundaria e incluso adultos en programas de educación continua. Además, el personal docente y administrativo también varía en edad, desde jóvenes recién graduados hasta profesionales con décadas de experiencia.

La presencia de estudiantes de diferentes edades en una misma institución puede enriquecer el proceso de aprendizaje. Los estudiantes más jóvenes pueden beneficiarse de la orientación y el ejemplo de sus compañeros mayores, mientras que los mayores pueden desarrollar habilidades de liderazgo y mentoría. Sin embargo, es esencial gestionar cuidadosamente las dinámicas de poder y asegurarse de que todas las edades se sientan valoradas y respetadas.

Es muy común que durante las clases, los alumnos de mayor edad, que a veces pausan sus activi- dades laborales por razones económicas, compartan sus experiencias prácticas al abordar ciertos temas. Estos estudiantes, al recordar sus procesos laborales durante las discusiones en clase, ayudan a que los alumnos más jóvenes comprendan la aplicabilidad de lo que están aprendiendo a su futura vida profesional. Al mismo tiempo, estos estudiantes mayores reconocen la teoría detrás de las prácticas que han realizado en el campo.

En cuanto al personal docente y administrativo, la diversidad generacional puede fortalecer el equipo de trabajo. Los profesores jóvenes pueden traer nuevas ideas y familiaridad con las tecnologías modernas, mientras que los más experimentados aportan una valiosa perspectiva histórica y una rica experiencia pedagógica. La clave está en fomentar una cultura de respeto y aprendizaje mutuo.

Es por esto que muchas instituciones buscan la integración de todos sus docentes. Tomando este ejemplo como base, es común ver capacitaciones tanto presenciales como en línea para mantener un equilibrio en el conocimiento y el uso de las herramien- trabajar de la mano con sus docentes utilizando las nuevas tecnologías, mientras que los docentes más experimentados reciben apoyo para adaptarse y atender a las nuevas generaciones.

Dicho esto, es importante hacer énfasis en cómo las nuevas generaciones tienen sus ideologías muy arraigadas, las defienden contra todo y no se quedan callados, causando en muchas ocasiones roces con personas mayores, ya que la brecha entre ideologías es muy amplia.

Para aprovechar al máximo la diversidad de edades en la escuela, es crucial implementar métodos de enseñanza y estrategias pedagógicas que promuevan la integración y el aprendizaje intergeneracional.

El aprendizaje colaborativo es una estrategia en la que los estudiantes trabajan juntos en proyectos o tareas. Este enfoque permite que los estudiantes de diferentes edades compartan conocimientos y habilidades. Por ejemplo, en un proyecto administrativo, los estudiantes mayores pueden guiar a los más jóvenes en la realización de de reacción en elementos jóvenes dentro de un departamento administrativo, etc. no hay un análisis o uso de razón para el desarrollo de ciertas tareas o investigaciones.

Implementar programas de mentoría y tutoría puede ser muy beneficioso. Los estudiantes mayores pueden actuar como mentores de los más jóvenes, ayudándoles con sus estudios y ofreciéndoles apoyo emocional. Este tipo de relación no solo fortalece los lazos entre diferentes generaciones, sino que también fomenta el sentido de responsabilidad y empatía en los mentores.

De igual manera, las mentorías apoyan a los nuevos elementos en su ingreso a empresas, facilitando su desarrollo y cumplimiento de servicios profesionales. A través de estas mentorías, los jóvenes reciben orientación en situaciones que enfrentan, lo que les permite adquirir madurez al manejarlas. Esto también permite a las empresas detectar su potencial, y en muchos casos, los estudiantes que realizan sus prácticas profesionales reciben un contrato indefinido al terminar sus estudios.

Continuando con los puntos importantes que se ven involucrados en las multigeneraciones dentro de las escuelas, podemos destacar el papel crucial de la tecnología. Esta puede ser una herramienta poderosa para integrar a estudiantes y profesores de diferentes edades. Plataformas de aprendizaje en línea, aplicaciones educativas y herramientas de colaboración digital facilitan el intercambio de conocimientos y experiencias. Además, los profesores pueden utilizar la tecnología para personalizar la enseñanza según las necesidades y habilidades de cada grupo de edad, mejorando así la experiencia educativa para todos los involucrados.

Por otro lado, algunas instituciones fomentan el uso correcto de la inteligencia artificial, utilizándola como una fuente de información que los usuarios deben analizar, reflexionar e interpretar, en lugar de simplemente copiar y pegar la información recibida.

Otra forma de integrar las multigeneraciones dentro de las escuelas es organizar actividades que fortalezcan la comunidad escolar. Eventos deportivos, proyectos artísticos y actividades culturales pueden reunir a estudiantes, profesores y personal administrativo de todas las edades. Estas actividades promueven la cohesión social y permiten a todos los participantes aprender unos de otros en un ambiente informal y relajado.

La convivencia de multigeneraciones en la escuela es una oportunidad única para enriquecer el proceso educativo y fortalecer la comunidad escolar. Al implementar métodos de enseñanza que favorezcan la integración generacional, las instituciones pueden crear un ambiente de aprendizaje inclusivo y dinámico.

Fomentar el respeto, la colaboración y el aprendizaje mutuo entre estudiantes, profesores y personal académico de diferentes edades no solo mejora la calidad educativa, sino que también prepara a los individuos para una sociedad diversa y globalizada.

Este punto es importante hacer una breve pausa, ya que actualmente hay mucha polémica con la inteligencia artificial dentro del aula, hay instituciones que la tienen prohibida y es considerada “plagio”, aunque el autor es el usuario, ya que se considera que

Cada vez es más común encontrar aulas con una amplia brecha generacional, y esto continuará mientras sea indispensable tener una sólida base educativa en el mundo profesional. La experiencia es valiosa, pero también es crucial contar con la teoría, las bases, los valores, y la capacidad de análisis y reflexión que se desarrollan día a día en las aulas. Los temarios y actividades permiten madurar ese conocimiento, fomentando no solo una respuesta reactiva ante situaciones, sino un actuar basado en respeto, empatía y mutuo beneficio.

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